Han Jisung entra en el concepto de omega perfecto, siempre lo ha sido o, al menos, es lo que siempre creció escuchando. Su cuerpo volviéndose en el deseo de todo alfa pues al estar tan bien proporcionado es imposible no querer arremeter contra él, a...
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Las horas se le habían hecho eternas, ni siquiera sabe en qué minuto Jisoo junto a Beomgyu y Taehyun lo sacaron de la oficina para llevarlo a la casa de la mayor. El teléfono no dejaba de soñar pero ninguna llamada era de Minho, su lobo estaba inquieto y empezaba a sentirse ansioso ¿Por qué el alfa no le dejó hablar cuando lo llamó? Porque sí, luego de escuchar la voz del pecoso junto a la de su amigo le había marcado pero este solo dijo un frío y rápido Llegué con Bang, prometo ir por ti para luego cortar.
Y no llegó, ni un poco antes, ni durante, ni pasada la hora de salida. Minho no aparecía.
—Ten.
Vio las manos de la alfa frente a él, una taza de un color rosa pastel con diseño de gato se extendía hacía su rostro, negó en silencio mientras volvía a mirar a la pantalla apagada del televisor.
—Te ayudará a calmarte...—susurró la mayor.
—Estoy bien —musitó.
—No, no lo estás —recibió un quejido molesto de respuesta—. Por favor Sung, tómalo.
A regañadientes y liberando pequeños barboteos de molestia aceptó la bebida, suspirando en alivio cuando el líquido caliente bañó su garganta y llenó su estómago, después de todo no había comido.
—Deberías llamar a Félix, puede ser que esté arreglando las cosas con su pareja y Minho esté con ellos —murmuró suave la mayor.
—¿Entonces por qué no le entran las llamadas a hyung? —arqueó una de sus cejas—. Sí es lo que dices debería entrarle las llamadas ¿no crees?
—Jisung...
—No esta bien nuna —musitó—. Mi lobo está muy alterado y no puedo desconfiar de Bang...—la alfa notó las lágrimas aglomerándose en los ojos del menor—. Es la pareja del hermano y además, su voz sonaba muy desesperada, como si de verdad temiera por Félix...—apretó la taza entre sus manos—. Tengo m–miedo que haya sido una trampa...
—¿Bang hacía negocios sucios? —negó, Jisoo notó el cambio en su aroma—. ¿Quién pondría una trampa para Minho? —dijo con un poco de burla—. Es un buen chico ¿no es así? —Jisung le miró por unos segundos—. ¿No es así?
—Lo es —dijo firme—. Hyung si es un buen chico...—sollozó.
El lobo de la mayor le incitó a liberar su aroma, quería calmar al pequeño manojo de nervios que tenia a su lado, tomándolo por los hombros lo jaló y apegó a ella.
—Ves...—susurró—. No hay nadie que quiera hacerle daño a Minho, Sung —alentó.
No directamente, quizá él no era su real objetivo, quizá... Soy yo, pensó.
