Han Jisung entra en el concepto de omega perfecto, siempre lo ha sido o, al menos, es lo que siempre creció escuchando. Su cuerpo volviéndose en el deseo de todo alfa pues al estar tan bien proporcionado es imposible no querer arremeter contra él, a...
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De aquella noche ya tres meses habían transcurrido, la pancita que era casi inexistente antes ahora se dejaba ver sin dificultad incluso ya podía sentir ciertas patadas por parte del bebé en su interior.
Volver a trabajar había sido un dolor de cabeza para ambos, tenían papeleo atrasado por las faltas en los cuales debían ponerse al día más realmente eso no era lo que les molestaba sino las miradas indiscretas y cuchicheos que oían a sus espaldas. Para Jisung, volver al lugar donde había conocido a Jisoo y más aún teniendo su puesto frente a él fue un gran impacto, en este aún se sentía un poco del aroma de la alfa y le había provocado pesadillas durante una semana.
Ahora qué las aguas se habían calmado, pues Jisung se cambió a otro cubículo y, aunque las miradas y cuchicheos seguían, podía respirar tranquilo. Dejaba delicados roces sobre su vientre mientras leía los documentos que el jefe le hizo llegar para que los revise distrayéndose cuando su teléfono vibró y notó la notificación en el grupo que habían creado con los demás.
Twin Mis pequeños están sanos Chan dice que es gracias a sus genes ¿Quién le dice que no es así?
Soltó una risilla ante eso, aún recuerda cuando Minho despertó en medio de la madrugada por una llamada desesperada por parte de Chan diciéndole que los mellizos venían y que Félix amenazaba con matarlo después de ello y, aunque admite que se asustó porque aún no era tiempo según sus cálculos, Minho terminó explicándole que en casos de un embarazo múltiple era normal.
Sonrió cuando vio la foto de los cachorritos que Félix envió, la pequeña Chaewon cargaba un monito azul mientras que el dulce Jake dormía con una de sus manitas cerca de su boca, acarició con dulzura su vientre y se vio envuelto en emociones diferentes cuando se imagino a su retoño entre sus brazos.
—¿Todo bien?
Dio un respingo ante la voz tras él haciendo que deje su celular y las caricias paren, volteó para ver a su amigo con el ceño fruncido cuando reconoció el aroma.
—Te detesto —barboteó.
—También te quiero mucho hyung —habló Beomgyu—. ¿Veías fotos de los bebés de Félix hyung?
—Sí, mandó unas fotos mientras nos decía que están sanos —rio—. Solo me emocione en pensar que dentro de unos meses estaré igual.
Beomgyu sonrió enternecido por la dulzura que la mirada del mayor reflejaba.
—Puedo decir que no hay nada más lindo que tener a tu pequeño en brazos —dijo con nostalgia—. Luego aprenden a caminar y destruir cosas —bufó—. Ahí entiendes que no será fácil —rio.
