Unforgettable. (Yaoi/Gay/M-preg)

11. Marca.

– E-espera... Ahh... Mhn – los labios de Dan estaban rojos e hinchados, sentía ese hormigueo en todo su cuerpo. Las sensaciones y su cuerpo estremecerse por el pene de Neo, su cuerpo caliente y sus ojos poniéndose blancos de lo excitado y orgasmos que se sentían.

Sus piernas abiertas mientras el demonio estaba entre ellas, entrando y saliendo, sus cuerpos calientes en busca de más placer y dolor, no se detenían, las manos de Neo apretando ambas piernas que sostenía para meter su virilidad caliente y dura.

Dan se sostenía de lo que pudiese agarrar, para no caer, el buro de la cama tenia marcas de los dedos de Neo de donde se sostenía, el pene rosando en el trabajado cuerpo del demonio, escuchando sus gruñidos y su voz ronca.

– Ahhh... Mierda... Más... Daddy – gemía y soltaba suspiros.

Mordidas en su cuello y sintiendo otra en su pezón, dolía demasiado, pero a la vez ese dulce cosquilleo que pasaba por esa mordida, era un placer tan delicioso.

– Mmm... – su voz ronca erizaba su bellos.

Las uñas de Dan se enterraban en su piel, mas heridas a su espalda que se sanaban con rapidez, hombros y brazos, después sentir los dientes en su hombro, el sudor resbalar por sus pieles, ese chico que era cariñoso y tan feroz a la vez.

Sentía un dolor desde hace rato en su espalda baja, quemándolo pero lo ignoraba, el dolor se hacía más fuerte pero lo olvidaba por el demonio que le devoraba la boca, lo mordía, mas marcas a su cuerpo y como entraba en ano de forma violenta y tan dolorosamente delicioso. El éxtasis de le provocaba el demonio dejando su mente en blanco, gemidos se convirtieron en gritos mientras ambos se venían uno dentro del otro, y manchando sus pieles de semen.

Una, dos y tres veces, lo habían hecho, conectar cuerpo, convenciéndose que solo era por placer que, por otra cosa, pero seguía esa voz burlándose de ambos por seguir pensando que era por sentir un cuerpo, el calor y placer.

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La mañana había llegado, despertándose por el dolor en su espalda baja y abrir los ojos para ver que ambos amigos no estaban, encontrándose solo en la habitación, el dolor de cuerpo no lo tenía. Pensando en que Neo le había dado algo de su sangre.

Pero seguía ese dolor en su espalda, se levantó para ver que lo provocaba dirigiéndose al baño, su cuerpo desnudo frente al espejo, dejando ver su espalda y ese jugoso, redondo trasero. Arriba de su glúteo estaba una marca, estaba roja alrededor de su piel, no recordaba ese tatuaje.

Lo toco por curiosidad y dolió como los mil demonios, era extraño, se había hecho más tatuajes, pero ese dolía como el infierno, recordaba que cuando hizo el trato con Max había sentido ese dolor cuando apareció su tatuaje pero este dolía demasiado, apenas las yemas de sus dedos tocaron su piel, brinco del dolor.

– ¿Qué mierda? – debía investigar que era esa mierda, pero algo lo detuvo. Recordando que se parecía al símbolo que tenía Neo en su abdomen. ¿Por qué tenía eso en su trasero? Lo más raro era que tenían el mismo símbolo en el mismo lado.

– ¿Ya te despertaste? – pregunto Neo entrando a la habitación, dejando algunas bolsas con comida, veía al chico comer y se le hacía extraño pues no era un demonio y menos un humano.

Tal vez era muy diferentes, él prefería las almas. Escucho que azotaba la puerta con fuerza, levanto la mirada después de dejar la comida en la mesa, viendo al chico desnudo saliendo del baño.