Han Jisung entra en el concepto de omega perfecto, siempre lo ha sido o, al menos, es lo que siempre creció escuchando. Su cuerpo volviéndose en el deseo de todo alfa pues al estar tan bien proporcionado es imposible no querer arremeter contra él, a...
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No pudo evitar la sonrisa que se formó en sus labios cuando vio a ambos hermanos abrazarse con tanta fuerza, Félix tenía unas pequeñas lágrimas cubriéndole las mejillas mientras que Minho acariciaba sus cabellos azabaches con delicadeza, como si este fuese de cristal y pudiera romperse.
—¿Cómo estás? —le pregunto en voz baja—. ¿Has estado cómodo?
—Al ver mi estado me han dejado dormir en una camilla extra al lado de él, no es como una cama pero es pasable —respondió en el mismo tono—. Chan ha ido hablando poco a poco —sonrió—. Los médicos temían qué haya algún daño por el impacto, ya sabes, él recibió el mayor golpe, sin embargo, es todo favorable —sus ojos se posaron sobre el peliazul estirando su mano para que esté la tome—. Dicen que luchó para quedarse con nosotros, que no habría otra razón —rio bajo.
Jisung apretó la mano ajena, regalándole una sonrisa tímida y cargada de culpa que solo el alfa pudo divisar.
—¿Quieren pasar?
—¿Podemos? —preguntó Minho.
—Ahora están revisándolo los médicos después de eso —habló mientras se separaba—. ¿Cuándo te quitan esto? —dijo tocando la fibra de vidrio que cubría el brazo de su hermano.
—No lo sé —encogió los hombros.
La mirada de ambos hermanos cayó sobre el de mejillas abultadas, rodó los ojos y suspiró.
—Una semana más Minho.
—Ya, una semana...—los ojos del mayor se abrieron y volteó a ver nuevamente al omega—. ¡¿Una semana más?! —se quejó.
—Sí, una semana más joven Lee —respondió una voz ajena tras él.
Ambos menores sonrieron divertidos por el sonrojo en las mejillas del alfa ante la voz de la doctora que llevaba su caso, esta les regaló una sonrisa amistosa para salir de ahí, llamando a una enfermera y dándole indicaciones que eran para Chan.
—Ya pueden pasar —la enfermera sonrió—. Una hora de visita, con permiso.
Félix ingresó con una sonrisa, la cual se ensanchó más al poder sentir el aroma del alfa sobre el de la medicación que le daban, Chan abrió sus ojos cuando sintió su mano ser tomada con delicadeza, movió la cabeza ligeramente como saludo hacia Minho las miró con duda al omega que venía junto a él.
