𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟰𝟭

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Abrió los ojos de golpe, tenia pequeñas gotas de sudor cayendo por su frente y la respiración completamente errática hacía doler su pecho, sintió sus ojos picar cuando se sintió vacío, al otro lado de la cama no había nadie y no lograba captar la ...

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Abrió los ojos de golpe, tenia pequeñas gotas de sudor cayendo por su frente y la respiración completamente errática hacía doler su pecho, sintió sus ojos picar cuando se sintió vacío, al otro lado de la cama no había nadie y no lograba captar la esencia de quien juro no irse en el aire. La puerta de la habitación se abrió de golpe, trastabilló debido al enredo de sus pies con la tela que le cubría, suspiró cuando el aroma conocido ingresó por su nariz y la hizo picar, unas cuantas lágrimas traicioneras abandonaron sus ojos haciendo que el mayor le abrace con más fuerza, el petricor sintiéndose sobre el pino y causando un efecto narcotico en él.

—¿Por qué llorabas amor? —susurró—. Tu aroma llegó hasta mi, la dulzura del capuchino y miel siendo indescifrable en esa mezcla amarga...—un pequeño sollozo es lo que obtuvo como respuesta—. Solo había ido a calentar algo de comer, es media noche pero no dejaré que duermas sin algo en el estómago —acaricio suavemente la espalda del menor—. Jisung, no voy a dejarte nunca.

El omega se apartó de sus abrazos, los ojos grises conectando con los contrarios, Minho sonrió con dulzura porque, a pesar de que este lloraba, se veía muy lindo.

—¿No te irás? —susurró.

La sonrisa en los labios del alfa se hizo más grande haciendo al lobo del omega dar pequeños brincos de alegría en su lugar al ver que este empezaba a negar y volvía a acercarlo a su cuerpo.

—Jamás Han–ah —rozó la punta de su nariz con la del omega—. ¿Vamos a comer?

—No tengo hambre —arrugó su nariz.

—Pero debes comer algo Jisung —frunció levemente el ceño mientras acariciaba su mejilla—. ¿Comiste algo antes de venir?

—No...—murmuró—. ¡En mi defensa...! —exclamó antes de que el mayor dijera algo más—. No he tenido mucho apetito y si veía comida simplemente se me hacía un hueco muy grande en el estómago —farfulló.

—Es extraño —habló el mayor.

—Es por la ansiedad hyung —aseguró mientras tomaba las manos de este—. Estuve dándole muchas vueltas a esto, tenia miedo de cómo ibas a reaccionar y sinceramente, no quería perderte —sus ojos volvieron a cristalizarse un poco—. No quiero perderte.

Minho beso con delicadeza los labios ajenos, suspirando cuando se separaron.

—Sé que la ansiedad es algo que no controlas y decirte que no pienses en eso, simplemente, no funcionará —acarició sus mejillas—. Pero aquí estoy, aquí estaré...—aseguró—. ¿Está bien?

Jisung asintió levemente mientras volvía a tomar lugar entre los brazos ajenos, escondió el rostro en la curvatura del cuello ajeno, sintiendo a su lobo ronronear al estar tan cerca de la fuente de olor del alfa.

𝗦𝗨𝗕𝗠𝗜𝗦𝗦𝗜𝗩𝗘 - 𝗠𝗜𝗡𝗦𝗨𝗡𝗚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora