𝗬𝗼𝘂𝗿 𝗗𝗮𝘂𝗴𝗵𝘁𝗲𝗿

𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 26

Mattheo Morgan

Durante la semana todo fue tenso en la bodega. Informes sobre los movimientos de Bianco con Abete, sin contar en todo el atraso que tenia en la empresa.

Hoy al fin reubicaria a Kamila con Emilia en la residencia. Joaquin me habia avisado la noche anterior que unos hombres de Bianco y Abete estaban vigilando mi edificio.

Gruño al oir el tono de llamada de mi celular, me remuevo en la cama esperando que dejaran de molestar.

—podrias apagar eso—me pide Kamila a mi lado

—joder

Alcanzo el celular y miro el nombre de la pantalla. Christopher.

—espero que esto sea importante porque si no te cortare la polla—le advierto

—buenos dias hermano, un gusto saber que aun respiras

—¿que quieres?—cubro mis ojos con mi brazo

—esta todo preparado para que saques a Kamila y Emilia.

—bien

—solo debes de dar la orden

—lo hare en unas horas ahora si me deja...—siento la mano de Kamila en mi polla—Kamila saca la mano—le ordeno

—parece que Emilia va a tener un hermanito

Kamila mete la mano por el pantalon de dormir y apreto mis labios por su accion. Siento como empieza a generarse una ereccion.

—mierda.

—disfruta tu follada mañanera, no cualquiera puede.

Christopher cuelga la llamada y miro a la mujer que sonreia victoriosa a mi lado, suspiro mientras que su mano se envuelve alrededor de mi polla pero termina quitando su mano y acomodandose en la cama.

—¿por que?—pregunto

—porque queria que dejaras de hablar para seguir durmiendo—me da la espalda

Tomo su cintura y pego su cuerpo al mio asegurandome de que sienta mi ereccion. Kamila jadea ligeramente y frota su trasero contra mi pelvis y mi ereccion.

—¿con quien hablabas?—pregunta

Acaricio sus piernas desnudas y beso su cuello provocando que se estremezca bajo mi toque.

—era mi hermano—respondo

—¿que queria?

—asegurarse de unos temas nada mas—miento, guio mi mano hacia el interior de su camison y acaricio uno de sus pezones con mi pulgar. Kamila jadea excitada—. Joder cariño, no puedes tocarme asi como asi y luego correrte creyendo que yo no hare nada.

Adentro mi otra mano hacia sus short de dormir y acaricio sus pliegues por encima de la tela de sus bragas, Kamila clava sus uñas en mi brazo mientras continuo con mi trabajo. Suelta un pequeño gemido.

—no hagas ruido. No querras que Emilia venga justo ahora—le digo

La mano libre de Kamila se adentra a mis pantalones y acaricia mi polla, con su pulgar hace un trazo de la punta de ella hasta la base provocandome un gruñido.

—separa las piernas—le ordeno

Kamila separa sus piernas dejandome mayor acceso y remuevo la tela de sus bragas dejandome tocar sus pliegues humedos y resbalizos.

Froto mis dedos contra su clitoris provocando que esconda su cabeza entre las almohadas y suelte un gemido, ingreso dos de mis dedos en ella mientras que gruño contra su cuello. Kamila aumenta el ritmo de su mano aumentando mi placer.