Unforgettable. (Yaoi/Gay/M-preg)

35. Inesperado.

Un año después.

La idea de tener vacaciones era algo lindo para Dan, visitar las playas y asolearse mientras que el demonio estaba mojando su cuerpo en el mar. Era una gran vista para los presentes y mas para Dan que lo disfrutaba demasiado, su cuerpo trabajado y ese lavadero que era suave pero firme, bebiendo una piña colada, a un lado estaba León y una enorme palapa, no le gustaba el sol pero disfrutaba el sonido del mar.

Bebía su bebida mientras veía la vista, lo maravilloso y sensual que se veía su destinado, y como el agua salada recorría su sensual cuerpo, sus lentes oscuros ayudaban a qué no supieran que estaba viendo. Rompiendo la conexión, para que su novio no leyera sus pensamientos más oscuros donde los protagonistas eran ellos. Esos pensamientos de adentrarse al mar y pegarse a su novio, besarse mucho y tocarlo. Tocar esa virilidad gruesa y creciendo en sus manos, sentirlo tan latente entre sus dedos y abrazarlo para comerse esa boca salada por el mar.

Hacerse a un lado ese boxer diminuto y tan entallado que usaba, los dedos de Neo jugar con su entrada y...

– ¡Hola belleza! – hablo un hombre alto y acompañado, subió su mirada. – ¿Estás solo?

– ¿Porque alguien tan sexy está solo? – le siguió su amigo, León solo se acomodó mejor para ver la situación.

– ¿Y si estoy solo eso que tiene que ver contigo? – dijo tajante Dan dándoles la oportunidad de irse, estaba imaginando lo que quería hacer con su novio y lo interrumpieron en sus deseos.

– ¡Vamos lindo! No te pongas así, que mejor que irnos de aquí – sugirió el hombre se cabello castaño, no le agradaba y más su amigo que se sentó en la silla junto a él, queriendo tocar sus piernas. – Tengo una habitación arriba.

– Si... Te nos hiciste sexy y... – ¿Se les hizo sexy? ¡Él es sexy! – ¿Qué tal si hacemos un trío y...?

– ¿En serio? – pregunto Dan, fingiendo interés. – Wow, es una idea tentadora... ¿Quién está en el trío? – pregunto con entusiasmo.

– ¿Cómo que quien? – pregunto uno.

– Nosotros por supuesto – contesto con prepotencia y seguridad.

– ¿Ustedes? – hizo cara de asco, bajando un poco sus lentes.

– ¡Claro! ¿Con quién más? – pregunto. – Estas solo, nosotros también y que mejor que juntar a los solteros y sexys.

– Para empezar, ¿Ustedes, sexys? – resoplo. – Es bueno tener seguridad, en serio, por algo están solteros y segundo... ¿Yo, soltero?

– Estas solo aquí ¿Quién dejaría a alguien tan sexy solo? – siguieron, cansando a Dan.

– Además, si estás soltero, desde que llegaste te vimos solo con tu perro – gruño por lo bajo León, el hombre se alejó un poco del can.

– Es verdad, bájate de esa nube – ¿Le dijo presumido? Pues sí, era presumido ¿Y qué? – Y ven con nosotros, estás solo y...

– ¿Quién está solo? – Neo apareció de repente asustando a uno de ellos. Los tipos viendo a Neo, alto y grande, su piel blanca y mojada, su cabellera mojada y peinada hacia atrás y su mirada penetrante y dura, esa mirada sexy que tenía el demonio que hacia mojar los boxers de Dan.

– Que te importa – contesto. – ¿No ves que estamos ocupados?

– ¿Estás ocupado, cariño? – le dio su mano a Dan, él la tomo y ayudándolo a levantarse.