Isabelle Taylor desde pequeña siempre tuvo un pequeño odio hacia Anthony LaRusso, y su odio creció cuando el chico tuvo su gran Glow Up, se volvió popular y egocéntrico.
Donde hay odio puede que también haya una gota de amor entre estos dos persona...
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Estábamos en la sala con mi mamá, Nat y Kate a que Sarah bajará ya con el vestido. Era el baile de graduación.
Pasaron unos minutos más y la rubia bajo. Tenía un vestido azul con encaje en la parte superior y en la parte de abajo tenía unas margaritas, el vestido le llegaba un poco debajo de las rodillas, en su cabello las puntas las tenía rizadas. Se veía hermosa.
— Oh mi niña, como te creciste — dijo la rubia mayor con los ojos llorosos, yendo a abrazarla.
— Te ves más preciosa de lo que eres — la mayor de las pelirrojas le dio un giro.
— El azul es tu color, hermosa — Sarah abrazo a mi amiga y le susurro una "gracias"
Yo fui a donde estaba ella.
— Hermosa como siempre, hermana mía — ella me abrazo.
— ¿De dónde crees que sacaste los genes? — pregunto con cierto egocentrismo y todas las que estábamos en la sala nos reímos.
— Nat, gracias por dejarla tan bella.
— Cuando necesiten cualquier cosa, solo llámenme.
— Lo haré.
— Bueno, acomódense para las fotos.
Me puse a lado de Sarah, Kate a lado mío, mamá al otro lado de mi hermana y Nat a lado de mi mamá. Un lindo recuerdo quedara.
— Bien, vamos niñas tenemos que ir a casa de los LaRusso — mamá agarro su bolso.
Espera, ¿Qué?
— ¿LaRusso? — preguntamos las dos.
- Vamos, niñas — mamá rodo los ojos — Sarah, sé que Sam y tu están arreglando las cosas, e Isa, sé que estás hablando más con Anthony. No soy tonta, me doy cuenta de esos detalles.
Una parte era verdad.
— Voy con ustedes — la pelirroja menor agarro su bolso. Mamá no puso problema sabe que Kate va a donde voy yo, además ella se quedaba hoy a dormir.
— Pórtate bien, Kate Stephanie — su madre le advirtió.
— Si señora.
— Nos vemos, hija — beso su cabeza, se despidió de nosotras y se fue.
