Han Jisung entra en el concepto de omega perfecto, siempre lo ha sido o, al menos, es lo que siempre creció escuchando. Su cuerpo volviéndose en el deseo de todo alfa pues al estar tan bien proporcionado es imposible no querer arremeter contra él, a...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hyunjin realmente lo dudó, miró hacia la puerta de aquel apartamento en silencio por unos largos minutos, había intentado moverse para tocarla pero no ocurría nada. Jeongin cambio la cerradura sin avisarle.
Se tensó al escuchar que esta se empezaba a abrir ¿Había tocado? Dejó de respirar cuando está fue abierta, esperaba aquel aroma que logró enloquecer a su lobo nuevamente, sin embargo, se topó con una esencia desconocida y que hizo a su lobo gruñir ¿Quién mierda era ese alfa?
—Oh...—el chico alto pestañeó confundido al ver a Hyunjin—. Hola —sonrió—. Creo que me iba en buen momento.
Hwang iba a responderle pero los pasos que se escucharon de fondo y aquella voz que reconocería en cualquier lugar le hizo mirar por encima del hombro ajeno aunque quizá se colocó un poco sobre sus puntas, pues el chico era más alto que él, sonrió cuando vio al omega pero el lobo gimoteó al no captar su aroma.
—Yeonjun, se te estaba quedando...—enmudeció cuando llegó a la puerta y el aroma del alfa le golpeó—. Ten —miró a su amigo—. Espero verte pronto —barboteó.
El más alto enarcó una de sus cejas pero asintió, la tensión entre ambos chicos era más que palpable.
—Vendré siempre que pueda Innie —besó su mejilla con delicadeza.
Hyunjin se mordió la lengua para evitar gruñir ante aquel acto que observó pero al ver la sonrisa socarrona en el otro alfa y como el menor arrugaba su nariz entendió que su aroma le había delatado. Se quedaron en un largo silencio cuando Yeonjun se fue, Jeongin intentó cerrar la puerta varías veces pero el alfa no se lo permitía.
Miró la bolsa de comida que el mayor traía en sus manos y suspiró, parecía que este no había entendido que realmente no quería verlo más ¿Tan difícil era entender que había roto cualquier lazo con él?
—¿Qué desea hyung? —su voz fue calma pero firme.
Le vio alzar la comida hasta su rostro y una sonrisa tímida surcar aquellos labios pomposos que antes sentía la necesidad de besar.
—Traje la comida —barboteó.
—Ya comí —respondió tajante—. Sí eso es todo...—el intento de cerrar la puerta volvió a verse frustrado—. ¿Necesita algo más?
—Jeongin...—suplicó.
Los ojos del alfa le miraban con tristeza, su lobo gimoteó bajo pero prefirió ignorarlo, él había sido claro y pensó que con el cambio de cerradura le había hecho entender que todo era en serio.
