Isabelle Taylor desde pequeña siempre tuvo un pequeño odio hacia Anthony LaRusso, y su odio creció cuando el chico tuvo su gran Glow Up, se volvió popular y egocéntrico.
Donde hay odio puede que también haya una gota de amor entre estos dos persona...
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— ¿Por qué no nos dejaron ir? — pregunto una vez más Kate enojada.
— Porque iba a ver alcohol y a nuestros padres no les gusto esa idea — contesta Tony una vez más ya cansado.
— Da lo mismo. Al Bert ese lo dejaron ir — se queja la pelirroja.
— Porque sus padres si lo dejaron — contesto yo.
— Que injusticia. Yo quería celebrar, no tomar.
— Kate, igual tu tomarías.
— Silencio, Isabelle.
Rodo los ojos divertida — Más bien pidamos pizza, jugamos a algo o vemos una película.
— Me gusta esa idea — dice Tony — ¿Tú lo puedes pedir?
— Eh si, claro. Ya vengo — dije y me fui a la cocina donde tenía los números.
Llame e intentando no escucharme nerviosa pedí la pizza. Aunque se demoraron un poco en responder.
Volví a la sala y no había nadie. Fruncí el ceño y los llame, pero nada. Y de un momento a otro las luces de la casa de apagaron.
— Oigan si me quieren hacer una broma no me gusta para nada — dije ya un poco asustada.
Agarre mi celular e iba a prender la linterna cuando se empezó a escuchar Hero de Starstruck. Me quede quieta y se prendieron las luces. Ahí estaba Anthony parado con un cartel que decía
I believe in destiny I may be an ordinary guy With heart and soul But if you're the one for me Then I'll be your hero
Solté una risa y Tony se acerca a mi y deja el cartel en una silla.
— ¿Me dejarías ser tu novio? — me pregunta agarrando mi mano.
— ¿Qué ganaría a cambio? — le pregunte molestándolo y él me mira pensativo.
— Veré tolo lo que quieras.
— Mm, déjame pensarlo — sin más le di respuesta — Si, puedes ser mi novio y ¿Yo puedo ser tu novia?
— Las veces que quieras — me responde con una sonrisa. Sin pensarlo agarre sus mejillas y los bese, él colocó sus manos en mi cintura.
— ¡Que vivan los enamorados! — nos separamos al escuchar a la pelirroja gritar — Ups, ¿arruine el momento?
— Para nada.
— Le dio el toque.
Kate baja corriendo las escaleras y nos abraza.
— ¡Ayy! Son hermosos — nos reímos — Si terminan dejo de creer en el amor.
— Espero y eso nunca pase — digo mientras entrelazo mi mano con la Tony.