CAPITULO XL

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Candy primero dejo el auto donde lo tomo, subió al último piso del edificio y le hizo seña a Uno para que fuera por ella. El ya no estaba usando el holograma, después de todo cuando volaba casi nadie lo veia, usaba ropa normal, un pantalón de mezclilla y una camisa negra entallada que a Candy le gustaba mucho verle usar.
-Te gustaría ver cómo luce la ciudad desde arriba?- le pregunto Gamma al acercarse.
Candy asintió contenta, e intento disimular el miedo.
-Tranquila- comento Uno -se que te dan miedo las alturas...es por eso que no te había ofrecido esto antes-
-En qué momento?- exclamó Candy avergonzada.
-Desde la primera vez que te cargue, fue evidente que te asustó volar-
-Tambien me emociono que me cargaras- confeso Darling.
Uno solo sonrió, en ese momento el no sentía nada que no fuese amabilidad, pero considero innecesario decirlo.
-No te voy a soltar...jamas- agrego el para después tomarla en sus brazos, floto unos instantes y se colocó en el borde del edificio. Candy se aferró a el con fuerza, y su cuerpo se puso tenso.
-Confia en mi- pidió Uno sin esperar respuesta, luego levito por el aire y subió al techo del edificio.
Al estar ahí, la chica se paró y observó sin soltar el brazo de Uno.
-Normalmente, esto es lo que tú ves?- le pregunto al androide.
-Si- respondio.
-Que es lo que sientes cuando estás aquí?-
-Me siento solo-
Cuando escucho su respuesta, Candy no pudo evitar sentir pena por el, fuera lo que fuera, porque no sabía cómo clasificarlo, era muy parecido a los humanos, "a fin de cuentas, la tristeza y el vacío que la mayoría sentimos también lo sientes tu, eres más humano de lo que pareces" Meditaba Candy mientras levantaba su mano y acariciaba la mejilla del androide, el no la miro en cuanto sintió la Primer caricia, pues estaba pensando en su hermano, en que lo extrañaba, se preguntaba dónde podría estar, pero al darse cuenta de que no tenía caso, se giro hacia su pareja, la observó con sus grandes ojos amarillos y vio su reflejo en los de ella, se dejó llevar y la beso despacio, poco después retiro sus labios.
-Mas!- dijo ella.
-Mas?- pregunto un poco sorprendido.
-Si...quiero besarte...mas...besame mas-
Decia Candy quien se colgó del cuello de Uno para estar a la misma altura. Primero lo beso despacio sin quitarle los labios de encima, después fue aumentando la presión de sus labios, Gamma estaba disfrutando lo cuando su ritmo cardíaco empezó a acelerarse y de repente sintió una mordida en su labio inferior, no fue muy fuerte, pero le extraño que Candy hiciera eso.
-Perdon amor!- soltó Darling -no me controle, no va a volver a pasar-
-Enseñame a hacer eso- pidio el.
-Pues...- explicaba ella un poco avergonzada -es como cuando le das una mordida a la comida, solo no lo hagas muy fuerte porque puede doler-
Uno rápidamente entendió, y procedió a morder suavemente los labios de la chica, sin embargo esto los estaba llevando a la excitación y el techo de un edificio departamental no les parecía apropiado para tener intimidad.
-Y si nos vamos a casa?- sugirió Gamma.
Candy solo movió la cabeza para asentir mientras tomaba aliento.
-pon tus pies sobre los mios- ordenó el androide - mírame a mí mientras volamos-
La joven simplemente obedeció, y por alguna razón, el estar de pie y mirándolo a él le relajo durante el viaje, incluso, contempló la ciudad con asombro, desde ahí lucía hermosa, llena de luces de colores y las personas se veían pequeñas como hormigas moviéndose de un lugar a otro.
Uno aterrizó en un callejón cercano, al hacerlo, Candy lo beso repentinamente, luego lo tomo de la mano y empezó a caminar rápido hacia la casa mientras lo jalaba. Gamma ya no tenía problemas en calcular la fuerza que ocupaba ejercer cuando un humano normal lo jalaba o presionaba, lo que últimamente había notado es que le estaba costando trabajo controlar su verdadera fuerza.
En cuanto llegaron, Darling saco la llave de la casa con cierta desesperación y le costó un poco de trabajo abrir la cerradura. Una vez adentro, cerro la puerta apresurada, Uno estaba algo sorprendido por la urgencia de Candy, pero no decía nada, de hecho, le agradaba ver cómo ella también deseaba tanto tenerlo que ya no podía esperar. Los besos se reanudaron, las manos danzaban por la piel, hasta que la chica metió sus dedos por la camisa de Uno y prácticamente se la arrancó. El la miro riendo, puso ambas manos en sus senos y luego rompió la blusa que traía puesta.
-Oye!- exclamó Candy mientras reía.
-Despues te compro ropa- justifico Gamma para después romper el bra. cuando los senos estuvieron descubiertos inmediatamente comenzó a chuparlos y morderlos. La piel de Candy era blanca y tersa, algo que hacía poco logro apreciar. Ella gemía despacio, pues aún estaban en la entrada, por suerte para ellos a esa hora no pasaba mucha gente por ahí. Al saciar su deseo de besar sus senos, Uno le dió la vuelta a Candy, paso su mano derecha por la espalda y luego la bajo poco a poco mientras le olía el cabello. Colocó ambas manos en el pantalón, y con la facilidad que alguien rompe una hoja de papel lo hizo trizas, la ropa interior tuvo el mismo fin. Al tener a la chica desnuda se dió un tiempo para observarla, como extrañaba verla así.
-Que quieres que haga?- le pregunto Darling.
-Quedate así- le pidió Uno -solo agáchate un poco-
Candy obedeció, luego el se acomodo para entrar, estaba un poco apretado por la abstinencia obligatoria tras su discusión, sin embargo, al unirse todo ese se quedó atrás. En esa posición, Gamma debía levantar a la chica, pues la diferencia de estatura a veces complicaba el sexo parados, aún así el no se quejaba, al contrario, le parecía divertido buscar la manera de penetrar. Tenía las piernas flexionadas, Candy estaba de puntas, pero eso no detuvo las envestidas.
-Te extrañe mucho mi amor!- declaró la chica mientras sus manos estaban recargadas en la pared acolchonando los impactos.
-Yo también te extrañe!- le contesto Uno mientras se movía hacia delante y hacia atrás, como alguien que intenta cerrar por completo un cajón que ya no funciona correctamente.

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