27. Madre.

196 29 6
                                    




Mi... Madre... – seguía en shock, cada golpe que le daba el ángel de la guarda. No era tan duros como la información que fue dada.

Cada segundo, minuto y hora que pasaban recibía golpes, estaba muy herido y solo se escuchaba sus gemidos de dolor, cayendo al suelo con sangre saliendo de su nariz, su labio partido y tratando de levantarse aun con el dolor en su cuerpo.

– Quisiera no matarte... – lo agarró del cuello, apretándolo y después apreciando su rostro. – ...Tienes la nariz de Mauri... Y su mirada, tan bella como la de Mauricio – sonrió nostálgico. – Puedo borrarte la memoria, así solo sigues cumpliendo la tarea que Dios te dio.

– ...M-mauricio... – ¿Así se llamaba? ¿Mauricio? Pensó.

Tratando de verlo aún con las manos del ángel en su cuello que era más estrujado cada vez, el ángel vio a dirección hacia donde veía el devorador.

– Si, Mauricio – sonrió y se acercó con una velocidad hasta llegar a Mauricio. – Esta bella alma, tan pura y que dio vida a... – paso saliva, sintiendo asco. – Dos demonios y un devorador de demonios, – solo veía a Mauri. – Dios tiene todo planeado, el alma nueva daría vida a los demonios mitad humanos junto con un demonio poderoso para crear a un devorador... Y él acabaría con la vida de los demonios, padre dice que el humano debe morir, pero... Debe estar equivocado, sé que Dios no se equivoca pero Mauricio no merece ese destino.



*************************



La búsqueda de Mauricio y de Max seguía, Ángel usando a sus demonios bajo su mando para buscarlos pero cada minuto que pasaba era frustrante y pensaba lo peor pero sentía a Mauricio, su respiración tranquila y su corazón calmado. Se hacia la idea de que Mauri estaba inconsciente, debía estarla pasando peor el amigo de Dan.

Erick solo esperaba con sus armas con símbolos, cada símbolo lo hacía más pequeño para atacar al sujeto con el que fue detrás Max, estaba preocupado por él y solo tenía que esperar a que esos demonios o sombras los encontraran mientras que él tenía que esperar, se sentía tan impotente.

Dan acariciaba a León, en su mente pasaba como estaría su mejor amigo con Mauricio, estaba preocupados por ambos hasta que su vista fue hacía el cazador.

Desde de hace un rato no se sentía del todo bien, su respiración se sentía caliente. Se sentó por un momento por mareos repentinos que le daban, y su marca de contrato le dolía cada vez más. Sabía que su amigo estaba en muchos problemas, podía sentirlo pero no quería preocupar a Neo con sus malestares. Prefirió ver al acompañante de su mejor amigo, tomo varias bocanadas de aire antes de hablar sin problemas.

– ¿Cómo ha estado Max? – pregunto sin que se notara sus malestares, el cazador dejo sus pensamientos para ver al humano.

– Él... Hablaba de ti, de su mejor amigo – una media sonrisa apareció en los labios de Dan, recordando a su hermano. – Solo quería encontrarte.

– Lo mande a buscar pero un príncipe que nos ayudo dijo que Max estaba protegiéndose, solo nos dio su ubicación cercana – comento Dan, el cazador recordó esa vez que Max colocaba sus manos en el suelo para protegerlos de un fuerte poder que se acercaba y que debían irse.

– Lo recuerdo – dijo. – Erick, cazador de demonios – le estiro su mano, en forma de saludo.

– Daniel pero dime Dan, mejor amigo de un devorador de demonios – sabía lo que era su amigo.

Unforgettable. (Yaoi/Gay/M-preg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora