16. Conocer.

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Mientras se dirigían a las afueras de la ciudad en la búsqueda de su amigo Max, la seriedad y pesadez se sentía en el ambiente. Las dudas sobre su contrato, parejas destinadas y sobre no rechazar lo inevitable. Todo lo que escucharon de ese príncipe del inframundo, la historia de él y esa pequeña. Dando su vida para dar a luz a su bebé, una historia tierna y trágica. Suspirando, mientras acariciaba a León.

Se sentía un poco débil y mareado, Neo se había preocupado cuando subieron al auto, sus mareos eran cada vez más, cerraba sus ojos para no marearse al ver las calles.

León a su lado dormido, escuchando los ronquidos de este y después ver al conductor que tenía su ceño fruncido, sabía que estaba preocupado por él, era tierno.

– ¿Cómo conseguiste a León? – pregunto, para apaciguar el ambiente.

Neo tenía una de sus manos en su barbilla mientras conducía y sus pensamientos eran un lío, pero la voz de Dan trayéndole de nuevo a la realidad. Su sonido, su voz sacándolo de ese revoltijo de pensamiento.

– Me lo regaló mi padre. – contesto.

– ¿A sí? – seguía con dudas. – ¿Ya tenía esas sombras en él o fue al inframundo por uno?

– No – rio por sus ocurrencias. – Era un perro normal, me lo regalaron a los 6 años, estaba pasando por tiempos difíciles... – contesto. – Había pasado por algo fuerte.

– ¿Y... que paso? – pregunto con cautela.

– A mi hermano... Lo secuestraron.

– ¿Qué? ¿Cómo que lo secuestraron? – las dudas en su rostro.

– Si, fue la peor noche que... he tenido, un parpadeo y ya no estaba. Escuché el grito de mi hermana y después... Solo fue oscuridad.

– ¿Y qué sucedió con él? – dudo en preguntar.

– No lo sé – susurro.

– Lo siento... – no debió preguntar, el ambiente estaba peor que antes.

– Mi padre me regaló a León, pensó en que me ayudaría a mejorar – continúo.

– ¿Funcionó? – dejo de ver la carretera para ver al can dormido, asintiendo con una sonrisa.

– Si, hasta que envejeció. – contesto.

– ¿Cuántos años duro como un perro normal?

– 12 años exactos, recuerdo que ese día estaba acostado. Escuchaba sus pensamientos, cojeaba de sus patas traseras y su dolor de cadera era cada vez más fuerte para él, un día me decía que se tenía que ir, no le entendía – rio por recordar. – Vino la muerte por él. – su boca se abrió sola al escuchar a Neo, la muerte en persona había venido por León, había visto a los blancos venir por sus humanos, pero la muerte no, no lo había visto.

– ¿Conociste a la muerte? – pregunto sin creerle.

– Si, venía por León y le dije que no, no podía llevárselo – su respiración se hacía más rápida. – Apenas me recuperaba de la perdida de mi hermano y ahora me quería quitar a León, sentía que el mundo deseara que no fuera feliz. – lo agarró del brazo al verlo, la respiración de Neo fue relajándose.

– ¿Y qué paso?

– Hice un contrato con él – su mano se sentía cálida al tocarlo.

– ¿Se puede hacer un contrato con la Muerte? – con demonios y lo que era su amigo Max, había contratos pero con la misma Muerte.

Unforgettable. (Yaoi/Gay/M-preg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora