Isabelle Taylor desde pequeña siempre tuvo un pequeño odio hacia Anthony LaRusso, y su odio creció cuando el chico tuvo su gran Glow Up, se volvió popular y egocéntrico.
Donde hay odio puede que también haya una gota de amor entre estos dos persona...
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Ya era la hora de la salida e iba caminando y hablando con Kate de como ella se cayó en plena clase de matemáticas y el salón en silencio ya que se había quedado dormida.
— ¡Taylor! — escuche y voltee a ver quien era.
— LaRusso.
— Am era para decirte que hoy iniciamos el escrito, y que si quieres y puedes, nos fuéramos ya los dos a mi casa, ya que mi papa viene a recogerme así que...— dijo el peli-negro un poco inquieto esperando mi respuesta.
— Ahh claro, a mi mama no le molesta, pero igual déjame y le pregunto — el chico asintió y yo salí con la pelirroja a mi lado hacia el auto rojo que estaba esperando.
— Veo química — hablo de repente la ojiazul.
— Yo también, pero no entiendo nada — digo — Que se pudran los grupos funcionales.
— No hablo de eso estúpida — Kate golpea mi brazo y yo me quejo — Hablo de LaRusso y tu.
Pare de caminar y mire a mi amiga a mi lado.
— Kate Stephanie Martin no vuelvas a decir eso en tu vida si quieres seguir con esta amistad ¿Entendido? — ella asintió, sabe que cuando le llamo por su nombre completo es porque algo me disgusto demasiado.
Seguimos caminando y llegamos al auto.
— Hola ma, Sarah — saludo con la mano con la ventana del auto.
— Hola Jess, Sarah — mi amiga hizo el mismo ademan con la mano.
Mi mama baja la ventana del carro.
— ¿Por qué no subes?
— A eso iba. Pues mira que en biología nos pusieron a hacer un escrito en parejas, y a mí me toco con Anthony LaRusso, entonces ahorita hable con él para ver si me dejabas irme con él y Daniel.
— Pues claro. Tú sabes que si es con Daniel es un si — mi mama se conocía con Daniel por el trabajo en pocas palabras son como socios y pues unas veces nos invitaron a su casa para una cena o a veces mi mama era la que los invitaba.
— Ok ma, gracias, adiós ma — le mando un beso- adiós Sarah.
— Adiós Jess y adiós Sarah — ya luego de que la rubia mayor le mandara un beso a Kate se fue.
— Bueno Isa, vete te deben estar esperando, yo espero a mi mama tranquila, ve — le doy un beso en la mejilla, me despido de ella y voy hacia donde esta LaRusso.
— Hasta que por fin — solo le volteo los ojos, el chico abrió la puerta trasera del carro y se metió y lo le seguí.
— Hola pa — dijo el peli-negro apenas entro al auto.