⋆。˚ ✦ 🐉 ✦ ˚。⋆༻──── 𝐏𝐔𝐑𝐄 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃
Visenya Targaryen era lo que todo hombre quería; hermosa, fuerte, valiente e inteligente. Tenía un carácter muy especial, pero por esa razón llamaba totalmente la atención de Daemon Targaryen, quien apesar de...
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Rhaella era realmente unida al tercer hijo de Viserys Targaryen, lo conocía muy bien y sabía cuanto sufría por las bromas que su hermano mayor y sobrinos le hacían por no tener un dragón como todos los Targaryen. Sabía que eso le había desarrollado una inseguridad.
— No estés triste— Murmuró Rhaella con voz dulce mientras caminaban por los jardines.
— No estoy triste— aclaró un tanto enojado, no con ella, más bien con sus acosadores.
— Tu hermano es cruel, entiendo por qué se lleva bien con Megara.
— Megara no se le parece en nada, ella no es como él— Replicó al oír el nombre de su mayor anhelo, Rhaella frunció el ceño.
— Sus bromas te dejarían llorando por días— Comentó, y en cierta parte tenía razón, su hermana solía sobrepasarse con sus bromas.
Aemond no quería seguir hablando sobre lo mismo, varias veces vio a Megara hacerle bromas a sus hermanos y en ningún momento notó en ella un interés malvado de hacerlos sentir mal o herirles los sentimientos, sabía que si alguien les hacía un daño así, ella sería la primera en defenderlos, definitivamente no era como su hermano.
— ¿Por qué la mayoría de sus huevos eclosionaron?— El platinado intentó cambiar de tema.
— Mi padre dice que es porque la sangre de dragón es muy fuerte en nosotros. — Aemond observó de reojo a Rhaella, tenía más para sentirse desesperanzado. — No es tan malo no tener un dragón, te prometo que un día vas a reclamar uno hermoso y poderoso, eres un Targaryen— Aseguró la menor tomando la mano de Aemond con cariño— Alysanne tampoco tiene un dragón, padre dice que reclamará uno cuando sea más grande.
Ambos veían a Megara y Maekar empujándose mutuamente, ellos parecían divertirse con su simple juego. La mayor lo hacía con un poco más de fuerza y carcajeó cuando su hermano cayó al suelo.
A Aemond le encantaba verla reír.
— ¿Por qué nunca estás con ellos?— El príncipe preguntó con curiosidad, la Targaryen hizo una mueca.