(Se me fueron las ganas de volver a enamorarme, pues nomás estoy pensando cuando van a traicionarme, hoy muere esté muchacho...y nace un borracho)
Dentro del estudió en casa de JiMin (el cuál estaba con llave) se escuchaban las canciones de el a un volúmen un poco alto, y de vez en cuando se escuchaban botellas rompiéndose o siendo estrelladas contra la pared.
— JiMin por favor ábreme, hermano por favor! — suplicaba lisa desde afuera preocupada por su hermano que no salía de su estudió desde hace 3 semanas.
Mientras tanto dentro del estudio, se encontraba JiMin recargado en una pared con lágrimas en sus ojos ya secas o algunas nuevas, habían algunas botellas de todo tipo de vino o cualquier sustancia alcohólica tiradas en el suelo, junto a las bocinas del estudio sonando y su celular tenía llamadas de todos sus familiares incluso de JungKook, en su celular se reproducían varias presentaciones de JungKook, el se hacia sufrir a si mismo.
JiMin moría lentamente, el lo sabía y la verdad deseaba hacerlo, se había convertido en alguien agresivo cómo su padre.
El trataba de salir, pero los recuerdos de ése día dónde había lastimado a JungKook lo atormentaban cada día.
Se había olvidado de todo y de todos, por un momento había olvidado hasta su nombre.
Había tendido ataques de ira sin razón alguna.
Lo sabía, sabía que el podía pasarle eso sin alguna razón.
Y era por eso que nadie más que su hermana estaba para el, ella lo sabía controlar, sabía cómo calmarlo y la extrañaba, la extrañaba demasiado, extrañaba también los brazos de su esposo...