CAPITULO XXV

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Esa noche Gamma no podia dormir, y no precisamente porque el sofá estuviese incómodo, sino por la extraña sensación ocasionada por el comentario de Reiko, ese recuerdo le daba vueltas por la mente, aparecía una y otra vez para incomodar lo, para torturar lo, le aterraba la idea de que la niña lo descubriera, peor aún, que se lo dijera a otros y tener que alejarse de Darling.
-no le hagas caso!- le había dicho Lidia cuando volvió - a veces hace comentarios así. Cree que es vidente o algo así -
La pequeña Reiko se puso roja del coraje al escuchar la explicación, por lo que dejo de hablar por unas horas.
Al ver la tensión que se había generado tanto por el incidente del carro y la ausencia del padre, Uno decidio probar con la recomendación de Hedo. Ya de vuelta, con las manos llenas, Gamma venía sorprendido de la eficacia de llevar de compras a las mujeres, " ahora veo porque los hombres lo hacen" meditaba relajado.
El androide no estaba seguro cuál era el protocolo a seguir, así que en cuanto estuvo a solas con Darling se lo pregunto.
-Pues...- reflexionó ella - comportate mientras estén ellas. Cuando volvamos a casa dormirán en mi habitación-
Uno la observó, el solo hecho de verla de nuevo tras dos semanas de ausencia hizo que el apreciará más tenerla consigo.
-No vamos a tener sexo mientras estén aquí, que pena que nos vean- continuaba la chica.
- Lo sé, sería inapropiado. No importa, disfruto mucho tener intimidad pero no lo es todo, me gusta tu compañía también - expreso Gamma.
La cara de Darling se volvió roja y a Uno le preocupo haberla molestado, pues pensó que era la misma reacción de su hermana menor.
-Perdon si dije algo que te incomodo- se apresuró el a decir.
-No estoy molesta mi amor- respondió Darling -de hecho me hace muy feliz que digas eso- aclaraba mientras abrazaba al androide en público. El también la rodeo con sus brazos, mientras observaba cómo las personas alrededor los miraban de diferentes formas, unos reían y otros parecían sentirse incómodos , incluso escucho un comentario que decía "kami sama tiene sus favoritos".
  Cuando volvieron a la casa, Uno vio como Darling comenzó a sacar decoración navideña quien sabe de dónde, luego le pidió ayuda para armar un pino artificial que al parecer tenía años guardado. Las chicas se pusieron manos a la obra, las compras hicieron que recuperaran los ánimos y al parecer, también recordar que su padre volvía las inspiro a dejar la casa bonita para recibirlo. Terminado esto, todas las mujeres se bañaron una por una y se pusieron pijamas con estampados de acordé a la temporada, Reiko usaba una de color azul con dibujos de copos de nieve blancos, el de Lidia era un conjunto negro que tenía un dibujo de una cabra antropoforma con letras que decían "Krampus", Darling por su parte, vestía una pijama roja que tenía grabado un personaje verde claro en traje de santa. Gamma estuvo a punto de comentar que nunca había visto esa pijama, pero después recordó que casi siempre dormían desnudos, así que se abstuvo de hacerlo.
Las cosas parecían ir bien, hasta que llegó la hora de dormir, cómo ya lo había dicho Darling, las niñas se fueron a su cuarto. Fue entonces que aprovecho para abrir la otra habitación y sacar con que cubrirse del frío. Uno miro que ahí había una cama, luego cayo en cuenta de que era la primera vez que la abría por lo menos estando el, así que le pico la curiosidad.
-por que no usas ese cuarto?- cuestiono.
La chica bajo la mirada al piso, cómo si buscará una respuesta, fue evidente hasta para Gamma que era algo de lo que no quería hablar, pero ya había preguntado, no podía dar marcha atrás.
-Esa era la habitación de mis padres- explico ella -no me gusta entrar ahí, me regresa a momentos que no se repetiran-
Hedo le explicó anteriormente a Uno que estas fechas hacían que mucha gente estuviese sentimental o deprimida, que incluso era una de las temporadas en la que aumentaban los suicidios. El no entendía como algo que ya había pasado causara eso en las personas, hasta que vio a Darling casi llorar por una simple pregunta.
-Perdon mi amor- se disculpo ella haciendo pucheros -te lo contaré en otra ocasión, no quiero que las niñas me vean llorar-.
Dicho esto, Darling se acostó en el sofá, Gamma la siguió y se acomodo junto a ella, abrazándola, intentando consolarla, demostrándole que el estaría ahi cuando lo necesitara. Luego, con su escáner comprobo sus signos vitales y noto como su cuerpo luchaba para contener la tristeza, por así decirlo, ya que la reacción era una mezcla de subidas y bajadas de ciertas hormonas y estrés.
-No te preocupes, estoy aquí para ti- dijo el aunque no fuese necesario. La chica intento relajarse pero se le dificultó bastante, abrazo a Uno lo más fuerte que pudo hasta que se quedó dormida, despues el la acomodo en el sofá y la cubrió con una cobija. El había dado soporte a su pareja, más no pudo evitar preguntarse quien se lo daría a el, e inmediatamente sintió culpable por ser tan egoista pues se dió cuenta que en ese momento quien necesitaba comprensión era ella. Por un rato, Gamma la miro dormir, cuando tuvo suficiente se acercó a una ventana y vio como algo caía del cielo, lo que llamo su atención es que no eran gotas de lluvia pues eran más lentas y se movían de un lado a otro, pasadas unas horas cubrieron el suelo de blanco, así que el androide salió de la casa a investigar.

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