2. Sonidos reveladores

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Era el...

Lo ví entrar por la puerta principal dirigirse a dónde se busca la comida, volteo a ver a Denisse ella está embelesada como medio comedor.

Yo chasqueo los dedos para traer de vuelta a la realidad a Denisse, ella pestañea varias veces y me dice:

-En que estábamos?

- En la parte en dónde no te quedas embelesada por un chico.

Se rie, nunca la había visto reír se le marcan los hoyuelos en los cachetes, sigue riendo y habla:

- Bueno disculpa, oye no sé si te había dicho pero hoy habrá una fiesta en la terraza del psiquiátrico. Te animas?

- No se, tal vez si.

- Así conoces más personas y te presento unos amigos

- Habrá comida? Porque si no hay no cuentes que iré.

-Sii tonta si habrá y también habrán chicos lindos.

-No voy a ir para ligar, voy la por comida y por ti.

- Si claro.

Noto a Denisse un poco nerviosa, me ve y hace señas con los ojos. Veo que el se dirigía hacia nuestra mesa, vuelvo a ver Denisse, ella está sonrojada, llega por fin a la mesa y logro detallarlo mejor.

Era alto como de 1.90, blanco cuerpo atlético, ojos azules intenso que con solo verlos te perdias en un océano infinito, era pelinegro con cejas gruesas, labios carnosos y rojizos con un poco de pecas y rubor debajo de sus ojos.

Definitivamente era un puto Dios griego, su voz ronca y sensual me saco de lo embelesada que estaba con su belleza.

El habló:

- Puedo tomar asiento con ustedes.

Denisse me ve y habla:

- Si claro, no te molesta cierto?

- Por que me molestaría?

Miro a Denisse con ojos de pocos amigos...

El sonido de mi teléfono retumbó por todo el comedor notando que era la alarma de la cita con la Dra Millers, se me había olvidado terminé mi desayuno lo antes posible, me fui de mesa sin decir nada.

Al llegar allá, tocó la puerta y dicen desde adentro:

- Adelante.

Entro a la habitación, veo a la Dra. Millers ella era esas mujeres que tenían cierta edad pero no lo aparentaban, tenía el cabello corto color marrón ojos claros era como de mi estatura.

Ella me señala que tome asiento, se levanta de su escritorio y se dirige hacia mi con una carpeta, entregandomela.

Era un informe del asesinato de mis padres, lo leo y se lo entrego.

- ¿Hailey, crees que estás lista para esto?

Sabía a lo que se refería, no había hablado de ese día no estaba lista, sentía las mejillas caliente la vista empezó a nublarse por los recuerdos, ya casi estaba hiperventilando así que respire hondo y hable:

- Si Dra creo que debo tratar de asimilar para poder recordar lo que paso esa noche, no sé cómo pero debo intentarlo.

Ella habló:

- Creo que se cómo podemos tratar de que recuerde algo Hailey, ven sígueme.

Ella se dirige a una puerta cerca de su escritorio, entro con ella, era una especie de sala pequeña pero cómoda tomo asiento en un cama sofá y ella en un sofá, me pongo cómoda olía a incienso de canela me sentía cómoda y segura:

Hailey: La verdad tras la oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora