Capítulo 13: Conociendo el pasado

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Marian

- Ahora dime... Sigo con mi déficit sexual o tú no sirves cómo doctora.- Bromeó con una deslumbrante sonrisa en la cara.

Dios...este chico volvería loca a cualquier mujer, no me extraña que el demonio pelirrojo tuviera instintos suicidas obsesivos conmigo.Aún estoy dolorida, en serio me demostró que lo que tiene en la entrepierna sigue bien vivo, demasiado. Sin embargo, sigo molesta con él, cree que después de que me trató con frialdad volveré a sus brazos como si nada.

- Por favor perdóname, no quería herirte. Sólo pensé que si me apartaba de tí te protegería, esa no ne me descontrole aunque no lo notaste, si seguía haci iba a terminar mirdiendote y eso no acabaría bien-

- ¿Acaso no te das cuenta? Acqbamos de jueguetear y se ha sentido asombroso, no pude evitar pensar en que había echo mal esa noche-corto mis palabras con un profundo beso.

- Preciosa... No fue culpa tuya, fui yo el que cometió el error y esa noche fue la mejor que he tenido durante todos los años de mi existencia.

Vas a morir por tomar al hombre equivocado

- No pienses en Rebecca, no te lastimará, primero acabo con ella-

- ¿Por qué me quería hacer daño? - levanté la cabeza de su pecho para mirar los mares grises que son sus ojos.

- No tengo ni idea - respondió Stefan con semblante serio.

- Me dijo...

- Ya sé lo que te dijo - me interrumpió con el ceño fruncido - y tampoco lo entiendo, creía que estaba muerta, Christian la mató... Cuando yo llegué era demasiado tarde...

- ¿Qué... qué quieres decir con que Christian la mató? -Ahora estoy más confundida que antes y tengo comezón en las manos de la curiosidad.

- Cosas del pasado, olvídalo - respondió poniendo su mano en mi hombro para que volviera a apoyar la cabeza sobre su pecho.

- No, no lo olvidaré... Esa loca casi me mata y si el psicópata de tu hermano tiene que ver algo con ella tienes que decírmelo... Por lo que he visto hasta ahora, tu hermano está demente y no me sorprendería que fuera un asesino serial que va matando chicas pelirrojas, pero si está tan implicado en este grave asunto, que no se te olvide que esa cabra loca tiene que ver directamente con mi hermana,recuerda que su obsesión con ella es preocupante y no quiero que salga lastimada.Así que habla - dije con bastante seguridad en mí misma, observando su expresión de sorpresa.

- Puedes ser muy elocuente y obstinada cuando quieres. Está bien te contaré, pero te advierto que la historia no es nada agradable - dijo incorporándose en la cama y yo me senté junto a él.

Logré salirme con la mía, me lo va a contar...

- No te emociones - dijo con voz áspera sacándome de mi estado triunfal.

- Eres único arruinando momentos de felicidad victoriosa ¿sabías?

- Bueno venga, ¿quieres que te cuente o no? Mira que me arrepiento.

- No no no - me apresuré a decir.

- Bueno - suspiró y comenzó - todo se remonta a cuando mi hermano y yo éramos dos jóvenes príncipes extrovertidos y con ganas de conocer y ver las cosas maravillosas del mundo, mi hermano más que yo...ya sabes...la locura de la juventud. Un día, me propuso una excursión por el pueblo. Nuestra madre, que siempre nos apoyaba en todas nuestras descabelladas aventuras, esa vez se negó a darnos permiso. Cuando le preguntamos el porqué nos contó que por el pueblo andaba un asesino que no se sabía si era hombre o mujer, y que no tenía piedad con nadie, así fueran doncellas, ancianos, mozos... ni siquiera temía a personas de la realeza. Yo desistí de la idea, pero mi hermano... Christian siempre fue mucho más alocado que yo, no paraba de decirme que estaba muy tenso y que tenía que relajarme, éramos muy diferentes, aún lo somos... Bueno la cuestión fue que logró convencerme y al anochecer nos vestimos de mozos normales y nos escapamos del castillo. Anduvimos por el pueblo durante horas, Christian coqueteaba y se escapaba con jovencitas, diciéndome que lo esperara en el lugar donde me dejaba para irse detrás de muchachas y al poco rato volvía despeinado y con los ojos brillantes, minutos después aparecían las chicas y le dedicaban sonrisas de satisfacción. Seguimos así durante horas, debo admitir que yo también me escapé con unas cuántas doncellas, pero mi hermano tenía más fama de casanova que yo. En fin,cuando íbamos de camino al castillo por el bosque, nos encontramos a una chica totalmente hermosa, iba despeinada y su ropa estaba rasgada. Era de noche pero pude ver la desesperación en sus ojos... Nos pidió ayuda, dijo que querían abusar de ella, pero era extraño, miraba a mi hermano de una forma demasiado lasciva para alguien que acababa de sufrir un intento de abuso sexual. Christian y yo nos disponíamos a entrar entre los matorrales que bordeaban el camino para luchar y descubrir a quien le había causado ese susto a la pobre señorita, pero tomó la mano de Christian y le pidió que no la dejará ahí desprotegida y yo fui solo...

- La chica era Rebecca,¿no es cierto?
Mi príncipe de las tinieblas asintió y continuó la historia.

- No sé que pasó, pero cuando volví, Christian estaba en el piso,pálido y ella le daba a beber de un corte en su muñeca, mi primera reacción fue abalanzarme sobre ella, la sorpresa acudió a sus ojos y ví que tenía la boca manchada de sangre, entonces me enseñó sus colmillos. Le pegué un puñetazo y en ese instante algo me lanzó por los aires y choqué contra un árbol quedando semiinconsciente, alguien se paró delante de mí, por mis ojos entrecerrados pude ver que era Christian que me alzó de nuevo por las solapas de mi camisa y aunque tenía su físico, sus ojos eran diferentes, en vez de ser azul grisáceo eran rojo rubí y me miraban como mirarían a un desconocido. Tenemos que matarlo, dijo la chica, vió lo que soy y también lo que te hice... En ese momento la expresión de mi hermano pasó de ser la de un monstruo asesino a ser la de Christian, el chico con el que compartía aventuras, mi alocado hermano mayor. No, se negó, conviértelo a él también, no hablará. Por ello ahora soy lo que soy...

- ¡¡Vaya!! - parece una leyenda urbana - pero eso sólo responde a la mitad de mi pregunta. Aún no me has dicho por qué Christian la mató, supuestamente, y sobre todo por qué ella desea mi muerte.

- Respondiendo a eso: Christian la mató porque ella se descontroló... era insaciable, con cada víctima su sed aumentaba y si la descubrían a nosotros también. Respecto a la segunda cuestión... No sé nada, ella tenía una obsesión malsana con Christian, aunque él nunca la amó, sólo la utilizaba cómo un juguete sexual...a diferencia de mí...
¿Qué?

- ¿Qué quieres decir con a diferencia de mí? ¿Tú... la amabas? - Por favor que su respuesta sea negativa, él no puede haber amado a un monstruo... ¿Y si aún la quiere?Sería más de lo que puedo soportar.

- Sí la amé, la quise muchísimo - me dijo impasible, sin mostrar ninguna emoción a través de su rostro - por ello cuando la encontré muerta le di un poco de mi sangre con la esperanza de salvarla, pero era demasiado tarde, o eso creía. Porque está viva. - dijo y miró su regazo.

- ¿La sigues amando? - mi poca cordura restante después de esta pesadilla interminable depende de la respuesta de esa pregunta.

- No - respondió con rotundidad y dejé escapar el aire que no sabía que estaba deteniendo.

- Gracias al cielo - murmuré sin darme cuenta.

- ¿Qué dijiste? - preguntó con gesto inquisitivo.

- Ahm...que...tengo sueño, si eso - finjo un bostezo - estoy muy cansada ha sido un día muy largo y con demasiada información. Necesito dormir... Si vamos a dormir - me acurruco en su regazo y cierro los ojos hasta que por fin el cansancio y la presión de las últimas horas me vence y sueño con una nata de cabello rojizo anaranjado, ojos azul grisáceo y sobretodo con ojos ,esos ojos pasan de ser de grises a rojos.

Inmortal love (Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora