N5: DANCING LU

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Jueves en la noche en el viejo continente, el verano queriendo cederle su lugar al otoño que ya empezaba a anunciar su presencia sobre todo al anochecer. Lucía había estado recorriendo el lugar natal de su madre doña Engracia, volver a ese sitio cada vez que podía sin duda le llenaba el alma.

Lucía se hallaba pletórica pues, no solo estaba compartiendo tiempo de calidad con su única hija Ro, quien junto con su novio habían mudado su residencia a ese país hacía ya varios meses, sino que también podía finalmente disfrutar de la compañía del amor de su vida después de dos largos meses sin él. Sí, Joaquín había arribado a Madrid esa misma mañana. Ahora se encontraban todos en el pequeño pero acogedor departamento de Ro, Damián había invitado a varios amigos de Lucía y de Joaquín, así como también amigos de ellos a venir y compartir una noche de relax. Aprovechando la llegada de la mitad masculina del dúo y para poderse relajar antes de iniciar con la ronda de compromisos pactados con motivo del cuarenta aniversario de Pimpinela.

Con su rubia melena ondeando libremente, enfundada en unos vaqueros de cuero y un pull negro de cuello alto y mangas largas que se ajustaban muy bien a sus generosas curvas, se movía de un lado a otro departiendo alegremente con los invitados, aunque no podía evitar echarle unas cuantas miradas coquetas a Joaquín, quien haciendo honor a ese look tan desenfadado que tanto le gustaba utilizar se hallaba cómodamente sentado en una silla con una copa de vino en su mano derecha mientras la devoraba sin pudor alguno con su mirada.

Él conversaba divertidamente con algunos de los invitados, sin embargo, una recién llegada amiga de su sobrina le llamó mucho la atención, y no precisamente por su belleza física, pues cabía recalcar que era hermosa, sino precisamente por las  <<  miradas >>  que le echaba a su mujer, miradas que él pudo decodificar perfectamente ya que eran las mismas que él le brindaba a ella, exclusivamente a ella en la intimidad de su habitación. Definitivamente no podía perder de vista a Sandra García - San Juan.

Elevó su copa permitiendo que aquel líquido hiciera contacto con sus labios para luego brindarle el acceso completo hacia su interior

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Elevó su copa permitiendo que aquel líquido hiciera contacto con sus labios para luego brindarle el acceso completo hacia su interior. Su cuerpo entero vibró al sentir el dulce elixir del fruto de la vid y no era precisamente por el alcohol que circulaba por su torrente sanguíneo y ya empezaba a hacer estragos en él. 

A unos cuantos pasos de dónde él estaba su sobrina y su mujer, sí, suya aunque aquello fuera un secreto, estaban entretenidas con el celular de la primera. Ella intentaba ambientar aquel lugar con música, algo completamente normal teniendo en cuenta que provenía de una familia de cantantes y compositores.

Luego de un par de toques en el dispositivo la atmósfera se volvió musical

Mi perra no ladra

Pero como muerde la almohada

Ah, tiene ese efecto
Ah, es tan perfecto
Ah, cómo lo hacemos
Ah, sucio y directo
Me la comía (¡chiquita!)
Siempre a escondidas
Es que esa nena está muy buena y me fascina
Ah-ah-ah-ah
Te quiero encima, nada encima
Solo el "Cinco" de Chanel
Ya rompimos la tarima
Luego el cuarto del hotel
Una noche enamoradas
Después nos volvimo' a ver
Ya le dimos la portada
Ahora dame de comer

PIMPI SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora