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— ¿Tu mano? — La indignación en la voz de Daemon era inconfundible, resonando en la habitación  como un trueno amenazante

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— ¿Tu mano? — La indignación en la voz de Daemon era inconfundible, resonando en la habitación como un trueno amenazante. Visenya, sentada en la cama, negó lentamente con la cabeza, consciente de la tormenta que estaba a punto de desatarse. ¿Había cruzado la línea al escoger a Reid como su Mano?

— Sí, Daemon, él es mi compañero más leal — respondió ella con firmeza, aunque su corazón latía con fuerza.

Daemon se quedó inmóvil por un momento, sus ojos violetas oscureciéndose con una mezcla de dolor y furia. La sorpresa de la reina fue palpable cuando él dio un paso adelante, sus puños cerrados temblando.

— ¡No! — La reacción repentina de Daemon hizo que Visenya se sobresaltara. La intensidad de su dolor era evidente en cada línea de su rostro. — ¡Yo soy el más leal! ¡Soy tu esposo y compañero!

Ella lo sabía. Lo había sabido siempre.

— Daemon... es diferente — murmuró, tratando de calmar al dragón que comenzaba a despertar en él. — Reid será un buen guía.

Los ojos de ambos se encontraron, violeta contra violeta, como dos llamas gemelas. En la mirada de Daemon se reflejaban enojo y frustración, pero también un amor indomable.

— ¿Por qué no yo? — preguntó, su voz llena de un dolor casi tangible. — Sabes que soy capaz de cualquier cosa para que te sientes en el trono... para nuestra supervivencia.

— Esa es la razón, tú harías lo que consideras necesario... aunque eso no sea lo mejor para la corona.

Daemon cerró los ojos un momento, respirando profundamente. Luego, con una suavidad que contrastaba con su furia anterior, colocó su mano en la mejilla de Visenya. Sus dedos eran cálidos contra su piel fría.

— Yo moriría por ti, quemaría los Siete Reinos si debo — dijo, sus palabras cargadas de una pasión ardiente. — ¿Lo sabes, no?

— Lo sé — respondió ella, su voz quebrándose un poco. Ninguno de los dos había conocido otro amor como el que compartían. Habían estado con otras personas, pero nunca se había sentido así. Y aunque a veces el amor y la pasión parecieran desvanecerse, siempre ardían juntos. — Tú siempre serás mi elección... tienes que confiar en mí, como yo confío en ti.

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⏰ Última actualización: Jul 17 ⏰

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𝐏𝐔𝐑𝐄 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 ⋆ 𝐃𝐀𝐄𝐌𝐎𝐍 𝐓𝐀𝐑𝐆𝐀𝐑𝐘𝐄𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora