Capítulo 34:

0 0 0
                                    

Marian:

Que podría decir, despues de horas postrada en una cama sin poder moverme ,sintiendo cada uno de mis organos recomponerse, me siento sumamente bien. Aunque irritantes voces parloteando a mi alrededor no son una amena compañia. No puedo moverme lo cual es sumamente molesto,  ¿Acaso estoy muerta?, no lo creo aunque debe haber una razón para estar en este estado de letardo.

- Hermana - puedo sentir un sollozo de Elizabeth, oh rayos estoy aquí aunque no puedo mover mi maldito cuerpo ¿qué me ocurre?

- Mi querida Marian - Espera ¿qué es esto? ¿un velorio? porque puedo sentir sollozos y sonido de pequeñas lágrimas dispersándose por diferentes mejillas.

Necesito abrir los ojos quiero ver qué pasa a mi alrededor, quiero ver a esas pequeñuelas con las cuales Stefan se encanto al verlas nacer.

He abierto finalmente los ojos y todo está oscuro aunque puedo sentir el ligero aroma de madera húmeda a mi alrededor.

- ¡Déjenme salir! - grito antes de romper por instinto natural la caja en la que me encontraba.

Ni yo misma me lo podía creer, acababa de romprer un mi ataúd.
Stefan y Christian lo llevaban en los hombros, mi hermana estaba justo al lado llorando. En serio creían que estaba muerta es increíble.

- Marian estás...viva - Dijo Stefan derramando una cascada de sentimientos de esos ojos que son como puertas al cielo.

- Hermana ...puedo... pensé que te había perdido, es bueno que estés bien ...pensé que habías muerto, demoraste mucho en despertar, ya han pasado tres semanas- Este momento me recuerda al día de la muerte de mis padres, Elizabeth me abrazó justamente como lo hace ahora mostrándome esos sentimientos maravillosos que salen de ese corazoncito duro de roer.

- Estoy bien no te preocupes - dije con voz suave.

- Mi dulce amada ¿acaso no merezco una muestra de tu dulce calidez en mi regazo por unos segundos? - Stefan el amor de mi vida, ¿acaso quiere que muera con esas palabras tan bellas que a cada rato me dice?

- Claro amor mio - Le salté al regazo y besé esos deliciosos labios con los que quedé encantada desde la primera  vez que le ví.

Nuestras bocas no deseaban separase pero nuestros hermanos están en frente y siento un poco de vergüenza.

-Vaya mi cuñadita favorita no me decepcionó, aunque me hubiera gustado sepultar esta caja -dijo Christian en forma de broma.

Le lancé una mirada diabólica por la cual él no paró de reír.

- Quiero ver a mis niñas - de un momento a otro cuando agarre de la mano a Stefan para ir a la casa noté como Stefan se quejó parece que le agarré muy fuerte.

O cierto soy una vampira ya no soy humana.Todo ha cambiado en mi interior.

Llegué a la habitación y pude ver a dos pequeñas hermosas musas en forma de bebé tendidas en cunas individuales viviendo aventura en sus diminutos sueños.

- Son hermosas - dije al ver las maravillosas creaciones que crecieron en mi interior durante varios meses que pasaron como segundos.

- Como tú - Mi Romeo puso su mano en mi cintura pegando su gran pene en estado de erección contra mi trasero.

A pesar de la ropa es como si sintiera su sexo expuesto palpitando entre mis nalgas y lo peor de todo es que necesito que me haga suya ahora aunque no quiero despertar a las niñas con nuestros gemidos.

-No sabes cuánto... necesito estar... dentro de ...ti - Está besando mi cuello mientras dice sus palabras entrecortadas y le comprendo a mí me sucede lo mismo.

- Yo también lo necesito no sabes cuánto extraño que ..-

-¿Dígame mi hermosa dama o acaso son palabras obscenas las que aguardan en tu interior ?- En ese momento varias imágenes lascivas de Stefan clavándose en mi interior y haciéndome llegar al éxtasis comenzaron a salir de mi mente.

- Oye tienes una mente realmente perversa ¿acaso debo darte una lección por ser una niña tan mal pensada? - Tocó ligeramente mis pezones erectos reclamando de su atención.

- Claro y no sabes cuánto me gustaría que fuese ahora - Hice una pequeña pausa cuando comenzó a besar mis labios - Pero ahora no se puede - dije mirando a las niñas.

Stefan salió de la habitación con una nube negra encima, sé que me  desea y  tiene ganas de hacerme el amor porque el pobre tuvo que aguantar durante el tipo que estuve embarazada pero tiene que entender que ya no estamos solos.

De repente una de las niñas comenzó a llorar haciendo que la otra despertara.

Mientras tomo en brazos a la que está llorando sin parar y doy vueltas por toda la habitación, algo me parece raro pues la otra pequeña no lloró, simplemente se mantuvo tranquila en silencio.

- Hermana sabes que es de noche ¿no? - dijo Elizabeth entrando sorpresivamente en mi habitación.

-Sí por…- dije volteando a mirarla.

- Debes bajar al pequeño cuarto que hay en las zonas cerca del jardín debes comprobar algo...Ah! Y por las niñas no te preocupes ya me encargo yo - dijo señalando la cuna donde acababa de depositar delicadamente a la bebé que lloraba en la cuna, ya que se había quedado dormida.
Antes de bajar decidí darme un baño y luego me puse un ligero camisón de dormir para bajar. Es de un color perla y para mejor es muy fino. Tan fino que si se expone a una tenue luz se observaría todo mi cuerpo completamente desnudo.
En cuanto entre pude observar en ese pequeño pero hermoso cuarto la escena romántica que me esperaba alrededor.

- Hola preciosa.- dijo Stefan

- Stefan tu preparaste todo es..- no me dejó terminar y fue directo hacia mis labios.

Durante horas extrañé la placentera sensación que causa su lengua en mi boca. La manera en la que muerde mis labios y absorbe la delicada piel de mi cuello.

No puedo evitar gemir debido a lo  excitada que estoy y mi hombre no se queda nada atrás, puedo sentir la melodía de los gemidos roncos que le provoco al rasgar su camisa y dejarlo con el torso desnudo.

- Espera - me cargó y depositó en una gran cama - Ahora sí .Me arrodillé en frente de él, le quité el pantalón y agarré su gran pene entre mis manos.

 - Eres tan suave - le dije, acariciándolo todo a lo largo, maravillándome por cómo se sentía - Tan duro -Él cerró los ojos mientras lo tocaba y  observaba su rostro, disfrutando del juego de placer que lo atravesaba.

   Le comencé a frotar con firmeza la punta con el pulgar y él jadeó, entornando los ojos.

 -Haz eso de nuevo.- dijo con voz entrecortada

  Lo hice y él me acercó bruscamente para besarme larga y profundamente mientras yo continuaba la exploración, las manos de Stefan sobre las mías mostrándome cómo moverme, dónde demorarme, cuánta presión ejercer. Entonces él echó hacia atrás la cabeza y su respiración se volvió jadeante y dolorosa.

  -¿Esto está bien?- pregunté inocente.
 Él gimió como respuesta a mí pregunta la pregunta.

  -Está perfecto. No quiero que te detengas.- dijo después de un momento

  Yo no estaba interesada en detenerme. Me encantaba verlo disfrutar. Finalmente, Stefan me aparto con un movimiento brusco colocándose encima de mí.

  - No más. No antes de que esté dentro de tí de nuevo.

  Las palabras me hicieron sonrojar  lo cual hizo que él riera bajo y de manera adorable...

Inmortal love (Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora