Capítulo 21

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Danna

—¿Quién es Danna?

Esas tres palabras que soltó Adrien apenas Esteban le mencionó mi nombre, hicieron sentir mi corazón más estrujado de lo que estaba...

-No...eso no puede ser...

No puede ser verdad.....no..no pudo haberme olvidado..

La primera lágrima caía por mi mejilla. No sabía si quedarme allí parada hasta que alguno de los dos dijera nuevamente algo o simplemente marcharme...

Por instinto me acerqué y me hice a un lado de la camilla donde se encontraba Adrien y tomé su mano.

—Adrien..—aparté la mirada un momento porque el pecho me dolía— yo soy Danna no seas tonto ya deja de bromear..

Dije entre sollozos porque no creía que fuese verdad.

No.

Esteban permanecía callado y se sentó en uno de los sofás que permanecían allí en la habitación.

—Lo siento pero no se quien eres— soltó Adrien agachando su cabeza.

Comencé a llorar y me aparté, me dirigí en dirección a la puerta para irme, pero antes Adrien me llamó.

—¡Espera!, es broma como podría olvidarme de ti mugre— dijo y me dedicó una sonrisa donde mostraba su perfecta dentadura.

-Yo lo mato

Serás idiota..— murmuré antes de acercarme a un sofá, tomar un cojín y arrojárselo en la cara.

—¡Oye! Te recuerdo que me golpeé la cabeza— soltó Adrien quejándose y riendo a la vez.

—¡Me importa un carajo!, ¡por un momento pensé que...— aparté la mirada y apreté mis puños, estaba molesta, muy molesta— ¡con estas mierdas no se juegan joder!

—Pero hubieses visto tu cara jeje—él se rascaba la nuca y sonreía de medio lado.

—Ella tiene razón macarronsito, e incluso me sentí mal porque pensé que no la recordabas— dijo Esteban.

-¿Acaba de llamarlo macarronsito?

Oh si, ya tengo con que vengarme..

*risita malvada*

—¿Macarronsito?— dije soltando una pequeña risa y olvidándome de mi enfado por completo.

Es increíble como una palabra me hizo cambiar mi estado de ánimo de un momento a otro.

—Te dije que no me dijeras así en público...— le dijo Adrien en un susurro a Esteban.

—Awwww que tierno, pero mira hasta se tienen apodos los tortolitos— dije agarrándole la nariz a ambos— y bien, cuéntenme la historia de donde surgió ese apodo.

Dicho esto me senté en el sillón mientras tomaba una tacita de café que había a un lado, supongo que para las visitas.

—Tu como que sufres de bipolaridad eh?— dijo Adrien— hace un momento casi me dejas sin cabeza con este cojín y ahora quieres saber porque Esteban me llama así— dijo cruzándose de brazos.

—Sabes, en el mundo hay varios tipos de sapos y después estás tú— le dediqué una sonrisa de angelito— Esteban, cuéntame.

Adrien por su parte abrió la boca de forma indignado.

—Pues no es la gran cosa— dijo y al ver mi cara esperando respuesta soltó un soplido— bien... pues fué un día que salimos a comer en Broskey, habíamos pedido macarrones con carne, Adrien se ahogó mientras comía y tomó jugo pero se ahogó más y se le salió un macarrón por la nariz— dijo entre risas y yo no tardé en soltar una carcajada al imaginarme eso.

Mi oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora