Cuenta Regresiva_Parte #2.

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Estaba en medio de lo que parecía ser el mismísimo infierno.

Fuego, escombros, era lo único que me rodeaba. A lo lejos, cubierta de humo y media destrozada, vi con horror la Torre Prisma.

No podía creer lo que veía... ¿Será que... perdimos? A pesar de todos los esfuerzos... Entonces recordé: Satoshi, mi madre, mis amigos... ¿Dónde estaban?

Y, como si el destino quisiera responder mis dudas, mi pie tropezó con algo al momento de dar el primer paso. Giré a ver al suelo. Grite de horror al ver a Gary, tumbado, con la ropa sucia y sangre brotando de su cabeza, manchando el suelo. No muy lejos, Korrina y Miette estaban en la misma situación, con un charco de sangre debajo de ellas. Me fui buscando con la mirada... para dar con una mano debajo de un montículo de escombros. Mire con horror el Mega Aro de Kalm en la muñeca de ese brazo aplastado. Seguí buscando, y di con mi madre, con el cabello chamuscado, como si hubiera sido quemado, con una pokeball en la mano. Seguía andando, y seguía encontrándome con rostros conocidos: el profesor, Tierno, Trevor, May, Blasco, Brendan, Shauna... todos decorados con sangre o algo peor de manera macabra. Hasta que pude verlo... Ash. Estaba boca arriba, con su gorro ligeramente torcido y la sudadera abierta, revelando una enorme herida en el pecho. A su lado, Charizard tenía unos agujeros en el cuello, con marca de colmillos, por donde se desangro. Lo peor de todo era Ash, ya que, a diferencia de los demás, él tenía los ojos abiertos. Ver esos ojos marrones de los cuales me enamore, viéndome ahora de manera vacía y sin expresividad...

No pude verlo más y me di la vuelta, tapándome el rostro por las horribles imágenes que presencié. Pero, para mi mala suerte, una sombra, surgida de ningún lado, se dirigió a mi con intenciones oscuras. No pude hacer nada antes de que esta me consumiera y quedara atrapada en un negro total...

Me desperté de sobre salto y con la respiración agitada. Mire por todos lados, en busca de esa sombra que, por algún motivo, me resultaba extrañamente familiar.

Para mi alivio, lo único que llegaba a ver eran fotos en mi estante y mi cinturón de pokeballs en mi mesa de centro.

Todo había sido una pesadilla, gracias a Arceus. Mi respiración fue moderándose y me relaje. Salí de la cama aun en pijama, pues solo quedábamos yo, mi madre y mis amigas en la casa. En eso recuerdo lo que paso ayer en el patio en a noche. Me puse roja de solo recordarlo...

FlashBack.

Serena: Satoshi... yo te quiero...

Ash se queda viéndola, con la cara completamente roja.

Ash: Serena...

Satoshi se aparta de ella y sale corriendo.

Serena: ¡ASH!

Pero el kantoniano salió a toda prisa de la casa, ignorando a la chica que confeso sus sentimientos hacia él.

Fin FlashBack.

Tras eso, trate de llamar a Satoshi, pero este no contestaba. Seguramente se fue a un Centro Pokemon, al igual que los demás. Aun así, quiero arreglar las cosas, ya que siento que arruiné nuestra amistad con ese impulso que tuve en el momento. Al parecer, May interpreto mal las cosas. No quiero estar mal con Ash, así que debo encontrarlo antes de que la crisis de inicio.

Decidí bajar para desayunar y tratar de arreglar mis ideas, pues sabia que nadie me dejaría salir. Al bajar, vi a Korrina y a Miette sentadas en el comedor.

- Buen día, chicas. – saludé con algo de depresión.

Al escucharme, las chicas se dieron la vuelta para verme. Esperaba que me sonrieran o me devolvieran por lo menos el saludo, pero, para mi sorpresa, lo que hicieron fue saltar de sus asientos y venir corriendo a donde m encontraba, y pararse en frente mío.

Ash y Serena. ViajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora