CAPITULO XLIV

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  -Te sientes bien Uno?- pregunto Hedo.
  Gamma solo negó con la cabeza.
  -Si no quieres no vayas a la escuela hoy- sugirió el doctor.
  -Tengo que ir, sería sospechoso-
  -Ah si, no me has contado todo lo que pasó cierto?-
  -Es que no se por donde empezar- explicaba el androide.
  -Por que no empiezas por decirme que es lo que te tiene tan preocupado?- recomendó Hedo -se que eres inocente-
  -Resulta que la muerte de mi compañera salió en las noticias locales...Candy se enteró, pero no lo conecto conmigo, hasta que los mismos oficiales que me interrogaron hablaron con ella-
  -Vaya- exclamó Hedo -hablaron primero con ella?-
  -Si, y yo no estaba enterado porque solo iba a la universidad volando, aterrizaba en uno de los edificios, uno diferente cada vez, activaba el holograma y partía a mi facultad caminando-
  -Supongo que estuvieron unos días intentando hablar contigo pero cuando se acercaban desaparecias-
  -Si- confirmo Uno -al parecer intentaron ser discretos, y yo ya me había dado cuenta de que me estaban siguiendo , pero crei que eran los mismos tipos que nos atacaron, por eso los evite lo más que pude-
  El androide se tallo la cara con ambas manos se notaba su aflicción, Hedo analizaba las posibles opciones a realizar, pero de seguro Uno no lo convencería ninguna.
  -No les quedó de otra que esperarme al salir del entrenamiento- continuo Gamma - no sé quién diablos se quedó hasta esa hora viendo, pero eso fue suficiente para que media facultad se enterará que fui la última persona que vio a Cristal con vida-
  -Alguien te ha molestado?- indago Hedo enojado, le molestaba pensar que no conocían a su androide ya que de hacerlo, sabrían que el no sería capaz de herir a alguien inocente.
  Hedo tenía otra duda, pero no sabía cómo preguntar sin hacer sentir peor al androide.
  -Como fue que Candy se enteró que fornicaste con esa chica?- soltó de repente esperando una reacción violenta, sin bargo Uno se mantuvo tranquilo.
  -No tengo idea...ella solo me acuso y yo como idiota acepte la culpa-
  -Aun así te permitió quedarte esa noche con ella, no?- comento Hedo.
  -Si, no sabe cómo lo disfruté ese dia-
  El hombre hizo un gesto de incomodidad, la frase por alguna razón le hizo recordar a Celia, a quien tenía meses sin ver y aunque no la recordaba todos los días, en ocasiones tenía el impulso de marcar su número e invitarla a salir.
  -Bueno, debo irme- se despidió Gamma, tomo su mochila y voló en dirección a la universidad.
 
  Al aterrizar en un edificio, el androide vio a los agentes que lo habían interrogado antes en la entrada de su facultad, evidentemente lo estaban esperando, por lo que Uno penso que sería sospechoso si lo veian bajar de otro edificio, así que levantó el vuelo de nuevo, aterrizó en un callejón cercano, encendió el holograma y empezó a correr puesto que era tarde, ya que como medida de precaución, Gamma llegaba justo a la hora de entrada para que nadie lo viera, y se aprovechaba de los cinco minutos de tolerancia que tenían los maestros.
  Al llegar, tuvo que actuar como si no supiera que los agentes lo esperaban, les pasó por un lado a toda velocidad y se hizo el sorprendido cuando lo llamaron.
  -Buenos días oficiales!- dijo lo más natural posible mientras frenaba repentinamente -que los trae por aquí?-
  -Solo pasábamos por aquí y pensamos en venir a saludarte- respondió Sakuragi sarcástico. El agente Miura se rió un poco y luego volvió a hacer su gesto serio de siempre.
  -Ah si!?- contesto Uno siguendole el juego -que considerados, pero si me disculpan, ya voy tarde a la primera hora-
  -Seremos breves señor Maki- comento Miura de forma solemne -no hemos encontrado ninguna prueba que apunte que usted está involucrado con la muerte de la señorita Cristal-
  Uno sintió un gran alivio al escuchar esta noticia, no podía esperar a decirle a Candy y ver su reacción.
  -Solo una cosa mas- agrego Sakuragi -necesitamos que vayas a las oficinas a dar una declaracion-
  -Debo llevar abogado?- pregunto Gamma confundido.
  -No, porque no estás siendo acusado de nada, solamente necesitamos tu testimonio por si pasamos algo por alto- explico Sakuragi.
  -Y por si más adelante pasa algo que reabra el caso podríamos contactarnos contigo- concluyó Miura.
  -Esta bien oficiales, asi lo haré, nos vemos mañana- decía Gamma mentiras daba pasos con la intención de retirarse.
  -Solo una cosa mas- comento Sakuragi.
  El androide se detuvo e intento no mostrarse nervioso ante la petición, que podría ser?
  -Como alguien como tú tiene tanta suerte con mujeres tan hermosas?-
  -Sakuragi!- le reprendió el agente de mayor edad ante tal atrevimiento.
  -No hay problema- respondió Uno riendo -en realidad es sencillo-
  Ambos hombres lo miraron esperando con curiosidad la respuesta.
  -Soy estudiante de ingeniería, jugador titular del equipo de la universidad, y como si no fuese suficiente, soy de una familia rica- explico de forma arrogante.
  Los oficiales torcieron la cara molestos, como si esperarán otra respuesta, se dieron la vuelta y se retiraron del lugar. Gamma los vio partir satisfecho, había disfrutado de responderles de esa forma, pero no tenía tiempo para disfrutarlo, reanudó el paso y sin llegar a correr se apresuró para llegar a su salón.
  Muy quitado de la pena, entro al aula de lo más tranquilo, se acomodo en su asiento y cuando empezó a sacar sus útiles de la mochila el profesor en turno se dirigió hacia el.
  -Que horas son estás de llegar?- le reclamo.
  Uno se le quedó viendo sin saber que decir.
  -La tolerancia son cinco minutos señor Maki, no quince-
  Al androide no se le había ocurrido mirar su reloj para corroborar la hora, pero cuando el profesor lo menciono lo hizo automáticamente, tenía razón, ya habían pasado más de quince minutos.
  -Yo...lo lamento- dijo en voz baja y avergonzado.
  -Nada de lamentos- continuo el profesor -mañana lo espero a las 7 de la mañana, pero de momento le voy a pedir que se retire, es una falta de respeto para sus compañeros que si llegaron temprano que usted este aquí como si nada-
  Uno tomo sus cosas, le levantó de su asiento y se retiro. Hubo murmullos y algunas risas mientras pasaba por las filas de sus compañeros pero no le importo, el día siguiente llegaría temprano y tomaría las clases como lo hacía normalmente, ese imprevisto no le quitaría su ánimo recientemente renovado.

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