—¿Qué es lo que quiere? —Pregunto hastiada. Mi voz vibra con cada palabra.—Quiero que nos dejes en paz, no sumas nada a esta familia. Déjalo que sea feliz con ella.
—No la ama y usted lo sabe. Me ama a mí, jamás sería feliz con ella —paso saliva—, pero a usted le importa una mierda, solo ve por su puto estatus y poder.
Me toma apretando tan fuerte mi mandíbula que incluso mis dientes duelen. El cuero frío de los guantes me genera escalofríos, pero nada se compara con la mirada fría y vacía que adorna el verde de sus ojos.
—Escúchame bien, puttana, rossa dall'inferno, eres una maldita ponzoñosa que no aporta nada en él, no eres más que la hija de una puta —toca esa fibra sensible para mi familia, se me forma un hueco en el corazón—. Así es, ya me advirtieron de la historia de tu madre. «La perra que hundió a los Fernsby a base de mentiras y que fue capaz de vender a su propio padre para robarle la empresa»
—No se atreva a mencionar a mi madre en su asquerosa boca. —Me libero de su agarre.
Por escasos segundos miro hacia atrás observando el monitor que baja dos puntos, cristalizando mis ojos y aumentando mi desespero. Siento en mi pecho que cada punto que baja se lleva una parte de mi corazón con él.
—Mi madre es una persona de admirar, no una hija de puta como usted y la mayoría de su familia. Respétela porque le tocaría nacer otra vez para, aunque sea tener un poco de la grandeza que ella tiene.
Ríe irónicamente, su burla es clara.
—Definitivamente, todas las Blake son igual de trepadoras.
Sale dando un portazo que me hace dar un brinco. El aura fría y negra que lo abunda siempre logra erizarme la piel y generar pavores en mí.
Giro viendo lo que nunca pensé estar haciendo un día como hoy. Se supone que deberíamos estar lejos, celebrando nuestra victoria. No aquí. No en un maldito hospital. No sufriendo como lo hago.
Aitara Maxwell Blake, la princesita de papá y la pequeñita de mamá. Hija de dos grandes en el arte. Para todos esto podría ser lo mejor del mundo, pero para ella era un reto.
Amaba a sus padres con locura, los admiraba, adorada y presumía. Pero a veces sentía que ellos habían logrado tanto que sería difícil para ella o su mellizo superar eso o al menos igualarlo.
Desde pequeña ama la música al igual que su padre, pero también el patinaje como su madre. Solo que... nada de lo que tiene la llena como debería. Siempre tiene el sentimiento de que aún no encuentra su función en el mundo, su motivación, su arte o su propósito.
Tiene unos dones ocultos para el mundo. Los lienzos, la pintura, los colores, los pinceles y la alegría forman parte de ese don. Solo que está tan oculto que, incluso ella, pasa de él.
Las secuelas del pasado no la dejan brillar tanto como desearía, siempre en su cabeza exigiéndole ser perfecta, una exigencia que ella misma se impuso para sentir que merece todo lo que tiene.
Siempre ha sido alguien cerrada y que guarda sus sonrisas solo para ella, su familia y amigos muy cercanos. Con un carácter y una personalidad muy peculiar, cerrada, y única.
Veamos que le depara el futuro a esta pequeña pelirroja en busca de su lugar en este mundo. Tal vez de paso encuentra eso que tanto desea que llene su corazón...
Por otro lado, él está acostumbrado a que todos le sirvan, a ser el maldito rey, nieto del dueño de Italia. Desde niño fue criado para matar y lo disfruta como si fuese el placer más exquisito del mundo. Pero no todo es alegría, la corona lleva un peso que solo quien lo carga sabe que tan duro y cruel es.
Su forma de afrontarlo es una que para algunos es muestra de debilidad y para otros es entendible. Para él es una salvación que detesta y repugna, pero le es indispensable para mantenerse de pie, aunque esto lo hunda cada vez más.
Matteo Beckett Rinaldi, Sottocapo de Italia, conocido como; el heredero, el sádico, o el mismo demonio. Siempre rodeado de lujos, dinero, mujeres, y poder, pero al igual que Aitara, vacío por dentro. Sin sueños, metas o algo que lo inspire a mejorar.
Ama disfrutar de las mujeres, el poder, y la sangre. Pero todo sádico tiene una debilidad, eso que ama y por lo que es capaz de todo, la de él lleva una melena cobriza y tiene un carácter dominante.
Él es el portador del legado, sin poder desviarse ni un instante de eso, sin poder velar por otra cosa que no sea; mantenerse a la cabeza de la pirámide de la mafia.
Ella es la portadora del arte a través de un pincel, la pelirroja con carácter de fuego y actitud de reina, dominante y demandante.
En un mundo donde la línea entre el amor y la guerra es tan delgada como una pluma. Donde las traiciones vienen de quien menos esperas y la daga es enterrada por tu propia sangre, ellos entenderán que cuando el destino traza un plan, este se cumple sin importar sobre quién o sobre qué, deba pasar.
Donde la guerra domina, pero el amor reina. Donde los sueños y las metas se ponen por sobre los demás, siendo esta la acción más egoísta, pero justa, que puede tomar nuestro corazón.
Donde desean poder decir que todo es NUESTRO, ellos entenderán que no hay un nuestro, hay un MÍO.
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Mío.
Romansa[LIBRO #2 DE LA SAGA SUEÑOS] [+18] ¿Hay fantasmas del pasado que nunca se van? Aquí entendemos que a veces los errores del pasado siempre nos persiguen hasta terminarnos por completo. En un mundo donde la línea entre el amor y la guerra es tan delga...