– Hola hijo – saludo conteniendo su entusiasmo y alegría de ir a abrazarlo.
– ¿Papá? – detrás de Mauri estaba Kara, con cara de pocos amigos.
Busco a más personas con ellos dos, su padre no estaba. Había algo que entendía y con Dan un poco débil por tener dos contratos en su cuerpo siendo un humano normal, la presencia de su hermana y su papá había sumado más problemas.
– ¿Que hacen aquí? – pregunto tratando de sacar esa sonrisa que usaba para trabajar. – ¿Dónde está...? – no terminando la pregunta mientras su hermana le hacía señas por detrás de su papá, para que no continuará.
Así que había problemas con sus padres, Mauri solo sonrió y se acercó a su hijo Neo, hacía tiempo que no los veía, a sus dos pequeños hijos, aunque fueran adultos fuertes y tiembles demonios, para él eran sus pequeños hijos que siempre cuido y protegió.
– Te extrañe tanto hijo – dijo abrazándolo, su hijo mayor abrazándolo, extrañaba esos abrazos llenos de amor y ternura. La diferencia de tamaño era notoria, mientras que Neo media 1,92. Mientras que su papá se había quedado en la misma estatura de 1,60 y esa juventud eterna.
– Yo también papá, te llamaba, pero padre decía que estabas dormido y que no debía molestarte – Kara se golpeó su cara, le había dicho a su hermano que no mencionara a su padre.
Las sombras empezaron a descontrolarse apenas terminó la oración, no sabían que reacción tendría Mauricio cuando mencionaron a su amo. Neo notando que había demasiadas sombras en la ciudad, pensó que tal vez había muchos pecadores o demonios ahí, pero la ciudad estaba vacía de demonios.
Apenas Mauri había hecho acto de presencia con los demonios de su marido, huyeron despavoridos los demonios, mientras que las sombras de estos se quedaban junto al humano uniéndose a la fuerza y protección de este.
Aunque cualquier dominio o ser humano fuera tan estúpido o valiente al enfrentar a Mauricio para tener ese control y poder de las sombras, no ganaría.
Porque ninguna sombra dejaría Mauricio y lo protegerían de todo ser, además de que se abrirían las puertas del infierno para aquel condenado que le tocará un solo cabello de su castaña cabellera.
– Tuvimos problemas y... – respondió con tranquilidad, suspirando varias veces para que su voz no se cortara o no saliera su voz, algo que sorprendió a todos, las sombras dejaron de moverse como desquiciadas. – Lo deje. – sonrió después de terminar, una sonrisa que no convencía a los dos demonios.
Los rostros de sus hijos, sin moverse y sin pestañar, no podían creer lo que había dicho su papá, la cara de estupefacción al momento de escucharlo. No sabían que reacción tendría su padre al momento de saber que su papá no estaba a un lado de él. Ya en estos momentos ya sabría sobre que Mauricio no estaba a su lado, no sabían cómo lo tomaría en estos momentos pero podría ser peligroso.
– Pero le dijiste que... Necesitabas tiempo ¿No? – miro a su hermana, ella levanto los hombros.
**************
Se estaba quedando por información en la segunda penitenciaria, apenas tocaba tierras estado unidenses cuando ya había sido encarcelada por segunda vez. Se le hizo extraño que alguien fuera visitarla, entro a la habitación sintió la presencia de un ser poderoso y oscuro, la vibración de la habitación por el poder que emanaba ese ser. Apenas iba a sacar sus armas de sus antebrazos cuando vio a su papá sentado.
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Unforgettable. (Yaoi/Gay/M-preg)
Teen Fiction- P-por favor... Te lo ruego... - se arrastraba en el suelo tratando de huir de ese húmedo callejón. Una pelea que había acabado desde que había comenzado, solo necesitaba matarlo, se acercaba cada vez más al hombre que deseaba escapar, sabía que er...