𝗢𝗨𝗧𝗥𝗢

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La risa de Jungwon se escuchaba por toda la casa

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La risa de Jungwon se escuchaba por toda la casa.

—¡Lee Jungwon ve para acá!

El pequeño de ya tres años soltó una risa antes de volver a correr, se lanzó a los brazos de su padre alfa que ingresaba a la casa, haciendo que suelte todo lo que traía en mano para poder atraparlo a tiempo.

—¿Ahora qué hiciste? —suspiró.

—Nada —respondió—. Ama no —negó.

Minho captó el aroma de su omega, se sentía espeso y ligeramente amargo.

—¡Tu papá Min no te salvara de esta! —dijo molesto cuando estuvo de frente—. Lee Jungwon, mírame cuando te hablo —frunció el ceño.

El cachorro hizo un puchero y bajo su mirada, sus mejillas inflándose mientras que sus ojos, ahora de un tono lila debido al Síndrome de Alejandría*, se llenaban de lágrimas.

—Le pregunté qué hizo y dijo que nada —miró a su omega.

Su lobo se removió eufórico al notar como vestía, las piernas acaneladas dejándose ver debido al camisón que cargaba además que aquel cachorrito en su interior se empezaba a notar cada vez más.

—¿Nada? —bufó, miró a su alfa y sus mejillas ardieron al ver como le miraba—. ¡Minho concéntrate!

El alfa rio.

—No puedo si estás así —señaló.

El capuchino y miel dejaron de amargos, volviéndose un poco más empalagoso de lo normal e incluso la esencia a leche acentuándose.

—¡Basta! —cubrió su rostro avergonzado.

Se acercó despacio a su omega y besó los labios que descubrió con cuidado al tener aún a su cachorro en brazos.

—Jamás —rio—. ¿Ya te he dicho lo bien que te ves cargando a mis cachorros?

El carmín volvió a teñir sus mejillas, Minho rio fuerte cuando sintió al menor empujarlo incluso Jungwon soltó una risilla.

—¿Tú de qué te ríes? —Jisung hincó la panza del cachorro—. Dile a papá que hiciste —frunció el ceño.

Sus mejillas seguían acaloradas y el alfa podía notar por el lazo que seguía alterado debido a sus palabras, sin embargo, se centró en su cachorro.

—Cuéntame Wonnie...

El cachorro hizo un puchero pero asintió.

—Ama taba...—se quedo en silencio un rato—. Ama uscaba dopa y yo...—empezó a jugar con el dobladillo de su ropa—. Peyon.

Minho miró a su omega, quien solo soltó un suspiro y negó, siempre le daban la libertad de explicarle él solo pero debido a su corta habilidad para formar oraciones largas era difícil que lo haga. No es que Jungwon no supiera hablar, solo le costaba un poco más.

𝗦𝗨𝗕𝗠𝗜𝗦𝗦𝗜𝗩𝗘 - 𝗠𝗜𝗡𝗦𝗨𝗡𝗚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora