— ¿que pasa mami? — pregunto el pequeño castañito.
— ven mi niño, ayúdame a llevarle esto a tu papi por favor cariño — dijo la mujer, entregándole el plato con comida al pequeño niño de 7 años.
— a-ah p-papi? — preguntó aterrado el pequeño.
— si mi amor, ándale ve a llevarselo rápido — apuró la madre del pequeño, para después volver a la cocina.
— está bien mami — dijo y camino hacía el comedor.
Cuando entro al comedor vió a su padre sentado en una de las sillas, se acerco hasta dónde el y dejo el plato con comida frente a el, con la cabeza gacha.
— que buen niño, atendiendo a su papi — dijo el padre del pequeño — verdad bebé.
— s-si p-papi — asintió en niño con inocencia.
El padre se volteó hacía su hijo y lo tomo de su pequeño cuerpo acariciándolo lentamente.
— p-papi ¿q-que h-haces? — pregunto el niño confundido y nervioso.
— solo te acarició bebé — contesto el padre.
La joven mujer madre del pequeño llegó hasta ellos impidiendo cualquier otro movimiento del padre.
— cariño, ve a tu habitación a descansar, tu papi y yo debemos hablar cosas de adultos mi amor — dijo la madre acariciando el cabello de su pequeño.
— si mami, está bien — el niño beso la frente de su madre y salió caminando a su habitación.
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— ¿mami?,...¡¡¿mami?!! — grito el pequeño corriendo hasta su madre quién estaba tirada en el suelo con moretones.
— mami que te paso, mami — el pequeño preocupado, se levanto rápidamente, y cuando intento ir por el algodón para su madre fue detenido del brazo por su padre.
— por favor, Ji-hoo no le hagas nada, te lo suplico — dijo la madre sollozando — solo es un pequeño niño, el no tiene la culpa.
— tienes razón, el no tiene la culpa de que su madre sea una zorra — escupió con asco el padre.
La madre sollozo con más fuerza.
— deja de llorar o te golpeare frente al niño — amenazo el padre.
La madre asustada intento hacer el más mínimo ruido.
— me llevaré al niño, no pienso dejarlo contigo — dijo el padre, llendóse por un momento a la habitación del pequeño.
— mami que pasa? — dijo el pequeño con lágrimas en sus pequeños ojos.
— mi amor, te irás con papá unos días a casa de tu abuela, te quedarán ahí, por favor has todo lo que el te pida, y has todas tus tareas, no olvides que mami siempre te va a amar mi amor — dijo la madre besando la cabellera de su hijo.
— pero mami, no quiero irme de tu lado, no quiero dejarte sola — dijo el pequeño sollozando.
— no llores mi amor, prometo que volveremos a vernos, mientras tanto no olvides que siempre vas a ser mi bebé, mi príncipe — abrazo por última vez a su hijo y le dió un último beso, antes de que el padre volviera y tomara al niño del brazo.
— ya nos vamos, despídete de tu madre — dijo el padre fríamente.
— adiós mami, te amo no lo olvides — dijo y abrazo una vez más a su madre.
— adiós mi bebé, prometo buscarte — dijo y solo vió como poco a poco su hijo se alejaba de ella.
