𝐏𝐔𝐑𝐄 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 ⋆ 𝐃𝐀𝐄𝐌𝐎𝐍 𝐓𝐀𝐑𝐆𝐀𝐑𝐘𝐄𝐍

30

Después de las peticiones y de que Lucerys reafirmará su posición como heredero de Driftmark, las familias comenzaron a disolverse por el castillo. Lucerys siguió a Megara, mientras que Rhaegar se dirigió al patio principal para entrenar un rato. Allí había visto a Aemond por primera vez, y él esperaba aprender un poco más de batalla con Megara, ya que todos sabían que ella era una de las mejores para su edad. Jaehaerys escoltó a sus hermanas a sus habitaciones con Maekar, quien después desapareció de la vista de sus hermanos. Sin embargo, sabían que posiblemente iría a ver a Helaena, quien parecía traumatizada con el espectáculo que dio el padre del joven.

Rowan nunca había sentido celos por ninguna mujer que estuviera interesada en Maekar, pero la hija del rey era diferente; todo lo contrario a ella, dulce, cariñosa, amorosa y alguien muy callada, esas características hacían que una minúscula parte de ella se pusiera celosa.

Cuando Visenya y Daemon fueron a su habitación asignada, la platinada fue hacia su doncella, quien mecía a su hijo y con una sonrisa lo tomó.

— Muchas gracias— Agradeció dándole una sonrisa a la doncella — puedes retirarte.

— Claro, alteza.

Daemon se acercó a su esposa y notó cómo su pequeño hijo tomaba algunos cabellos de su madre mientras balbuceaba en voz baja. Dareen ingresó a la habitación con su hijo en brazos, el pequeño Baelon era una copia idéntica de sus padres pero tenía la pequeña nariz de su madre y las pequitas que adornaban su rostro.

— Se parecerá mucho a ti— Murmuró Daemon dejando un beso en la frente de Visenya.

— Esperemos que no saque tu carácter— dijo la mujer haciendo que Daemon riera.

— ¿Lo dices por lo que hizo hace rato?

— Sí, y por muchas cosas más. Mira, Megara está lista para cortar cabezas.

— Megara es tan parecida a mí que me asusta.

— Megara ya da miedo por sí sola — exclamó Dareen. Baelon fue recibido por los brazos de su abuelo, quien estaba feliz con su primer nieto.