9. Sentidos.

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Sintiendo el aire acariciar sus brazos, su ropa moviéndose por el viento y el motor de la motocicleta rugiendo, sujetando la cintura del hombre que le hacía sentir cosas, algo extraño que no había sentido antes. Le sorprendió cuando le recordó lo que había pasado mientras estaba en ese estado de "tornado". No le hizo daño y menos lo ataco, era más veloz cuando estaba en ese estado y no pudo detener cuando el cazador lo ataco, era muy extraño.

Más extraño era el apodo que le puso cuando estaba en trance de hambre, pero comprendió después la explicación de:

Devoras todo a su paso.

No determinaba en lo que se le cruzaba en la mente de ese cazador llamado Erick. Trataba de meterse en su mente, pero no lo lograba, cuando dormía, quería ver sus sueños pero nada, solo oscuridad.

No era un humano normal, así que las preguntas seguían y seguían entre ellos, siendo sinceros, pero en algunas preguntas no contestadas por completo. Sobre la madre de este, sobre que su padre era un demonio que embarazo a la madre de Erick pero había cabos sueltos en esa historia que no encajaban, el mismo Erick también dudaba pero no decía nada, manteniéndose callado.

Si el no averiguaba sobre más información de los sacerdotes, él lo haría, así podría conseguir información sobre él también. Sobre de dónde provenía o tal vez su pasado, o que era.

Se detuvieron en un edificio que era enorme, el sol se estaba ocultando, y ese día hacía mucho calor, hasta que se cansó de esperar a que el cazador le dijera.

– ¿Qué hacemos aquí? – pregunto Max.

No sabía si estaba bien decirlo, pero le había salvado varias veces de qué los demonios lo mataran, antes no se desconcentraba así pero ese chico hacia que se distrajera. Dudaba si era por el chico.

– Me envían a matar demonios – contesto.

– ¿Y se puede saber a qué demonio? – se bajaron de la motocicleta para adentrarse al edificio por la parte trasera.

– Mi misión es matar a dos demonios, pero uno me ayudaría a encontrar al otro – comento. – La parte mala es que mataron al informante que ayudaría a encontrar al demonio, es peligroso y es muy poderoso.

– ¿Qué tiene de especial? – se adentraron por la puerta trasera y Max vio las cámaras de seguridad, metiéndose entre las paredes solo para escucharse como tronaban todas las cámaras, saliendo de las sombras para acercarse al hombre que no había notado su desaparición.

– La información que me entregaron sobre uno de ellos... – un hombre de seguridad pasaba por ahí, unos brazos rodearon su cuello, haciendo que no respirara, quedando inconsciente. – Hizo un contrato para tener a un perro con él.

– ¿Hizo un contrato con un demonio para tener un perro? – pregunto recargándose en la pared, para después entrar en ella, sabía que tenía que apagar las luces de ese edificio y así hacérselo fácil al cazador.

Buscando donde estaban los interruptores, pensando en solo abajar las pastillas, pero alguien podría venir y solo encenderlas, cerro su mano en un puño y dio un golpe en el aire, destrozando la pared y las luces se apagaron.

– ¡Honey! – susurraba gritando, se le escapo el chico y pensaba que lo había dejado, cuando menos lo espero, las luces se fueron. – ¡Honey!

– ¿Mande? – susurro detrás de él, el cazador volteando a verlo.

Unforgettable. (Yaoi/Gay/M-preg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora