⋆｡˚ ✦ 🐉 ✦ ˚｡⋆༻──── 𝐏𝐔𝐑𝐄 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃
Visenya Targaryen era lo que todo hombre quería; hermosa, fuerte, valiente e inteligente. Tenía un carácter muy especial, pero por esa razón llamaba totalmente la atención de Daemon Targaryen, quien apesar de...
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El fuego apreciado desde los ojos de Megara fue ancestral, de alguna forma hipnótica no podía quitar su mirada del fuego que estaba alrededor de su madre, pero cuando lo hizo cayó en consecuencia de lo que estaba sucediendo. Tomó la tela de su vestido y corrió por los pasillos intentando llegar con rapidez a la salida para encontrarse con sus progenitores. La reina dragón fue proclamada ese día, tenía muchos nombres pero el que ella quería que recordaran era el comienzo de la reina roja, siempre había sido llamada de esa forma pero ahora le haría honor a su nombre
El tiempo había transcurrido desde la muerte del rey prometido, Dareen Targaryen; El rey por un día. El nombre que Daemon le había otorgado al hijo muerto de Viserys había caído nuevamente en él, todo tiene su pequeño regreso. El grito de rabia de Aemond surcó la fortaleza roja, su madre quien estaba en la misma habitación se sobresaltó por la muestra de furia de su hijo.
— A-Aemond...— Intentó dar un paso hacia él pero el miedo de su reacción la detuvo, la carta que mantenía el príncipe encontró su mano con tanta fuerza; era la razón del comportamiento del joven.
El lobo se une al dragón por primera vez en la historia después de Aegon.
Hoy inverlandia recibía el fuego en su hogar, siendo anfitrión de los dragones. Reid quien observaba el norte con mucha nostalgia, logró reconocer los pasos de su hermano Cregan quien se ganó junto a él y observó el árbol de los antiguos dioses.
— Ella es buena— comenzó a decir Reid— cuídala...
— con mi vida— Cregan prometió mirando a su hermano— Haré todo lo posible para que ella sea feliz aquí.
El lobo blanco asintió, conocía a su hermano sabía que era alguien honorable y gentil, mejor de lo que su padre nunca pudo ser, Cregan era el rostro de los Stark, tenía que cumplir con su palabra y ahora había jurado lealtad a los rojos, uniéndose a ellos por juramento y próximamente por sangre.
sabía que lo que seguía probablemente traería muchas pérdidas pero en ese momento y en esos segundos, todo parecía perfecto, aunque fuera lo menos parecido, a su mente llegó la primera vez que había visto a Visenya; debían tener unos doce años, los príncipes platinados veían a compartir y reafirmar el juramento del norte para el Rey viserys, la pequeña prima del rey vestía con un vestido rojo distinguiéndose de cualquiera pequeña de alta cuna, para reid quien era un niño era muy curioso ver a los platinados y más ver a la niña desobediente que traían con ellos.
