✮IX

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- T...tercera superior...

No importaba cómo, todos sabían los rangos entre su especie, sabían que enfrentar a una luna era estupido.

- Y..o no lo sabía, nunca se nos informó de proteger a un omega.... Además es un cazador!.

- quien te pidió tu opinión? Aguja de brújula...

- Por favor! Pued.....

Y sin importar nada destrozo como si fuera un árbol al demonio. El rubio miró maravillado la fuerza del contrario, pero esa admiración acabó rápidamente cuando esos ojos ámbar se posaron en el.

No se esperaba un trato delicado ni mucho menos. Akaza no era tonto, claro que vio sus preciados pergaminos desaparecidos y su despacho forzado. El pelirrosa lo tomó de la parte superior del uniforme obligándole a levantarse.

- Te dije que no salieras!

- y tú sabes que no quiero estar aquí!

- pues noticias kyojuro, para tu desgracia y mi beneficio somos destinados, y la mariquita en tu nuca dice que ahora eres mío!

- no soy una propiedad! Y no te reconozco como alfa, esta unión es un error!

- y lo sé, he sido muy considerado pero tal vez debería mostrarte tu lugar a mi lado. Como omega y tal vez así sigas mis órdenes!

El rubio estaba por protestar cuando el Demonio lo cargó como costal de papás quitándole la nichirin y tomando la tela con los pergaminos adentro. Sin mucho problema emprendió camino de regreso a la finca el cual no fue nada complicado.

Pronto el omega se vio nuevamente cerca de la finca y por último se vio en el portón de la finca. Akaza sin titubeos entró y cerró detrás de él, avanzó al pórtico de la entrada y pasó como alma que lleva el diablo, mando  la bolsa improvisada con pergaminos al suelo de madera apenas entró. Y la nichirin la aventó más lejos, clavándola en la fina madera que tanto le había costado mantener bien.

Subió las escaleras sin importar los golpes que el Pilar le propinaba pidiéndole que lo bajara.

- Silencio omega, obedece.

El Rengoku se callo y quedó quieto, su instinto omega le obligaba hacer caso a lo que su alfa le pidiera, de nuevo se sentía tan humillado. Estaba empezando a generar un rencor por el demonio que era más grande o eso creía el.

Akaza entró a la habitación principal que era donde había dejado originalmente al omega y apenas entrar lo dejó caer duramente sobre el futón para posarse sobre este entre forcejeos mientras el omega le imploraba que no lo hiciera.

El demonio ignoró cada pedido, estaba tan enojado por todo, por Douma, por Muzan, por Daky, por Kokushibo por kyojuro sobre todo, le molestaba más el simple hecho de pensar que hubiera pasado si no hubiera llegado, habría muerto o incluso habría sido abusado y asesinado. Pensar en alguien más tocando de cualquier forma al rubio le hervía la sangre.

- N..no por favor akaza...

- Callate.

El rubio empezó a sollozar con desesperación cuando sus manos fueron apresadas sobre su cabeza y sus piernas separadas para que el alfa se acomodara a su gusto entre ellas. El demonio le quitó el cinto del pantalón del uniforme y lo uso para apresar detrás del pilar sus manos de manera que le fuera imposible moverlas.

El rengoku seguía pataleando pero imposible, sería abusado sexualmente por el demonio, sus lágrimas empezaron a bajar con fuerza de sus ojos y el miedo se integró a su escéncia. El rengoku sintió tanto asco como miedo cuando el demonio le tomó de la mandíbula con fuerza controlada para no herirlo de más, intento bajar su rostro rogando.

☀Sᴀɴɢʀᴇ ᴀᴍɪᴇʟᴀᴅᴀ☾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora