– ¡AHHHHHH! – el fuerte grito de agonía y de dolor, medicina o poderes no podían evitar el sufrimiento de Mauricio.
Su tercer bebé venía en camino, como la primera vez que tuvieron al pequeño Neo, el demonio coloco a su esposo Mauri en la tina con agua y hielos para ayudarlo con el dolor. El bebé en camino hacia que el cuerpo de su papá subiera a altas temperaturas que solo con la fuerza y poder de su padre pudo controlar, y con ayuda de algunos príncipes del infierno.
La llegada de su tercer hijo había tomado su tiempo, exactamente cinco años, más que la de sus primeros hijos. El dolor, las constantes pesadillas y el hambre que había provocado el pequeño ser en su interior. Con dudas, Ángel visito a los príncipes para tener más información sobre el nuevo demonio que venía.
– Tu puedes pequeño, solo puja – animaba el demonio, tratando de ser positivo para ayudar a su esposo.
– No... No puedo... M-me duele... Me duele... Ahh... ¡Ahhhh! – se quejaba de dolor, su voz cambiando y teniendo doble voces en ella. No sabía del gran poder que llevaba ese pequeño ser.
– Sé que puedes, trajiste al mundo a nuestros hijos, sé que puedes mi pequeño...
El color del agua cambio por la sangre que salía de Mauri, una mano se aferra y apretaba la orilla de la tina que empezaba a quebrarse por la fuerza de más que le daba el bebé, la otra apretaba la mano de su amado que no se movía de su lugar y aguantando la fuerza sobrenatural que ahora tenía.
Las sombras se movían por todas partes, susurrando cosas que sorprendían al demonio.
"Será muy fuerte" "Un nuevo demonio" "¿Podrá lograrlo?" "Mauri es Fuerte" "Nuestro amo no lo permitirá"
El menor por el dolor no les prestaba atención tratando de dar su mejor esfuerzo para traer al mundo a su pequeño, pero el demonio si, sus pequeños eran cuidados en la otra habitación por las sombras, los entretenían jugando con ellos metiéndose entre las paredes y haciendo lo posible para no asustarlos con los gritos de agonía de su papá. Los sentimientos de ambos niños desataban destrozos de casas y más, si estaba involucrado su papá.
– ¡NOOO! ¡AHHHHHHH! – pujo lo más que pudo, el dolor era muy fuerte, más que el que había tenido con sus anteriores partos. Soportando el dolor sintiendo algo de ayuda, pensó que Angel había encontrado la manera de ayudarlo.
– Lo veo mi pequeño – le avisó cuando vio la pequeña cabeza del bebé saliendo.
– ¡AAAHHHHH! – grito más fuerte, la tina se quebró y antes que se rompiera por el gran grito, Ángel lo detuvo uniéndolo de nuevo.
Su grito se escuchaba con más voces, sus ojos oscuros con sus pupilas rojas y brillando por las lágrimas, su rostro rojo por el esfuerzo en empujar, el grito fue más fuerte que antes rompiendo las ventanas del vecindario, autos, espejos y quebrando pavimentos. Un gran temblor se sintió, no era la fuerza de Mauri, si no la del pequeño bebé. La sorpresa de Ángel al sentí tanto poder y oscuridad sobre su esposo.
El cuerpo del bebé salió, de inmediato el demonio tenía una pequeña manta para sostenerlo, lo tomó con cuidado, viéndolo para ver que era...
Un niño.
Su primera prioridad era sostener al bebé, limpiándolo y observando que estuviera bien. Lo coloco con cuidado en una pequeña cuna de madera. Cuando fue a atender a su esposo para ver su estado, usando su poder tratando de sentir su corazón y su interior, metiéndose en sus pensamientos. Cargando a Mauri a su habitación para que descansara de su tedioso día, se había desmayado como las veces anteriores y necesitaba reposos al igual que mucha energía para recuperarse. Colocándolo en la suave cama con sumo cuidado, besando su frente.
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Unforgettable. (Yaoi/Gay/M-preg)
Teen Fiction- P-por favor... Te lo ruego... - se arrastraba en el suelo tratando de huir de ese húmedo callejón. Una pelea que había acabado desde que había comenzado, solo necesitaba matarlo, se acercaba cada vez más al hombre que deseaba escapar, sabía que er...