El resto de ese lunes se les fue en registrarse al hotel, recibir las indicaciones por parte de los organizadores de lo que serían las galas a las que tendrían que asistir. Decidieron tomar una cena ligera en la habitación que había sido reservada para ellos, Lucía hizo una video llamada con su mamá en Argentina quién en ese momento estaba sola con Esperanza puesto que el resto de la familia se estaba alistando para viajar a Las Vegas, sí, Rocío Luna Hazán se había salido con la suya y había logrado orquestar el viaje para los tres, así que les darían una sorpresa al dúo, sorpresa que su madre evidentemente guardaría.
Joaquín se unió a la llamada una vez simuló haber llegado a la habitación de su hermana, y aprovechó para conversar con ella.
- ¿Y Viviana? - preguntó como mera cortesía, aunque a la fémina eso no le gustó en lo más mínimo, aun así hizo su esfuerzo por disimularlo -
Tocaron a la puerta de la rubia y ella se levantó a atender, recibiendo así la cena para ambos, charlaron un poco más y cortaron la comunicación, lo cierto es que estaban agotados y sus cuerpos exigían descanso.
Cenaron entre charlas triviales, Joaquín le propuso tomar una ducha relajante y la rubia aceptó. Su teléfono móvil sonó acaparando su atención, distracción que Joaquín aprovechó para ejecutar el plan que tenía en mente.
Dos cuartos de hora después la rubia mujer cerraba la llamada y puso su teléfono a cargar, al voltear le extrañó no ver a Joaquín en la sala de estar de la suite, lo buscó por el área pero, unos ruidos provenientes del baño la atrajeron y se dirigió allí.
Su sonrisa se ensanchó todavía más al observar aquella escena. Joaquín había llenado la bañera con agua tibia, le había añadido sales minerales y unos cuantos pétalos de rosa, velas aromáticas, todo era maravilloso y relajante.
- ¿Una copa? - susurró una voz en su oído al tiempo que una copa de su vino favorito aparecía delante de sus ojos -
- Gra-gracias... - carraspeó un poco para poder responder pues su cuerpo entero tembló ante aquel contacto -
- ¿Brindamos? - propuso una vez ella giró para quedar frente a frente a él -
- Sí...
- Brindo por ti, por mí, por tu talento. Brindo también por la confianza que has depositado en mí al brindarme tu voz y adornar mis composiciones. Gracias por estos primeros treinta y ocho años de carrera, gracias por haber aceptado ser parte de Pimpinela, pero sobre todo, gracias por amarme - finiquitó chocando su copa con la de la fémina que lucía en ese momento visiblemente emocionada -
- Yo... - susurró intentando poner en orden su mente - yo quiero brindar por ti, porque eres el mejor hermano mayor que pude desear, porque siempre me has amado y protegido. Por tu genialidad a la hora de componer, por tu sensibilidad a la hora de entenderme aun cuando yo misma no logro entenderme. Por la forma en que me amas, porque ese amor que veo reflejado en tus hermosos ojos marrones me enamoran cada día más. Gracias por bancarme siempre. Te amo - susurró con una brillante sonrisa en sus labios, chocó su copa con la de Joaquín y bebieron un sorbo del contenido de la copa -
- ¿Se te antoja una ducha relajante? - propuso mirando fijamente hacia la bañera -
- Sí...
Él tomó ambas copas y las colocó a un lado de la tina y con mucha ternura empezó a despojarla de sus vestimentas. Las caricias que él iba depositando en su cuerpo cada que descubría una parte de su piel no tenían ningún rasgo erótico, por el contrario, su propósito era relajarla. Las últimas horas habían sido muy agotadoras para ambos, así que necesitaban descansar. Ella tampoco se quedó atrás y usó sus manos para desvestirlo, amaba sentir la calidez de su piel.
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PIMPI SHOTS
FanfictionSerie de capítulos únicos inspirados en situaciones del dúo musical más querido de todos los tiempos. Cada capítulo puede ser leído como historia independiente. En algunos casos excepcionales habrá continuidad, sin embargo, seguirá siendo una histor...