PIZZA, FAMILIA... Y TRAVESURAS 1.1

111 21 49
                                    


El reguero de prendas en su cama daba un indicio de lo emocionada y, por qué no, nerviosa que se encontraba.

Desde hacía mucho tiempo que no salían todos en familia a cenar, y no es que no coincidieran en tiempo y en espacio, pero no había sido con la misma algarabía y complicidad que había ahora. Suspiró recordando el punto exacto en que el quiebre inició, y no pudo evitar sentirse como una estúpida por haber ignorado las señales que habían existido y que ella no quiso ver.


Flashback

Finales de 2023

—¿Manuela va a pasar por ti? —, preguntó Joaquín desde su posición en el marco de la puerta, sus ojos no podían dejar de recorrerla íntegra de sur a norte mientras ella le daba los últimos toques a su maquillaje, esa noche saldría a una reunión de amigos, y a él le encantaba que, en medio de la vorágine de vida que llevaban, ella se diera esos momentos en solitario.

—No... Manuela llegaría con Susana. Alejandro se ofreció a pasar por mí. Dijo que le quedo de camino—, justificó.

Joaquín frunció sus cejas intentando ponerle rostro al tal Alejandro, era la primera vez que escuchaba ese nombre en la lista de amigos de Lucía, ¿sería acaso una nueva conquista? Su ser tembló inevitablemente, por un instante sintió que hizo un viaje en el tiempo, su mente le trajo a colación el momento en que todo su mundo se destruyó gracias a la aparición de un nuevo personaje en la historia, Pablo Alarcón.

—¿Alejandro? —, preguntó él, pues no fue capaz de asociar su nombre.

—Sí... es artista plástico o algo así. Es amigo de las muchachas—, respondió ella desenfadada, al tiempo que rociaba su piel con su perfume.

—¿Y tú lo conoces? —, se interesó.

—Mmmm... no, hemos coincidido un par de veces en reuniones, si acaso hemos charlado. ¿Cómo me veo? —, inquirió ella una vez se colocó sus zarcillos, dándole una vista de 360 de su look.

—¿Y si mejor te quedas? —, ronroneó él sobre sus labios una vez se acercó a ella.

—¿Y si mejor vienes conmigo? —, rebatió ella encerrando su cuello entre sus brazos.

—Sabes bien que tus amigas son algo «activas»—, afianzando sus manos en su cintura. —Además, me encanta que disfrutes estos momentos con ellas, pienso que es necesario en una pareja—, ronroneó, raspando la piel de su cuello con sus dientes.

—Mmmm... Joa...—, jadeó, sintiendo como él regaba caricias en su cuerpo, su respiración se estaba acelerando. Él era experto en seducirla.

La bocina de un auto interrumpió el idílico momento, él gruñó y ella rio. Si Alejandro no llegaba en ese momento, estaba segura de que hubieran terminado haciendo el amor. Ella era débil ante él.


.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.


El ambiente en la fiesta era inmejorable, ya para este momento los invitados se habían separado en grupos, unos bailaban, otros bebían, sin embargo, un poco alejados del ruido, Lucía y Alejandro conversaban amenamente. Hacía tanto que no encontraba a alguien con quien poder platicar tan a gusto, aunque claro, la facilidad con la que ese hombre sacaba temas de conversación no se comparaba en lo más mínimo a la de Joaquín. Ella no había conocido a hombre más culto y buen platicador que su amor, él era simple y sencillamente maravilloso.

PIMPI SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora