CAPITULO L

88 5 0
                                    

Aclaración: el siguiente capítulo, sucede al mismo tiempo que el anterior.

-Cuando eramos niños recuerdo que eras buena jugadora- Comento el capitan mientras dejaba su mando en la mesa.
-Eso fue hace tiempo Mark, ya no tengo suficiente tiempo para jugar todos los dias- le respondía Candy haciendo lo mismo.
-Entiendo, disculpa, pero no puedo evitar compararte-
-Es normal hacerlo- explico la chica -aunque tú pareces el mismo de siempre-  agrego en tono melancólico.
El hombre se sorprendió un poco con el comentario puesto que uno mismo no es capaz de ver eso hasta que alguien más se lo señala.
-En serio no he cambiado desde niño?- cuestiono el.
Candy se levantó de su lugar para buscar el control de la Tv y apagarla, ya habían terminado de jugar, para ambos fue grato revivir viejos tiempos, pero era hora de continuar con la vida normal. Ella volvió a acomodarse junto a Mark, y aunque seguían siendo cercanos, Darling trataba de guardarle cierta distancia lo cual le resultaba extraño a Mark.
-Desde que recuerdo- continuo Candy -dices lo que piensas, y no análizas la manera de decirlo, muchas veces eres hasta invasivo y ofensivo, no se como alguien no te ha partido la cara-
-Porque habría consecuencias- aclaro Mark -no cualquiera puede golpearme y salir ileso-
La chica noto un tono ligeramente amenazante, pero no dejo que eso la inquietara.
-Todos te ven como el capitan del equipo, un gigante al que hay que temer, pero para mí, siempre serás mi amigo. Mark...nunca olvidaré lo que hiciste por mi- comento la chica con ternura. Por su parte, Mark tuvo un terrible escalofrío, apenas pudo soportar el rango que ella le había asignado, sin duda, había perdido posiciones en el corazón de la chica, pero el se negaba a aceptarlo.
-Solo somos amigos?- pregunto el capitan con pesar -No podemos ser algo más?-
Darling se quedó callada unos instantes, apenas podía creer lo que estaba escuchando, había esperado tanto a qué Mark pronunciará esas palabras, sin embargo, con el pasar de los años ella creyó que eso jamás pasaría.
  -Por qué hasta ahora Mark?- dijo Candy con cierto pesar -Por qué esperaste hasta este momento?-
El hombre sintió cierto temor, sabia que ella le reclamaria lo que con justa razón debía reclamar y ni siquiera la premeditación lo había preparado para soportarlo.
-Hace años que estuve esperando que volvieras por mi, sabes lo difícil que fue esperar un año para entrar a la universidad y poder volver a verte? Y para que? Para verte coquetear con las porristas? Para preguntarme con cuántos de esos tipos te habías metido?-
  El hombre sintió cada palabra como un cuchillo de madera, no atraviesa la piel, pero aun asi puede ser muy doloroso.
-Eres un asco!- continuo la chica con lágrimas a punto de salir de los ojos -y aún así esperaba que me buscarás y que cumplieras con lo que prometiste!-
Mark frunció el seño, y Candy inmediatamente supo lo que pensó, lo cual solo logro aumentar su furia.
-No puede ser! No lo recuerdas? Cómo pudiste olvidarlo?- decía mientras las lágrimas brotaban -Prometiste que volverías por mi y que estaríamos juntos! te espere los primeros dos años de la universidad!-
-Por qué estuviste con otros hombres entonces?- cuestiono Mark indignado -Lo hiciste para darme celos?-
Candy retrocedió un poco, penso que al reclamarle se iría de ahí como lo había hecho la última vez que tocaron el tema.
-Si! Si lo hice para darte celos!- admitió la chica avergonzada.
-Pues no lo conseguiste!- grito Mark como si con eso le dieran la victoria.
Entonces, Darling torció la boca, un moco salió de su nariz, y está vez comenzó a llorar en serio. Las lágrimas corrían como un riachuelo por sus mejillas, los lamentos podían oírse fuera de la casa y en cuanto Mark la vio así una imagen vino a su mente proveniente de sus recuerdos más antiguos.
-Que tienes Candy?- pregunto Un Mark de 7 años -donde están tus papás?- decía mientras observaba la casa solitaria.
La pequeña tendría 6 años, el recordaba que era casi un año mayor que ella. Luego Candy se tayo los ojos para quitarse las lágrimas.
-Mi papá está trabajando en el mar y mi mamá tomo unas maletas y se fue- respondió.
-Hace cuánto que estás aquí sola?- continuo interrogando el niño.
-No se!- explicaba la niña -varios días, ya no se que hacer porque no hay que comer-
El pequeño Mark no entendía lo que pasaba, pero sabía que algo malo podía ocurrir si su amiga se quedaba ahí, la tomo de la mano y se la llevó a casa con sus padres. Después de eso, lo único que recordaba es que cada vez que ella lloraba el simplemente la rodeaba con sus brazos, no fueron muchas veces, por eso lo recordaba, Darling era muy fuerte.
Cuando el capitán volvió a la realidad, Candy lloraba y gritaba muy fuerte, a él le pareció algo exagerado, aún así, su instinto fue abrazarla una vez más. Aquel acto fue de lo más natural, Mark acercó a Candy al sillón, la levanto y la sentó sobre sus piernas. En un principio, Candy parecía no darse cuenta de que Mark la había tomado, y el primero no lo había hecho con ninguna otra intención que no fuese darle consuelo, pero ese día Candy usaba un vestido suelto, que parecía más bien una bata para dormir, pero el hombre al sentir sus piernas sobre las suyas empezó a exitarse. La chica ya estaba más tranquila, y fue ahí que Mark aprovecho para besar su mejillas. En cuanto ella sintió los labios sobre su rostro guardo silencio, su mente estaba procesando lo que ocurría, y que era lo que seguía, entonces, una guerra entre su mente y su corazón comenzó a librarse. Mark la beso de nuevo, está vez no despegó sus labios de la mejilla, después volvió a presionar unos centímetros más a la izquierda, luego hacia abajo, hacia arriba, y de nuevo hacia abajo, hasta llegar al cuello. Al llegar a esta área, Candy se levantó y se alejó de Mark.
  -por que te levantas?- cuestiono Mark  mientras extendía su mano hacia Darling -vuelve conmigo- le pidió el hombre.
  -No- le contesto Candy.
  -se que quieres hacerlo, por qué te resistes?-
  -Yo...no debo...-
  -Por que no?-
  Candy guardo silencio y empezó a pensar en Gamma, que pasaría si se enterara de esto? La respuesta era algo que prefería no averiguar.
  -Estas pensando en el?- pregunto Mark quien estaba notablemente celoso. Candy solo asintió con la cara y no agrego nada más, movía su cuerpo de forma extraña, como si estuviese conteniendo se, pues a pesar de estar enamorada de Uno, aún sentía mucho por Mark.
  -Bueno- continuo el joven, quien sabía que si no hacía algo pronto terminaría fuera de la casa y sin lograr su cometido -no me estás dejando muchas opciones- comento para después ponerse de pie. Candy creyó que la tomaría a la fuerza, sería fácil para el, media casi 1.90, quizá el y Uno midieran lo mismo, tal vez ella deseaba que el lo hiciera, que la tomara ahi mismo, oponer un poco de resistencia y fingir que no lo deseaba.
  Mark se quitó primero la camisa, era rosa con mangas verdes, le parecía familiar, pero no lograba recordar porque.
  -Recuerdas está prenda? Tu me la regalaste cuando salí de preparatoria- le recordó Mark al ver que no hacía ningún comentario -es mi camisa favorita, lo que no puedo decir de la siguiente prenda-
  "La siguiente" pensó Candy mientras veía como Mark se quitaba el pantalón negro. Ahora lo recordaba, ella también le había conseguido esa prenda, pero cuando se le obsequio el simplemente dijo que era "ridículo" y que jamás usaría algo así. Ridículo quizá, pero que bien Lucia en el, los tirantes de la lenceria se cruzaban por su pecho y abdomen,  y el color blanco del encaje contrastaba con su piel morena. "Es mi imaginación o está más musculoso que antes" pensaba Candy quien empezaba a humedecerse.
  -Sabes? Pensé que mi paquete no cabría en esto- decía Mark señalando -pero debo admitir que tienes buen ojo para el tamaño-
  Al mirar esa parte que había estado evitando, ya no pudo apartar la vista. Que bien se miraba cubierto por la tela de encaje, el miembro ya estaba erguido, y así parecía un regalo envuelto que esperaba por ser abierto.
  A Mark le estaba preocupando que Candy no dijera nada, pero no desistió, " he tenido partidos más difíciles" pensaba "y aun asi logramos ganar, es cuestión de mantener la calma". Al ver que ella seguía sin reaccionar, el decidió acercarse despacio, y se detuvo justo en frente. Candy miraba su pecho, amplio y terso, sus dedos se frotaban entre ellos para no ceder.
  -No te gustaría igualar las cosas?- pregunto Mark para provocarla.
  -De que estás hablando?- contesto Candy a la defensiva.
  -Oh vamos linda, todo mundo se enteró lo de Yuno con su compañera-
  Candy se enfureció al recordar eso, miro a Mark y le señaló la puerta.
-Fuera!- le ordeno -vete de mi casa!-
El capitan no mostró irá, de hecho no reaccionó, solo recorto la distancia entre ellos mientras la rodeaba de nuevo con sus brazos.
  -No- le dijo al oído -no me iré, voy a quedarme y te tomaré aqui mismo, dónde el te tomo antes, y cada vez que te envista quiero que me mires y te des cuenta de que soy yo con quién estas-
  Candy no dijo nada, intentó convencer se así misma que lo haría por venganza, pero no era cierto, quería hacerlo una vez más, su cuerpo aún lo deseaba, después de todo, fue por eso que fue disminuyendo el tiempo que pasaba en los entrenamientos con Uno. Con delicadeza, el capitan levanto a la chica en sus brazos, la beso con ternura en los labios y ella no opuso resistencia, inmediatamente reconoció el sabor de su aliento, no lo había olvidado pese a los años. Mark subió las escaleras sin problemas, miro el sofá y luego la puerta de la habitación.
  -En que lugar te ha tomado más veces?- pregunto para incomodar la, pero Candy solo sonrió.
  -En el sofá entonces-
  Si un día, pudieras ver a Mark entrenar, no imaginarias que fuese tan cortés en el acto, mientras entrena, es rudo, fuerte, rápido, pero en la cama era atento, considerado y se tomaba su tiempo para amar. Recosto a Candy con tal delicadeza como si fuese una muñeca de porcelana, le levanto el vestido y observo su ropa interior, eran boxers que parecían de hombre, pero eso no era algo que molestará al capitan. Los retiro despacio, miro entre las piernas y le sonrió a Candy.
  -Bueno, toca comer algodón de azucar- comento.
En cuanto metió su lengua Candy se estremeció de adentro hacia afuera, Mark tenía la lengua más larga de lo normal, y ella recordó como le había mostrado que podía tocarse la nariz con ella siendo niños, ahora le estaba mostrando las ventajas de esos centímetros de más.
  -Ay!- exclamó sin querer la chica.
  -Que pasa?- le pregunto Mark de la manera más dulce -Lo hice muy fuerte?-
  -No...solo...- decía la chica ruborizada -solo me tomaste por sorpresa-
  -Quieres que continúe?- pregunto el capitan.
  Candy solo asintió con la cabeza.
  -Bueno, porque igual no pensaba parar- afirmó el.
  A ella le hizo gracia tal atrevimiento, tan típico de el, las primeras veces que estuvieron juntos hacia lo mismo.
  Los lenguetasos hacían que ella diera pequeños saltos, Mark tenía que tomarla de las piernas para mantenerla en el mismo lugar, se había echado las piernas de la chica a los hombros, pues le gustaba que esa área estuviese un poco apretada, además, le encantaba la sensación de tener los muslos en las mejillas. En poco tiempo ambos estaban suficientemente exitados.
  -Entra en mi- suplico Candy quien mantenía los ojos cerrados.
  -Primero me voy a lavar la boca- explico Mark -recuerdo que no te gusta que te besen asi-
  El capitán fue y volvió tan rápido que a Candy le hizo gracia la urgencia. Con agilidad volvió al sofá, e inmediatamente se colocó sobre ella, sonrió con cierta malicia, sabiendo que estaba invadiendo el espacio que le pertenecía a alguien más,y lo mejor era que la otra persona también estaba cooperando. Antes de entrar a su cuerpo, Mark miro a los ojos a su amiga.
  -Quien soy?- le pregunto -di mi nombre- exigió.
  -Mark- pronunció débilmente Candy.
  -Dilo más fuerte!- ordeno el hombre.
  -Es eso necesario?- cuestiono Candy -se que estoy contigo...Mark-
  Al capitan no le convenció la respuesta, sabía que inevitablemente, mientras tuvieran sexo ella pensaría en Yuno, eso le irritaba, le habia molestado verlo ahí desde el primer día, pero cuando vio su potencial en deportes tuvo que aguantarse y soportar verlo ahí junto a Candy,  "debi ser yo" pensaba "es a mi a quien deberia llevarle comida" "es a mi a quien deberia ver entrenar".
  -Mark...- interrumpió Candy -te sientes bien?-
  El capitan miro su rostro, le daba la impresión de que se veía más bonita que antes, especialmente por como le pregunto si se sentía bien. 
  -Estoy bien-afirmo el, luego tomo su miembro, lo posiciono en la vagina de Candy, la roso un par de veces para tantear la abertura, y despues solo empujo hacia adelante. Darling torció su cara por el dolor, a Mark le preocupo un poco así que intento hacerlo de forma más suave, hasta que logro meterlo todo. Beso la frente de la chica, suspiro y exhalo profundo, luego comenzó a moverse lento sin dejar de ver la expresion de Candy. Ella, por su parte, estuvo a punto de cerrar sus ojos de nuevo, pero Mark no se lo permitió.
  -Mirame!- le ordeno a su amiga, y ella obedeció. Cuando eran niños siempre hacía lo que el le decía, así que en ese momento lo hizo sin pensar.
En poco tiempo, Mark aumento el ritmo, pero por alguna razón sentía que debía tener cuidado con Candy, parecía estar más sensible de lo normal, puesto que las embestidas medianamente fuertes la hacían gritar. Estaba teniendo problemas para controlarse, puesto que miraba sus gestos, temblaba, se estremecía, nadie, ningún amante anterior habia logrado darle el placer que le daba su amiga. "Ella debe ser mía" pensaba Mark "déjalo, alejate de el, vuelve conmigo".
  Ella por su parte, cada vez que cerraba los ojos imaginaba que Uno era quien la embestia, sin embargo, aunque lo estaba disfrutando, no se sentía como el, Gamma tenía la piel más dura, y cuando estaba a punto de decir su nombre, el capitan le recordaba con quién estaba. Le hablaba, le decía -estas conmigo, no cierres los ojos...mirame-

  Candy se quedó dormida por un rato después del sexo, últimamente se sentía muy cansada, tanto que ni siquiera recordaba en qué momento se quedó ahí. Miro alrededor, no había nadie, y por un breve instante sintió alivio pues creyó que todo había sido solo un inofensivo sueño. Entonces, escucho un ruido en el piso de abajo, sabía que no era un ladrón puesto que el ruido provenia de la cocina, alguien estaba cocinando. Luego de levantarse, se colocó la bata y bajo las escaleras, cuan grande fue su sorpresa al ver a Mark desnudo, cocinando en su estufa.
  -Que haces ?- le pregunto Candy desorientada.
  El hombre se giro para responderle, lo único que estaba usando para cubrirse era un pequeño mandil amarillo, el mismo que había usado Uno y que le quedaba igual de corto.
  -Me tome la libertad de preparar la cena. Después de tanto ejercicio me da mucha hambre. No te preocupes, ya casi termino, siéntate ahi- le señaló el lugar -ya casi termino, no quise levantarte, lucias muy cansada-
  Candy se sentó aunque no hizo falta que se lo dijeran, se encontraba en shock al darse cuenta de que se dejó llevar. "Espero que Uno no se entere de esto" pensó, pues temía por su vida y la de el capitan.
  -Mark...yo...no queria- intento explicar la chica.
  -No digas nada querida, no hace falta- respondió mientras movía el sartén.
  -Es que...yo...- intento de nuevo Candy.
  -Si gustas podemos charlar después de cenar, ya termine- comento el hombre mientras servía la cena en los platos.
  -Estoy embarazada- soltó Darling.
  Mark coloco los platos en la mesa, luego se sentó tranquilamente frente a Candy, tenía un gesto bastante extraño en la cara, como alguien que está en negación.
  -Como sabes que estás embarazada? Que no debes esperar un tiempo para saberlo?- cuestiono Mark nervioso.
  Candy bajo la mirada, sentía mucha vergüenza, aquello era algo que no estaba en sus planes, y aunque sabía que debia hacer no estaba segura de que pasaría luego.
  -No es tu bebé...Mark...- articulo Candy -tengo dos meses de embarazo-

AVISO: Una vez más, disculpen la tardanza, espero este capítulo sea de su agrado, hace tiempo que deseaba escribirlo, pero no veía en que momento lo conectaría con la historia. Solo me queda decir que gracias por leerla, y que la sigan disfrutando, pues solo quedan 3 o 4 capitulos para terminar, hasta la próxima.

¿Que eres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora