Ash y Serena. Viaje

Mi verdad sale a la luz.

Han pasado 2 meses desde que Ash, a través de sus pokemons, dejo un mensaje a los laboratorios de las diferentes regiones, ordenándoles de que dejen de buscarlo. Claro que esto no los detuvo a ellos ni a nosotros.

Después de ese día, Gary me ha estado ayudando para buscar pistas del paradero de Satoshi. Hasta ahora, no hemos tenido éxito, al igual que nuestros contactos. Hemos estado en comunicación con Go y Chloe para mantenernos al tanto de lo que descubran en Kanto. Además, también Alain y Mairin (la compañera de Alain) para que nos digan lo que descubran. También tratamos de estar en contacto con Brendan, el hijo del profesor Abedul en Hoenn, pero sin éxito. Aun así, nuestro grupo de aliados es bastante prometedor con un gran potencial.

– Bueno... supongo que tampoco está por aquí... - dijo Gary cansado después de que registráramos todo el Rancho Skiddo.

– Si... - dije con las mismas ganas. – Bueno... supongo que hay que ir a la siguiente ciudad... Yantra.

– Recuerda que Alain y Mairin lo revisarán, genia. – dijo malhumorado.

– Ya, está bien, pero no hace falta que me hables con ese tono, Gary. – le replique.

– ... Si, lo siento. Es que estoy cansado de buscar a Satoshi desde hace meses y no tener ninguna pista.

– Ok, tranquilo, te entiendo. Ven, vamos al Centro Pokemon, que ya está oscureciendo. Mañana nos podemos tomar el día libre, si gustas.

– Me parece que ambos lo necesitamos.

– Si... Bueno, vamos de una vez, para separarnos un cuarto. – y empezamos a andar.

Al llegar, la enfermera Joy nos dio un cuarto a cada uno. Antes de irnos a descansar, nos dirigimos al comedor y pedimos nuestra comida. En pleno festín, se me ocurrió empezar conversación con Gary.

– ¿Crees que deberíamos llamar a los demás para ver si saben algo? – le pregunté al kantoniano.

– Si supieran algo, seguramente nos lo dirían antes a nosotros que a los profesores. – dijo Gary. – Los asociados nos apoyamos entre nosotros.

– Entonces... Eso quiere decir que conoces a otros asociados, ¿No?

– Así es. Conozco a los asociados de los laboratorios de Sinnoh y de Jhoto.

– ¿Por qué no les pides a ellos también que nos ayuden en la búsqueda?

– Trate de pedírselos, pero ellos ya están con otros deberes. No quería tener que ponerles otro extra.

– Oh... entiendo. – dije algo desanimada, ya que nos hubiera venido bien más ojos en otras regiones.

– Bueno, no te desanimes. Aun así, todos siguen buscando al mostaza. Así que, si no lo encontramos nosotros, los profesores lo harán.

– Eso es justo lo que no quiero.

– ¿Por qué tu obsesión por encontrarlo antes que los profesores?

– Viste las reacciones de algunos profesores ese día. No me quiero imaginar lo que le harán si llegan a atraparlo.

– Bueno... entiendo tu preocupación. Pero, aun así, debes entender que Satoshi tendrá que pasar ante los profesores, incluso si lo encontramos antes que ellos. Podrían considerarte cómplice de él y eso te afectaría también.

– No me importa lo que me suceda. Solo me importa él.

– ¿Incluso después de que te golpeara el día en que escapó?