Ash y Serena. Viaje

Haciendo las paces y Nuevas alianzas.

Amo a Noivern. Desde que evolucionó, el tiempo dejo de ser una precaución para mí. Tarde menos de 3 horas en llegar a Ciudad Romantis. Ahora me encuentro en camino al gimnasio, donde, casualmente, es la ubicación actual de Kalm, según el rastreador que le puse.

Mientras que me dirigía a mi destino, no pude dejar de cuestionarme si hice lo correcto en alejarme otra vez del equipo. Sé que les prometí que no los dejaría esta vez, pero, nuevamente, puse antes la misión que a mis amigos y sus sentimientos. No sé cómo se lo tomen, y tampoco sé si me harán caso e irse a Hoenn por las Mega Piedras o vendrán a darme el alcance. Supongo que lo sabré en cuestión de horas.

Aun me daba algo de culpa no haberme despedido de la manera adecuada, pero sabía que, si lo hacía, no me dejarían ir. Sobre todo, Serena.

Todavía me dolía no a ver hablado con ella. Me prometí a mí mismo que arreglaría las cosas con ella. Pero con la llegada del Team Rocket y con el plan de obtener las Mega Piedras, todo se ha vuelto complicado y he tenido que poner precauciones.

Lo que más me preocupaba, era cuando estuvieran en Hoenn. Sé que Gary y Korrina podrán proteger al grupo, pero sabía que, al llegar allá, habría alguien que me jodería más adelante.

Será mejor que deje de preocuparme por ello y me concentre, ya que me encuentro ya a las puertas del gimnasio. Entre y me dirigí al campo de batalla. No debió sorprenderme ver a Kalm recibiendo la medalla de parte de la líder de gimnasio.

Me quede en la entrada de la arena esperando hasta que ellos terminaran de hablar. Cuando terminaron y Kalm se dio la vuelta, se quedó helado al verme con los brazos cruzados, esperándolo.

- Hola, Kalm.

- Ash... - me respondió algo confundido.

- Oye, necesito preguntarte algunas cosas. ¿Te importa?

Por un momento, vi como el chico se puso nervioso. Pero finalmente me respondió.

- Claro. ¿A dónde?

- Sígueme.

Le di la espalda y me dirigí a la salida. No tenía idea si me seguiría, y la verdad, no me importaba. Esto era irrelevante para el objetivo principal de todo el viaje. Si en verdad me está siguiendo, será bueno para Serena, pero si no lo está haciendo, diré que no lo encontré y seguiré con mi misión de salvar Kalos. Me salí del camino y me adentré en el bosque. Seguí caminando hasta que llegué a un lugar adecuado donde me arrecosté en el árbol.

Para mi sorpresa, Kalm me había seguido. Supongo que no pierdo nada con esto. Solo debo hacerle las preguntas y terminar con las dudas sobre lo que en realidad sucedió en la presentación de Serena.

- OK, dime que es lo que deseas, que tengo cosas que hacer. – se apresuró a decir Kalm.

- ¿Qué cosas tienes que hacer?

- Nada que te incumba. – dijo malhumorado.

- No me hables con ese tono. Solo te preguntare un par de cosas. Si respondes con sinceridad, te irás. Pero si noto que me mientes, no te dejaré ir.

- Además, ¿Por qué debería contarte sobre mí?

- Si no hubieras querido, no habrías venido. Pero sé muy bien cuál es la razón por la cual no me ignoraste.

- ¿A si? ¿Cual?

- Esperabas ver a Serena, ¿Verdad?

El chico se sonrojo. Era obvio que él aun sentía algo por la peli miel.