☀Sᴀɴɢʀᴇ ᴀᴍɪᴇʟᴀᴅᴀ☾

✮XI

El rengoku se dejó hacer cuando el alfa lo cargó subiendo con el las escaleras, se escondió en el hueco del cuello y hombro de akaza, se quedó aspirando el olor que el alfa sacaba naturalmente.

El pelirrosa aspiraba el dulce olor a miel que el omega estaba dejando desprender, ambos se regocijaban con sus aromas, por su parte el mayor sentía tu ciclo más presente, apenas entraron a la habitación y akaza cerró d enuevo la puerta corrediza se dejó caer al futón junto al omega.

Se miraron un momento a los ojos y el rengoku casi jura que los ojos ámbar de akaza cobraban más brillo. Y el demonio podía ver más color en los ojitos del omega. El pelirrosa sin perder más tiempo empezó a besar la frente del omega, bajando sus besos delicadamente por el rostro de este hasta llegar a sus labios donde se quedó indeciso.

El omega fue el que dio El Paso acercándose lo suficiente para cortar el espacio sobrante, el pilar pensó que recibiría un beso duro y rápido, pero fue todo lo contrario, fue delicado y tierno.
El demonio juraba sentir un sabor a miel en los labios del rengoku, amaba tanto eso, los había provado pocas veces que podría contarlas con sus manos, pero sabía ahora que tendría más oportunidades para hacerlo.

El omega intentaba seguirle El Paso a su alfa, pero era inexperto, había besado en su vida solo a una persona y era la misma que lo besaba ahora.  Cuando el demonio dejó de besarlo pasó a un camino de besos tiernos desde la barbilla hasta el cuello donde dejó chupetones y algunas mordiditas.

El vientre del rengoku se removió, la situación estaba estimulando el celo próximo del omega que reaccionaba ante el rut de su alfa. El rengoku con timidez llevó sus manos a la yukata del alfa desabrochándola, el mayor se separó para quitársela frente al rubio, dejándola de lado, igual no la necesitaría.

El demonio noto la mirada del omega claramente nada discreta sobre el, le tomó la mano y la llevó a su abdomen.

- puedes tocarme kyojuro. Puedo desnudarte?

La pregunta en tal formalidad le tomó por sorpresa al Rengoku, esa no era la forma en que creía que sería su próximo encuentro con el demonio, pensó que sería algo más rudo y forzado, sin embargo no fue ni forzado a nada y eso le alegraba.

- te lo permito akaza..

El demonio se sorprendió, era la primera vez que kyojuro lo llamaba por su nombre y no por odio u otra cuestión, además verlo con su carita tan sonrojada y bonita despertaba el lívido del alfa que deseaba verlo rogando por más. Las feromonas de este se intensificaron y su rut empezó a hacerse más fuerte quitándole algo de paciencia al alfa.

El rengoku sintió de golpe todas las feromonas de su alfa concentradas, un mensaje directo para sus hormonas que empezaron solas a prepararse para lo que seguía. El celo del omega empezaba a salir a la luz igual. El demonio se apresuró a quitarle la yukata al omega. Intentando mantener en todo momento la delicadeza y mimándolo con caricias suaves.

Cuando se deshizo de esa prenda lo primero que atacó fueron los hombros del rubio, apartó su hermoso cabello para besar, lamer y succionar la piel del menor que se dejaba hacer sintiendo su libido en aumento al igual que la incomodidad en sus partes inferiores.

- sabes a miel kyojuro.

Respondió el alfa con sinceridad, el omega escuchó la voz ronca de su alfa, en ese momento le parecía tan sensual. Pero ambos estaban impacientes, el calor ya los había contagiado y necesitaban saciar e el uno del otro.

El demonio recostó completamente al rubio para empezar a jugar con los pezones de este, seccionándolos, lamiéndolos y mordiendo levemente. Estimulándolos a ponerse erectos. El rubio empezó a soltar jadeos bajitos acariciando el cabello de su alfa con sus manitas, su vientre sentía cosquillas y su entrada empezaba a lubricar.