CAPITULO LI

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  Uno observaba ansioso desde la banca mientras Mark corría por el campo, ese día en verdad se estaba luciendo, y cada vez que volteaba a verlo, era tan descarado que Gamma empezaba a incomodarse. "Acaso me estás coqueteando?" Pensaba el androide "que demonios te pasa?" "me confunde tu comportamiento...es muy...ambiguo".
  Unas semanas atrás, Gamma había ido en busca de Candy, como siempre, aterrizo en la casa de algún vecino, y observo esperando el momento, sin embargo, por lo que le había hecho anteriormente, se sentía avergonzado, sentía que ya no merecía verla, pero se negaba a renunciar a ella, como un adolescente que se aferra a su primer amor a pesar de que la relación no va a ningún lado. Tenía horas mirando el hogar de la chica, con sus sensores confirmaba que se encontraba dentro, pero el solo la seguía con la vista, suspirando, luchando con su conciencia. Recordaba lo que Hedo le había aconsejado sobre que hacer cuando cometiera una falta: regalar algo que costará el equivalente a la ofensa. Pero que podía darle a Candy que compensará esa última gran ofensa. Al pensarlo se agobiaba, pero luego recordaba lo que sintió al hacerlo, puesto que la verdad es que aquellas veces fueron las que más disfruto, gozo mucho someterla, voltear la, tomarla por la espalda, golpear su pelvis contra su trasero y como este rebotaba, al recordarlo comenzó a excitarse, el Uno de antes se habria avergonzado, pero no el actual, "ni que alguien me estuviera viendo" pensó. Luego, algo imprevisto paso, escucho un ruido conocido del otro lado de la calle, y fue entonces que vio a Mark caminar, Lucia tenso y murmuraba cosas, pero Uno no se mostró interesado en saber lo que decía, hasta que llegó a la casa de Candy. En un principio, el androide hirvio en celos, al grado que empezó a hacer fuerza con las manos y cuando se dió cuenta ya había dejado marcados sus dedos en el techo de la casa en la que estaba. "Hedo tiene razón, soy muy fuerte y puedo herir a otros con facilidad" medito, luego volvió a su mente el recuerdo de Candy al encender la luz esa última vez para señalarle su piel morada, era su culpa, el no se controlo, y ya no podía volver en el tiempo para evitarlo.
  Cuando Candy abrió la puerta, Uno pudo ver la expresión de sorpresa, pero sabía que a ella no le desagradaba Mark, lo conocía de mucho antes que a él, y eso también le irritó. Cómo se dió cuenta que estaba perdiendo el control, decidió retirarse del lugar por unas horas, sabía que Candy también tenía derecho a la privacidad, y de pasada aprovecharía para pensar que debía hacer. Que habría pasado si se hubiese quedado a ver lo que pasó después, quizá no lo sabremos, aunque lo intuímos. Total que Gamma volvió unas horas después, y llegó a tiempo para ver salir a Mark de la casa de Candy cerca de media noche. Lo vio partir hacia su casa, entonces el bajo a la calle, activo su holograma y comenzó a seguirlo de forma discreta. Llevaba poco más de cinco minutos siguiéndolo cuando el capitán se detuvo en seco y hablo.
  -Qué es lo que quieres?- pregunto dudando de a quien se dirigía.
  -A ti te estoy diciendo!- alzo la voz Mark -se que me has estado siguiendo, te escuche hace tiempo,qué quieres?- volvió a preguntar molesto.
  Sorprendido por haber sido descubierto, Uno salió de dónde se ocultaba.
  -Como te diste cuenta?- cuestiono serio.
  -Senti tu presencia- explico Mark.
  -Como que sentiste?-
  -No lo sé, es algo que siempre he podido hacer- respondió el capitan -Que quieres? Por qué estás siguiéndome?- continuo Mark.
  -Necesito tu ayuda- soltó Gamma.
El hombre frunció el seño.
  -sobre que?-
  -Con Candy- dijo Uno.
  Mark sonrio con maldad.
  -Por que te ayudaría con ella?-
  -porque no tengo a nadie más a quien pedirle ayuda-
  Mark se rió en tono de burla.
  -Eso a mi que me importa?- comento -si ya no estás con ella mejor para mi- se burlo.
  El androide lo miraba serio, mientras meditaba como persuadir lo, ya que la violencia, pensaba dejarlo como último recurso, sin embargo, no se le ocurría ninguna otra forma de convencerlo.
  -Por cierto...- agrego Mark mientras sacaba su celular -quiero mostrarte algo-
  Uno observo con detenimiento la pantalla, era una foto de Candy dormida. El ignoraba que Mark había tomado más, pero esa primera fotografía era la menos comprometedora. El capitan decidió esperar un poco para mostrarle la siguiente, una en la que tomaba por la espalda a la chica, eso sin duda lo haría perder la cabeza, sin embargo antes de hacerlo, sintió una pequeña corriente de aire, y al voltear su celular ya no estaba en su mano. Mark siguió viendo su mano unos segundos, al no comprender lo que pasaba miro de nuevo a Uno, fue así que observo que este tenía su celular.
  -En que momento me lo quitaste?- pregunto sorprendido.
  -Soy rapido- explico Uno con el mismo tono malicioso que Mark le había hablado -y también, soy muy fuerte- agrego para después romper el celular con sus dedos.
  El capitán observo atónito, comenzó a sudar en frío, si Yuno tenía fuerza suficiente para romper un celular tan fácil que podía hacerle a el?
  Mark trago saliva, se calmo e intento hablar con normalidad, como si eso que acababa de pasar no lo hubiese impresionado.
  -Sabes?- empezó a decir -en tres semanas tenemos un juego importante...deberías ir a entrenar-
  Uno alzó las cejas, pues no entendía a qué venía el comentario.
  -el encuentro será en la ciudad vecina...las idols van a tocar en el medio tiempo-
  Uno sonrió sin saber porque.
  -Se irán con nosotros en el mismo camión...puedes intentar hablar con ella-
Continuo Mark.
  -Gracias- dijo Uno para desaparecer después.
  El capitan miro alrededor, empezó a dudar de si lo que acababa de pasar era real o si solo estaba cansado, hasta que vio su celular partido en dos en el piso. "Bueno" pensó " le envié la mayoría de las fotografías a Celia, le pediré que me las pase después". 

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