Capítulo 38:

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Marian:

Hoy el día de una manera maravilloso, el amor de mi vida al fin decidió que contraerá mostrar una unión que nos representará con no sólo ''es mi hombre o mi mujer'' si no con una alianza representando lo mucho que me ama.

Mis pequeñas están intranquilas o bueno al menos Emily, aunque no se porqué, pero mi propia hija me da muy mala espina. Pues mientras que Anna es dulce y muy tranquila, Emily es todo lo contrario en todo aspecto, excepto el físico, ya que son exactamente iguales a pesar de la diferencia en la coloración y forma de sus ojos.

Mientras,puedo sentir gritos, gritos de un bebé. ..Darius!mi pequeño sobrino, son sus lloriqueos los que oigo sin parar. Decido asomarme de manera veloz al balcón y allí es cuando le veo...Rebecca maldita pelirroja.

-Stefan no te separes de las niñas vuelvo enseguida-
Él asintió y sin pensarlo dos veces salté del balcón hasta el suelo del jardín para luego seguirla y ponerle fin .

Mientras sigo a Rebecca puedo ver al voltearme que mi hermana está haciendo lo mismo que yo persiguiendo a esa mal nacida que se habíarobado a mi sobrino.
Corremos hasta que al fin logramos acorralarla

-Vaya pero si las dos hermanitas a las que más odio están conspirando juntas para fastidiarme mis creativos planes ,vaya guarrada de ustedes.

-Lo que debes hacer es devolverme a
mi hijo antes de que arranque tu cabeza y haga una trapera con tu cabello.- dijo mi hermana claramente aguantando ya que esa loca tiene al pequeño.

- ¡Ay! tan agresiva te has vuelto, con razón Christian te echó del castillo, pues tus actos egoístas por tu hijo te hicieron perder poco a poco a tu marido.- dijo burlona.

Oh no, esto va de mal en peor,  puedo ver como las manos de mi hermana comienzan a irradear una luz azul que al parecer es electricidad, pues debe ser uno de sus poderes.
En cuanto a mí aún no los he descubierto pero debo ver de qué manera tomar aún Darius sin lastimarle.

- ¡Suelta mi hijo! -  en cuestión de segundos puedo ver como mi hermana se abalanza sobre Rebecca y en un acto de pánico, miro con gran odio a Rebeca y puedo comprobar lo que me imaginé, se está retorciendo bajo mi mirada e instantáneamente mi hermana atrapa a Darius de entre sus brazos.

La mata rojiza me observa y me mira directamente a los ojos mientras se remueve en el piso y es allí cuando veo como el tiempo se detiene para mí y de repente ocurre esa horrible situación en la que no puedo controlarme a mí misma.

-¡Corre! -es lo único que consigo decir antes de perder lo único de control mental que queda.

El viento sopla y siento todo tan monótono, tan lento es como si estuviese drogada, pues se siente bien y a su vez mal. Aunque no quiero, no puedo rendirme, necesito matar a esta desgraciads o seguirá convirtiendo nuestras vidas en un suplicio.Lucho, lucho con toda mi fuerza de voluntad para tratar de sacarla de mi mente aunque es en vano, es demasiado fuerte.

- ¡Marian! -siento las voz de Stefan a través de un suave viento.

- ¡MARIAN REACCIONA!- escucho gritos pero muy lejos.

No puedo rendirme tan fácil, intento salir de mi estado y miro con el mayor odio del mundo a ese inmenso matorral de caballos rebeldes color mandarina y vino. Aunque me duele demasiado la cabeza como para hacer esto, pero debo proteger a los niños de esta manera o no habrá opción si vuelve a suceder algo parecido.
Con la vista enturbiada logro ver cómo ese monstruo con cuerpo de chica se retuerce y me mira con ojos rojos como la sangre.

-¡Maldita perra!-sigo observando de manera borrosa pero por esa voz claramente sé que es mi hermana la otra sombra que ocupa mi oscuro campo de visión.

Ha llegado a una velocidad inhumana y mientras yo intentaba causarle dolor a Rebeca, ella está con sus manos  eléctricas intentando arrancarle la cabeza...¡Wow! lo logra y no sé con qué enciende una llama de fuego y lanza esa mata de cabello hasta hacer chispas  las cuales parecen fuegos artificiales.
Hasta que no sé como pero se cierran mis ojos y me desmayo.
Estoy demasiado débil y necesito algo para alimentarme.... Estoy demasiado débil y necesito lo que nunca imaginé, sangre.

Me despierto de una maldita vez y no sé cómo pero mi visión es tan turbio como si realmente me hubiese drogado y para peor necesito la sangre .

- ¿Marian estás ...bien? puedo sentir la voz de Stefan pero es tan turbia la visión que no distingo donde rayos esta .

De repente siento como me depositan algo a la boca y comienzo a chuparlo sin parar sabe bien ,no, sabe como la vida misma.

Ya observo todo con claridad y para mejor puedo observar a mi querido hombre a mi lado.

-¿Ya te encuentras mejor?- preguntó preocupado.

-Si ¿por qué?- respondí incorporándome.

-Bueno es obvio que llevas días sin comer ni beber tan siquiera una gota de leche. - dijo bromeando - Pero en serio.... Nunca vuelvas a hacer eso, ¿ok? Pensé que no te recuperarías y sabes bien que no puedo perderte. - dijo con voz suave y me besó la frente.

Inmortal love (Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora