CAPITULO XXXIII

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A pesar de que a Darling le pesaba separarse de sus hermanas, era evidente que sentía alivio de que hubiese distancia de por medio con su madre. Gamma estuvo a punto de comentarle su gran parecido, pero dedujo que no estaría bien hacerlo. Ahora iban a bordo de un barco, con dirección a una isla donde al parecer había una especie de colonia hipie, o algo así le había explicado Candy.
-Que tiene de especial ese lugar?- le pregunto Uno en cuanto ella le reveló esa sorpresa.
-Cuando lleguemos lo verás, no seas tan impaciente mi amor- le decía la chica quien estaba visiblemente de mejor humor, pues lo beso y abrazo en público en varias ocasiones.
Uno insinuó varias veces que deberían ir a su camarote a descansar, pero Darling se hizo tonta en todas ellas, solo sonreía y lo miraba, y en una de esas veces a él le dió la impresión de que de nuevo lo miro como cuando se conocieron, era de tarde, el sol iluminó el rostro completo de la chica e hizo que Uno se preguntara por qué le parecía tan linda.
La isla estaba algo retirada de la costa, cuando por fin llegaron, Uno y Candy fueron por sus maletas al camarote. Ahí ella le dió la indicación a Gamma de que no usará su holograma, cosa que le pareció una locura.
-Estas segura?- le pregunto desconfiado, temía que las personas se asustarán o salieran corriendo al verlo.
-Confia en mi- respondió ella -aqui no importa como te veas-
Ellos fueron los últimos en bajar, habían esperado unos minutos hasta que no quedará nadie en el barco, salvó los trabajadores que no les habían prestado atención al pasar. En el camino no sé toparon con nadie, pero cuando llegaron al pueblo, muchas personas voltearon a verlos, sin embargo, está vez Uno no se sintió tan mal al ser observado, pues las miradas eran más de curiosidad y asombro. Las personas, o lo que parecían personas tenían rostros y extremidades de animales. Había una pareja mayor que eran un tigre y una leona, otra pareja compuesta por una mujer normal y un hombre lobo, unos niños los acompañaban, dos eran humanos normales y otro era un lobo también, evidentemente eran sus hijos. Gatos, perros, incluso algunos dinosaurios eran algunos de los habitantes del pueblo. Gamma estaba sorprendido de su apariencia, al grado de que Candy tuvo que decirle que se comportará. Antes de ir a la cabaña que habían rentado, Uno y Darling sé toparon con unos niños de algunos once años, ambos Lucian idénticos, pero lo llamativo en ellos era que parecían algun ser marino, pero no estaban seguros de cuál, pues parecían más bien algo sacado de alguna película animada.
-Hola- saludaron ambos niños -Como se llaman?-
-Yo me llamo Candy- respondió primero ella, los niños clavaron rápidamente la mirada en ella, "que bonita" se podía leer en su expresión.
-Me llamo Uno- comento el después.
-Uno?- preguntaron al mismo tiempo los niños.
Darling se puso la mano en el rostro y empezó a mover la cabeza, "pues si, le dije que aquí no necesitaba fingir" pensó ella. Afortunadamente los niños no le prestaron atención a eso y continuaron haciendo preguntas.
-Nunca había visto a un hombre tiburon- dijo uno de los niños.
-Asi naciste?- le pregunto el otro.
-Si- respondió Uno -fui modificado genéticamente por un científico lo...-
Candy le cubrió la boca antes de dijera más cosas imprudentes.
-Esta bromeando- argumento rápidamente -el modifico su cuerpo para parecerse a un personaje de una serie-
-De casualidad es el de la serie "Heroes"?-
-Si- contesto Candy -nos gusta mucho la serie-
-A nosotros nos encanta- afirmaron ambos niños -cuando estábamos más pequeños se burlaban mucho de nosotros porque somos diferentes, pero cuando lo vimos a el empezamos a sentirnos mejor-
-Que se supone que son?- cuestiono Uno.
Los gemelos se miraron riendo.
-Somos tritones!- gritaron al mismo tiempo orgullosos.
Las personas que se encontraban cerca voltearon a verlos, pero Candy se rió y Uno al ver su reacción también se relajo. Duraron al menos una hora hablando con ellos, hasta que Candy les dijo que necesitaban ir a acomodarse a su cabaña. Los tritones no entendieron que la pareja quería irse sola, así que los acompañaron, incluso les ayudaron a cargar el equipaje. Estando en la cabaña, Darling les obsequio dulces a sus nuevos amigos y les pidió que los dejaran solos, que necesitaban hablar de algo en privado. Los gemelos se rieron y se fueron.
  Candy cerro la puerta, e inmediatamente sintió el cuerpo de Gamma detrás de ella, la rodeo con ambas manos y la acercó lo más que pudo hacia el. Ella sintió rápidamente su miembro erecto en el trasero, apretó los labios y empezó a sentirse agitada. La chica giro un poco para verlo, quería ver su rostro para cerciorarse de que el estuviese igual de excitado, y como si el lo supiese, se acercó y la beso despacio.
-No sabes lo difícil que ha Sido no tocarte estos dias- afirmó el -me apetecía tanto tenerte-
-No siempre se puede- bromeó Darling quien intento dar la vuelta para quedar frente a Uno, pero el la detuvo.
-Quedate así- le ordenó.
Candy se rió nerviosa, le inquietaba un poco que el actuará así pero al mismo tiempo lo disfrutaba.
-Si, está bien- respondió riendo.
-Que dijiste?- pregunto Uno en forma autoritaria, cómo un militar que intenta poner disciplina. Candy le siguió el juego.
-Si mi vida, lo que tú ordenes-
Gamma sintió una gran satisfacción por la respuesta, bajo una de sus manos a la cadera y luego la coloco sobre las partes íntimas de la chica. Con dos dedos palpaba sobre la ropa, presionando suficiente como para sentir la partidura. Candy movió su brazo derecho para tocar la nuca de Gamma, al hacerlo el mordió suavemente su oreja.
-Me gusta tu vestido- comento el androide de la nada mientras comenzaba a subirlo. Lo levanto lo suficiente como para ver la ropa interior de Candy, que usaba unos boxers de encaje lila. Uno los toco para sentir la tela, eran muy suaves. Posicionó las manos sobre la cadera de la chica y lentamente empezó a bajarlos solo lo necesario.
-Abre un poco las piernas mi amor- le pidió -abrelas para mi-
-Lo que tú quieras mi vida- respondió Candy de manera sumisa.
Al hacerlo, el androide colocó su miembro entre el trasero y las piernas de la chica, no buscaba penetrarla, sino masturbarse con las partes de ella.
-Que dócil estás hoy- comento Uno en tono burlesco.
-Esto no es ser dosil...- le contesto ella -esto es ser complaciente...quiero complacerte-
-A ti también te gusta-
-Claro que me gusta...me encanta todo lo que me haces-
Dicho esto, Uno empezó a moverse hacía delante y hacia atrás, la fricción producía un gran placer en su cerebro y en su cuerpo. Las palpitaciones que sentía en la pelvis no tenían comparación, y aumentaban conforme aumentaba la velocidad.
-Te gusta?- llegó el a preguntar.
-Claro que si mi amor!- contesto una voz que provenía de una cara cubierta completamente por cabello rosa -sigue-
De repente Darling sintió de nuevo una mano en sus partes, tanteando, rosando, los dedos dieron con una de sus partes más sensibles el clítoris. Al presionarlo ella dió un pequeño salto.
-No presiones muy fuerte- le indico.
-Perdon mi amor-
El continuo presionando esa zona, y cuando volteo a ver sus piernas vio como un líquido escurría de ellas. Busco de dónde provenía, después de dió cuenta de que era de Darling, su fluido había corrido por el miembro de Gamma y después empezó a bajar por su piel.
-Quieres que entre?- pregunto el.
-Me permitirias hacer algo primero?- pidió ella- es algo que quiero hacer hace tiempo pero no me atrevía a decirte-
El androide sintió curiosidad, que podría ser aquello?
-Que quieres que haga?-
-Ve y siéntate a la orilla de la cama y coloca una almohada en el piso, a tus pies-
Gamma hizo eso, mientras Candy sacaba algo de su maleta. Se acercó a el, se arrodilló apoyándose en la almohada y comenzó a frotarse algo en sus senos.
-Que estás haciendo?-
-A esto le llaman "rusas". No me preguntes por qué, no tengo idea-
-Se siente bien?-
-Tu me lo dirás ahorita-
Poco después, la chica tomo sus dos senos con las manos y las colocó en las piernas de Uno, luego agarro el miembro y lo acomodo entre ellos. Lentamente, comenzó a mover los senos con las manos, los cuales subían y bajaban la piel que cubría al miembro. Lo estaba masturbando con sus pechos.
-Que tal?- pregunto Candy.
Gamma tenía la cabeza en direccion al techo, tenía la boca entre abierta pero no respondió, solo levantó una mano y empezó a acariciar el cabello de la chica. Ella fue subiendo de a poco la velocidad, Uno sentía como le temblaban las piernas y el abdomen y movia un poco los dedos de los pies. "No entiendo porque no querrías hacer esto antes" pensaba el. Entonces, sin esperarlo, ella hizo algo que logro hacer que el se estremeciera por completo, los pies, las piernas, el torso, los brazos, la cabeza, todo el cuerpo se erizo, se estremeció, sus músculos se tensaron unos instantes en respuesta a aquel acto. Gamma se asomo hacia abajo, ella hizo contacto visual, luego el vio como la cabeza de su miembro estaba en la boca de su pareja, mientras el resto continuaba entre sus senos. Candy seguía moviendose, produciendo fricción, chupando, lamiendo. Uno no dejaba de dar pequeños saltos en la cama, hasta que derrepente, lo sintió, el climax, solo duraba unos segundos pero eran lo suficientemente placenteros como para casi desmayarse. Cuando miro a Darling ella se estaba cubriendo la boca, le salía algo blanco de antre los dedos, algo que también tenía salpicado entre la cara y los pechos.

  Candy se estaba lavando la cara en el cuarto de baño mientras Gamma observaba la playa desde su ventana, le había agarrado el gusto a escuchar las olas del mar cuando estuvieron en el hotel hacía poco.
  -Como fue que encontraste este lugar?-
  -Vine aquí hace tiempo, con mis padres-
  -Hay más personas que parecen animales?-
  -No lo sé, las únicas que conozco las he visto aqui-
Al terminar de limpiarse, Darling se acercó a Uno y se sentó junto a el, cerca de la ventana.
  -Cuando yo era niña, recuerdo que había más personas así, incluso, creo que mi padre también tenía la forma de uno, un perro, pero de repente ya no lo era. Por algún tiempo creí que había Sido mi imaginación infantil, que era imposible que las personas cambiarán de forma, pero luego me puse a investigar, y encontrá en la red una especie de leyenda urbana-
  -Que es una leyenda urbana?-
  -Son historias o informes de personas comunes y que el gobierno niega o que no se puede confirmar-
  -Que fue lo que encontraste?-
  -Decian que las personas se volvían así por efecto de una droga que se usaba hace tiempo, que el efecto secundario te volvía un animal. Muchas personas lo probaron por curiosidad porque no creian que eso fuera posible. Pero adivina que? Si se transformaron en animales, lo curioso es que solo su físico cambiaba, porque su cerebro, y la mayor parte de las funciones seguían siendo las de un humano-
  -Tu padre tomo esa droga?-
  -Una vez se lo pregunté y me dijo que si, incluso admitió que le gustaba ser así, pero a mi madre no le agradaba-
  -A tu madre no parece agradarle nada-
Candy se rió por ese comentario y continuo con la historia.
  -El caso es que llegó a haber bastantes personas así, las llamaban "Furros". A mí me encantaba ver a las personas así, me parecía que le daban diversidad y emoción al mundo, como las historias de fantasía que tanto me gustan-
Está última frase hizo que Candy se sintiera avergonzada, después de tantos años, seguía siendo una niña soñadora, que deseaba vivir alguna historia maravillosa. Pero el tiempo había pasado, y como le pasa a la mayoría con la edad, se dió cuenta de que eso difícilmente ocurriría, por eso cuando vio a Uno no dejo de seguirlo.
  -Que paso después?- pregunto el al verla guardar silencio.
  -Dicen que alguien creo una fórmula para revertir el efecto secundario y que las personas recuperarán su apariencia anterior. Hubo gente que inmediatamente consiguió esa medicina para volver a la normalidad y hubo otros que se negaron...a alguien con poder no le pareció así que suministro dosis en contra de su voluntad a muchas personas. Hubo marchas y protestas porque había furros que querían quedarse así como estaban, que así eran felices. Desafortunadamente, las personas que tienen poder decretaron que era ilegal ser un furro y a muchos no les quedó de otra que someterse. Las personas que ves aquí lograron fundar una villa donde los pocos furros que quedaron podían vivir en paz, y tienen ciertos permisos que les permiten sobrevivir. La pareja que vimos hace rato, el tigre y la leona, son los fundadores de este lugar-
  -Gracias por traerme aqui-
  -Gracias por quedarte conmigo- dijo Candy, pero Uno no entendía porque le agradecía eso, para el, fue ella quien le permitió quedarse, después de todo, fue ella quien insistió y quien se aferró a el.
  -Mañana hay algo que quiero que hagamos, quizá sea extraño para ti- explico Candy.
Gamma frunció el seño y pensó "Que puede ser extraño para mí". Darling sonrió, con esa sonrisa pícara que ponía pocas veces.
  -De que se trata?-
  -Ya verás mañana-😏
 

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