Inmortal love (Completo)

Capítulo 39:

Elizabeth:

Mi hermana ya se ha recuperado y una de las mayores preocupaciones de mi vida ha desaparecido, aún no me logro creer que Rebecca esté muerta...aún cuando la maté con mis propias manos. Es un alivio saber que esa perra no nos seguirá fastidiando la vida, sin embargo, no estoy tan feliz como debería.

Ya ha pasado un poco de tiempo desde nuestra última discusión, generalmente a estas alturas, ya estuvieramos como si nada porque la necesidad de estar juntos es más fuerte que cualquier riña tonta...pero, no es así. Christian está cada vez más distante de mí y siento que ese espacio que no hace más que crecer entre nosotros me está matando lentamente. Sé que a veces digo cosas que no debo decir y esa estupidez que le solté la última vez que estuvimos en desacuerdo fue realmente difícil de digerir... Sin embargo, yo...no lo decía en serio. Nunca, jamás, ante pondría a Jasper por encima Christian, es simplemente absurdo y él debería saberlo, pero respecto a ese aspecto mi marido es demasiado inseguro.
Estaba haciendo mis cavilaciones sentada en el balcón cuando una pequeña cosita se acerca a mí y me jala del vestido.

- ¿Qué pasha mamá? - al mirar en dirección a la vocecilla, unos enormes ojos azules con betas grises se fijaron en mí con curiosidad.

La pregunta me hizo sonreír y lo tomé en brazos para sentarlo en mis piernas.

- Nada corazón. - dije besándole el cabello negro azabache.

- ¿Papá ya no te quiere? - dijo mirándome de nuevo.

Aunque lo dijo sin maldad, sus palabras me dolieron en el alma y sin pensarlo me planteé la posibilidad de que debido a mi metedura de pata, ya no le resultara tan atractiva a Christian y pensar en la sola posibilidad de que hubiera dejado de amarme me causaba tanto dolor que me costaba respirar. Me mordí el labio inferior y contuve las lágrimas que se agolpaban en mis ojos.

- Yo shi te quiero - dijo Darius con una sonrisa mientras trataba de rodearme con sus pequeños y rollizos brazos. - Te quiero mucho.

- Yo también mi vida... - dije haciendo todo lo posible por no llorar.
Entonces Darius se me bajó del regazo y se fue tan repentinamente como apareció. Ya sin ningún obstáculo, las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas y empecé a sollozar quedamente.

Cuando ya no me quedaron más lágrimas, me dirigí al baño, me desnudé y me sumergí en la enorme bañera de agua humeante esperando relajarme un poco pero fue en vano. Tenía que hacer algo, esa situación no podía seguir así, hasta Darius se había dado cuenta de que algo iba mal. Salí de la bañera y me envolví el cuerpo mojado en una toalla, decidida a poner fin a esta agotadora situación, porque desde luego...a mí me robaba todas las energías.

Al salir del baño mi convicción se fue cayendo pedazo a pedazo cuando ví a Christian recostado en la cama con semblante serio y pensativo. Me recompuse enseguida decidida a no dejarme intimidar por su aspecto de asesino a sueldo.

- Christian... Debemos hablar, esto no puede seguir así. - dije con voz segura, adoptando una pose firme.
Al oír mi voz, giró la cabeza lentamente y me miró con una frialdad que me caló hasta los huesos. De repente me sentí pequeña, insignificante, desnuda ante esa mirada, pero sobre todo dolida.. En sus ojos no estaba el amor que yo estaba acostumbrada a ver.

- Habla - dijo encogiéndose de hombros y volviendo a dirigir la vista al frente.

Y ya está, no pensaba decir más nada... Por lo visto no, porque seguía en silencio, me subí a la cama arrodillándome a su lado, tomándole el rostro con las manos y acariciando su mejilla y cuello con los labios.

- Por favor Christian... No me hagas esto, no lo soporto. No aguanto más esta indiferencia, por favor, te lo suplico, termina esto de una vez...Yo te amo... Te necesito. - dije rogándole y restregando mi cuerpo cubierto por la fina toalla contra él.