¿Que eres?

CAPITULO LIV

-El accidente no fue tu culpa- escuchaba Gamma decir a Candy - no fue tu culpa mi amor, hiciste todo lo que pudiste, no podías salvarnos a todos- continuaba diciendo mientras acariciaba la cabeza del androide la cual tenía recargada en las piernas. Uno escuchaba con atención, pero no se movía, aunque lo intentaba no podía.
-Escucha con atención...- le decía ella -pase lo que pase conmigo, quiero que sigas protegiendo a todos...-
"No" pensaba Gamma "ya no puedo hacerlo, soy debil".
-Eres más fuerte de lo que crees...- dijo ella como si escuchará sus pensamientos - hay cosas más importantes...como tener un lugar donde volver-
"Por qué querría volver a un lugar donde no estás tu?yo...yo no..."
-Ya habrá más personas mi amor, más para ti que apenas empiezas a vivir-
"Que no entiendes que no lo soporto?, primero perdí a mi hermano..."
-Aun tienes a Hedo- respondió Candy.
Gamma hizo una mueca de dolor aún con la cara en las piernas de la chica, tenia los ojos cerrados y luchaba por despertar, por moverse, por decir algo más, pero nunca se había sentido tan pesado. Entonces Candy, con la suavidad de una corriente de aire que levanta una pluma, alzó la cabeza del androide y beso sus labios. Uno no sabía cuánto tiempo duraria el beso, sin embargo ninguna unidad de medición sería suficiente, sabía que en cuanto sus labios se separaran sería el fin.
-Te amo...Gamma Uno- agrego la chica mientras su cuerpo empezaba a desvanecerse.
El androide intento retenerla pero se escapaba de sus manos, ases de luz que partían al infinito. Luego, se escucho el sonido de una puerta abriéndose, seguida por la voz de Hedo saludando.
-Ya volvi Uno- dijo en tono alegre -te traje algo de comer-
Gamma vio la comida, eran cosas que le gustaban a Candy, baguetes, fruta, papas,  Verlos le revolvió el estómago y enseguida corrió al baño a vomitar.
-Pero que puedes vomitar?- le pregunto Hedo -no has comido nada-
Uno se echo agua a la cara, se incorporo y volvió con Hedo.
El hombre no lo podía creer, su androide se había puesto pálido, además parecía que en unas pocas horas ya se le estaban marcando ojeras, incluso su cara había adelgazado un poco.
-Averiguo algo doctor?- pregunto Uno.
Hedo dudo un instante, le dolía mucho ver a Gamma en ese estado, y temia que en poco tiempo se volviera tan inestable que se convirtiera en un villano como los de los cómics cuando pierden a la mujer que aman.
"Está a un paso de unirse al lado oscuro" pensó Hedo.
-Por favor doctor, dígame si logro averiguar algo- insistió Uno al verlo.
-Ya lees mejor a las personas verdad?- comento Hedo, pero El androide no le respondió, solo se sentó en una silla junto a la cama donde yacia Candy en coma. La observo fijamente con tanto amor que a Hedo casi se le rompe el corazón, tomo su mano, entrelazó sus dedos, luego la levanto y beso con ternura.
-Muy bien...- empezó Hedo -la verdad es que no logré averiguar mucho-
Uno no se inmutó por el comentario, quizá ya lo había previsto, quizá no le importaba, tal vez solo estaba concentrado en su chica con el temor de no volver a hablar con ella.
-Fui a la agencia donde se rento la unidad que impacto con ustedes. El dueño estaba muy molesto con el empleado que hizo el contrato como si fuese su culpa que usarán papeles falsos-
Hedo se detuvo de nuevo mientras observaba a Uno, pero este seguía sin reaccionar.
-A nombre de quién se rento el camión?- pregunto Uno.
Hedo lo miro y dudo si decirlo, sin embargo sabía que no tenía caso ocultarlo.
-De un hombre que mate por error una vez que fuimos al laboratorio, pero el está como "desaparecido" en alguna pila de archivos de la policía-
Gamma aún sostenía la mano de Candy, seguía mostrándose apacible, sin embargo Hedo seguía temiendo que tuviese un arranque de ira.
-Entonces es un callejón sin salida?- pregunto Uno.
-Si- confirmo el doctor.
-Sospecha de alguien?- cuestiono El androide.
-Son sobrevivientes de la patrulla roja- soltó Hedo -pero no se quiénes son, no los conozco a todos, me sorprende que haya alguien tan rencoroso como para querer vengarse asi-
-Con que de eso se trataba?- comento Uno con un tono siniestro.
Hedo sintió miedo, en ese momento, de haberlo sabido, no le habría compartido la información, puesto que a como estaba evolucionando el caracter de su androide, el doctor temio por su seguridad.
-Uno...- le tembló la voz a Hedo -No se cómo debes sentirte en este momento...pero...-
-No hace falta que diga nada doctor-
Interrumpió El androide -gracias por todo lo que ha hecho-
Hedo se quedó parado sin saber que hacer o decir.
-Podria dejarnos a solas, por favor? Me gustaría reunir algo de fuerza antes de que lleguen Lidia y Reiko-
-Ya pensaste que les vas a decir?- dijo Hedo sin pensarlo, luego se dió cuenta de que no debió preguntar eso.
-No doctor- le contesto Uno al borde del llanto -no se que les voy a decir a las niñas ni a mi suegro a quien le prometí que cuidaría de su hija-