— Ji-Men no puedes dejarme por favor, te lo suplico no me dejes — dijo la mujer de rodillas.
— Li-sa déjame en paz, me lárgare, ya no soporto un minuto más a tu lado, ya no te amo, amo a alguien más — dijo el señor mayor cerrando su maleta.
— por favor Ji-Men, tenemos dos hijos, el niño de 1 mes de nacido, y la niña de solo dos semanas, no puedes abandonarlos, al menos hazlo por ellos, por favor Ji-Men — suplico la madre de rodillas.
— lo siento, pero es mejor que sea así, por que así no me recordarán y no me buscarán — dijo y salió de la habitación de la mujer.
— Ji-Men!, por favor no te vallas! — grito la madre sollozando, al ver como su novio salía de casa — por favor... — sollozo.
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— Cariño, bebé, despierta — hablo la madre a su hijo mayor.
— ¿Ya amaneció mami? — pregunto el niño de 10 años.
— si cariño, ya sabes lo que tienes que hacer, tu hermana ya esta abajo esperándote — dijo la madre.
— está bien mami ya bajo — dijo el pequeño, levantándose de la cama.
— está bien mi niño.
Si más la madre salió de la desgastada habitación.
4 minutos después.
— listo mami, ya podemos irnos hermanita — dijo el niño corriendo hacía la cocina desgastada dónde estaba su madre y hermana.
— bien mi amor, saben que esto lo hacemos para poder comer y poder pagar el apartamento mis niño, como desearía tener dinero y que ustedes ya no salieran a caminar por las calles a pedir dinero mis bebés — dijo la mujer abrazando a sus dos hijos.
— mami te entendemos y no nos molesta ayudarte, te prometo que cuando sea grande tendremos mucho dinero y yo te cuídate y les daré todo a mi hermanita y a tí mami — dijo el pequeño orgulloso y abrazo a su mami.
Quién está soltó algunas lágrimas, pero las limpió rápidamente
— muy bien, ya saben a que hora deben estar aquí ok?
— si mami, estaremos aquí a las 5 de la tarde.
— exacto mi amor, ya vallanse, cuídense mis amores — dijo y los niños salieron de casa.
— algún día dejarán todo esto mis niños — dijo la madre recargada en la barra casi rota de la cocina.
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— Señora Ni-nel por favor, solo déme una semana más se lo pido, aún no he podido conseguir suficiente dinero para pagarle — dijo la madre mientras veía como la señora mucho mayor negaba.
— señora, usted me ha dicho lo mismo desde hace un mes, y mire aún no me a pagado ni la mitad — exclamó la señora.
— perl comprendamé, tengo dos hijos que criar, soy madre soltera y no tengo un trabajo estable.
— pues lo siento mucho señora, pero tiene 24 horas para desalojar el apartamento, o tendré que llamar a la policía — dijo la señora.
— está bien, gracias por nada — se retiro la madre y subió al apartamento.
— mami!, ya llegamos, nos fue muy bien, ganamos más que los últimos días — dijo el niño sonriendo.
— me alegro mucho cariño, felicidades, mis amores tengo que decirles algo — dijo la madre con nerviosismo.
— ¿que pasa mami? — pregunto ahora la pequeña de 9 años.
— lo que pasa es que tenemos que salirnos del departamento ya que lo ocuparán otras personas así que tendremos que buscar otra casita para vivir — dijo la madre con lágrimas en sus ojos.
Sus pequeños no se merecían ésto, pero era la vida que les había tocado.
— mami, no te preocupes, a dos cuadras de aquí hay una casita y esta sola, podemos quedarnos por ahora ahí! — dijo feliz el pequeño.
— encerio mi amor? — pregunto la madre sin creerlo.
— sí mami, sabía que algún día esto pasaría así que busque una casita y la encontré, vamos.
— gracias mi amor, son unos grandes hijos, los amo, todo cambiará lo prometo mis bebes , todo cambiará...
꧁𝙏𝙤𝙙𝙤 𝙘𝙖𝙢𝙗𝙞𝙖̊𝙧𝙖 𝙖𝙡𝙜𝙪𝙣 𝙙𝙞́𝙖, 𝘾𝙖𝙧𝙞𝙣̃𝙤.꧂
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