CAPITULO VII

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-¡Me da mucho gusto que hayas decidido venir!- comentaba la chica -pero aun debo atender a unos invitados, por favor espérame en el sofá, cuando este desocupada volveré por ti-.
Dicho esto, la joven se acerco a Uno y le dio un beso en la mejilla, muy cerca de la boca, tan cerca que Gamma pudo probar un poco de su saliva, la cual tenia un poco de sabor a alcohol. Posteriormente se levanto y partió en dirección a la cocina. El androide se sentó en el sofá que le habían señalado, estaba empezando a sentirse extraño cuando el doctor Hedo se acerco y se sentó a su lado, levanto su mano derecha y con el dedo indice le hizo una seña para que se acercara.
  -En aquella esquina...- susurro al oído de Uno -hay unos cuatro o cincos hombres disfrazados de jugadores zombis de futbol americano, no te han quitado la vista de encima desde que tu chica te abrazo...-.
Gamma miro hacia esa esquina lo mas discretamente posible, a pesar de que estaban usando casco, logro identificar a uno de los hombres, era el mismo tipo que estaba con la mujer en la biblioteca. El androide apuño las manos tan fuerte que la tela de uno de sus guantes se rompió.
-¡Tranquilízate Uno!- advirtió Hedo -¡Hay que tratar de no llamar la atención!-.
-¿Gustan unas bebidas?- pregunto alguien repentinamente, el doctor salto de la sorpresa al ver de nuevo a la chica que les había abierto la puerta.
-¡Sii...siiii...si queremos!- respondió evidentemente nervioso. La chica castaña sonrió.
-¡Ya vuelvo!- dijo mientras sonreía coquetamente.
-¡Trata de no entrar en una pelea!- continuo Hedo -¡Si eso pasa no lastimes a nadie! Nosotros los humanos somos muy fragiles-.
Apenas si termino la frase cuando la chica volvió con unos tragos y le ofreció ambos. El hombre tomo uno, luego miro al androide para señalarle con la mirada que hiciera lo mismo. Gamma obedeció y se lo bebió de un solo trago, saboreando un poco sin inmutarse. Hedo intento hacer lo mismo para impresionar a la chica, sin embargo sus ojos se cerraron, le temblaron los parpados y su boca se torció mientras pasaba la bebida.
-¿Que te pareció?- pregunto ella.
-Rico- respondió el aunque aun le ardía la garganta.
-Y dime ¿donde conseguiste el traje?- .
-¡Ah!¡Yo lo hice!- exclamo orgulloso.
-¡Wow!¡Debes ser bueno cociendo!-
Hedo se sonrojo, era la primera vez que una mujer lo halagaba.
La charla de ambos fluía a buen ritmo mientras Uno los escuchaba, para el era algo nuevo ese tipo de convivencia. Derrepente alguien coloco una mano en el hombro del androide, quien tranquilamente volteo a ver al dueño.
-¿Puedes venir con nosotros?- pregunto uno de los jugadores de futbol que le había señalado el doctor antes. Uno giro a ver al doctor esperando que lo orientara para saber que hacer, pero este había desaparecido repentinamente al igual que la chica castaña.
-¿Que pasa? ¿No puedes hacer nada sin tu amigo o que?-
Gamma se levanto del sofá y se coloco de frente al hombre que le estaba hablando, quien era casi tan alto como el.
-Vamos- fue lo único que respondió.
Los hombres llevaron a Uno al patio, allí había mas personas que dentro de la casa, las cuales estaban distribuidas en diversos grupos.
-¡Vamos a jugar!- exclamo uno de los jugadores zombis que escoltaba al androide, le señalaron una mesa y lo sentaron en una silla, frente a el se sentó el que había acompañado a la chica a la biblioteca. El hombre coloco el codo sobre la mesa, su mano estaba extendida frente a Uno.
-¡Veamos quien es mas fuerte!- grito confiado. El androide se le quedo viendo sin saber que hacer.
-¿Que pasa? ¡vamos!¡Toma mi mano!- insistió el hombre -¿o te da miedo salir lastimado?-.
-¿Que se supone que debo hacer?-pregunto Gamma.
Todos los hombres se rieron al mismo tiempo.
-¿En serio no lo sabes?- dijo otro de los zombis sarcásticamente mientras miraba a Uno, pero al ver su mirada cerro la boca.
-Debes tomar la mano de tu oponente y bajarla hasta la mesa- explico el hombre que había puesto su mano en el hombro de Gamma anteriormente.
-¿Solo eso?- pregunto Uno.
-¡Si!¿Acaso es la primera vez que juegas a las vencidas?- exclamo el contrincante.
-Si- respondió tranquilamente Uno.
-¿Pues en donde has vivido que nunca lo has hecho?- cuestiono otro de los zombis.
-Esa es informacion clasificada- fue la respuesta.
-¡Basta de hablar!- dijo exaltado el rival del androide.
Uno tomo su mano, cerrando levemente el puño recordando lo que el doctor le había dicho. Poco después observaba al joven esforzarse por mover su mano sin obtener resultados, sus compañeros lo animaban ruidosamente, lo cual llamo la atención de la mayoría de las personas.
"En serio que son debiles" pensó Uno pues el hombre no lo había logrado mover ni un centímetro. Los hombres habían parado de gritar, entonces el androide pensó que debía actuar, movió su mano lo mas delicadamente que pudo y venció. Hubo un breve silencio, seguido de felicitaciones al vencedor.
-¡Oigan!- grito alguien de adentro de la casa -¿Quien viene con un enano de traje lila?-. Gamma se levanto pues sabia que era el doctor Hedo.
-¡Esta bailando arriba de la barra!- .
Uno se apresuro a ver lo que ocurría, pero cuando llego al lugar el doctor ya no estaba, intento encontrarlo con la mirada pero antes de que pudiera hacerlo los zombis lo agarraron y se lo llevaron jalando de vuelta a la mesa donde estaba, esta vez varios hombres estaban haciendo fila para jugar vencidas contra Uno, a quien le hizo cierta gracia pues sabia que ninguno podría vencerlo.
  Pasaron las horas, y las bebidas ya se le habían subido a la mayoría de los invitados, en ese momento tres hombres intentaban al mismo tiempo bajar la mano de Uno, mientras otro le tenia el brazo sobre los hombros. Repentinamente el transmisor de su muñeca empezó a sonar pidiendo ayuda, era el doctor Hedo, Gamma se levanto agitado levantando fácilmente a los tres hombres que le sujetaban la mano y al que estaba a su lado también, luego los primeros cayeron en la mesa que no soporto su peso desplomandose en el suelo, el otro hombre solo se soltó.
  Uno busco el lugar de donde venia la señal, subió a la segunda planta que estaba oscura. La señal provenía de un closet, Gamma abrió la puerta y vio el doctor con el pecho descubierto y a la chica castaña en la misma situación.
-¿Que haces Gamma?- cuestiono Hedo en tono molesto.
-Sonó la señal de auxilio...- respondió un poco avergonzado.
-¡Disculpa!- interrumpió la chica -¡creo que lo toque por accidente!-.
Uno se les quedo viendo esperando instrucciones.
-¡Unoooo!- exclamo el hombre.
-¿Si?- respondió el androide inocentemente.
-¡Vete y cierra puerta!-.
Eso hizo el androide, quien se disponía a volver al jardín, sin embargo antes de bajar las escaleras se topo con alguien.
-¡Al fin te encontré!- soltó la chica -¡perdon por la tardanza!¡ esta fiesta ha sido una locura!-
Gamma sonrió, ya no sentía los nervios y el temor que había tenido anteriormente.
-¡Espero no te hayas aburrido!-
-En realidad ha sido divertido- afirmo el.
-¿Sabes? Estaba muy nerviosa y creo que bebí un poco de mas, me siento mareada-.
-¿Quieres ir a la cama?- sugirió Uno sin malicia.
La chica se ruborizo al instante, por lo cual solo asintió con el rostro. El androide la tomo en sus brazos, la llevo a su habitación y la recostó en la cama.
-¡No enciendas el foco!- ordeno la chica -¡Quítate la capa y las botas!- .
Gamma lo hizo, despues se acerco a la cama.
-¡Acuéstate!- continuo ella.
Lo abrazo, mientras Uno imitaba lo que ella hacia, en la oscuridad ambos sabían que se miraban. No paso mucho cuando el alcohol hizo lo suyo y la chica se quedo dormida. Gamma no dejo de verla, siguió abrazándola toda la noche.

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