Max sentado en el sofá viendo la ciudad, las luces, la luna a lo alto y escuchando el ruido de la noche. Pensando y tratando de recordar su pasado, pero nada, solo escuchaba ese grito, un nombre y después nada, todo era oscuro, el grito que escuchó de un demonio y eso hizo que saliera de su mente.
Volteo y vio sangre en la pared, estaba en el living, regreso adentro, vio sus manos, cara y ropa manchadas, su hambre había regresado y su antojo por la sangre de demonio, en sus manos antojado de lamerlos. Era muy diferente, la punta cortada a la mitad y siendo puntiaguda, también larga, ambos acostumbrados al olor a sangre dándole más hambre, negando a su instinto. Busco que ponerse, cambiándose su ropa.
– Ahh... Mierda – se tumbó a la cama.
– ¿En serio estaba delicioso? – pregunto su amigo saliendo del baño.
– Si, debemos irnos.
– ¿Por qué? – pregunto Dan. – La noche es joven.
– Si ese demonio estuvo aquí, significa que hay más aliados – el oji-gris se levantó de la cama, sabía que su amigo tenía razón, debieron andar buscando al hombre con el que estaban, sabían que los tipos que tenían dinero estaban aliados con los demonios o tenían cosas pendientes con ellos. – ¿Crees que el viejo...? – pregunto pensando que estaba con ellos.
– No lo sé, yo digo que no, tal vez ya vaciaron sus cuentas... Sabían que había un tipo ricachón y vinieron por él.
– Carajo, bien... Vámonos.
Max tomo la mano de Dan, ambos salieron del cuarto caminando entre las paredes, siendo sombras para que no los vieran escuchando un grito después, entrando ellos al elevador, ambos tenían que salir de ahí, al menos vieron que ese hombre no tenía un ángel, significaba que, si había estado con ellos, prefirió estar con demonios que escuchar a su conciencia que era su ángel.
– Ese viejo... – susurro Dan.
– Es raro no ver tanto a los guardianes en la ciudad – comento Max.
– De noche deberían cuidarlos más.
– Y más cuando están en la ciudad del pecado – bajaban cada vez más.
El número del piso en el que estaban se encendía cada vez que bajaban, escuchando ruidos, viéndose entre ellos y después a las paredes, las sombras subiendo con rapidez, susurrando cosas. Los humanos no los veían, pero ellos sí, las bocas de las sombras susurrando "muerte" mientras subían, hasta que desaparecieron.
– Eran de ese demonio.
– ¿Quién crees que sea? – pregunto Dan.
– No lo sé, pero debió ser uno antiguo – comento. – Estaba delicioso así que... Le calculo unos trecientos o cuatrocientos años – se vieron entre ellos, debían irse de ahí lo antes posible. –... Mierda, ahora nos tendremos que ir, ni siquiera pude tener una buena orgía.
– Podrías pensar en qué hacer y no en tener una orgía maldita sea, saben lo que hicimos, ahora nos buscaran.
– Demonios, solo quería hacerte reír un rato, que mal humor – se volteo dándole la espalda y Max sonrió un poco por las cosas que decía su amigo.
Las puertas se abrieron, saliendo del ascensor, mezclándose entre la gente, pero mientras más caminaban se daba cuenta de que había más demonios entre ellos. Hombres vestidos de trajes de negro, ellos mezclándose entre la gente, pero siendo tan llamativos por su belleza atrayendo la atención de los demonios.
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Unforgettable. (Yaoi/Gay/M-preg)
Fiksi Remaja- P-por favor... Te lo ruego... - se arrastraba en el suelo tratando de huir de ese húmedo callejón. Una pelea que había acabado desde que había comenzado, solo necesitaba matarlo, se acercaba cada vez más al hombre que deseaba escapar, sabía que er...