Finalmente, tras casi una semana de inconsciencia, el Lich volvió a abrir sus blanquecinos ojos. No había resultado fácil al personal médico de Phobos estabilizar a aquel supersoldado prácticamente muerto que habían extraído a duras penas del campo de batalla, durante aquella fatídica noche. Sin embargo, un supersoldado psiónico era un activo valioso para la organización; especialmente si se trataba de uno con capacidades telepáticas. Incluso alguien tan irascible como el Comandante Ironclaw sabía que no podía prescindir sin más de uno de sus mejores hombres. Si había una mínima posibilidad de encontrar con vida al Lich, tenía que aprovecharla. Pasaría un tiempo antes de que la HEC volviese a enviarle otro de sus tanques Black después de lo sucedido; y Prometheus Labs tampoco le enviaría más supersoldados psiónicos si los dejaba morir sin más. A pesar de todo, Nihil podía considerarse afortunado. Se habían destinado grandes esfuerzos a maximizar sus escasas posibilidades de supervivencia tras haber perdido el combate contra aquella Banshee; y los esfuerzos del personal de Phobos habían dado sus frutos. Aunque fuese a duras penas, seguía con vida.
Nihil miró a su alrededor. Aún se sentía aturdido y entumecido, pero alcanzaba a vislumbrar borrosamente sus alrededores. Parecía encontrarse en una amplia y espaciosa tienda de campañas cuadrada, construida con una lona de color gris oscuro con el logotipo de Prometheus Labs estampado en dos de sus laterales. A diferencia de la mayoría de estructuras de Phobos, el interior de aquella tienda de campañas estaba iluminado con una brillante luz blanca. El Lich creía reconocer aquel tipo de tienda; se utilizaban para montar hospitales de campaña provisionales tras una batalla, siempre y cuando el traslado del personal a una instalación mejor equipada fuese inviable. El simple hecho de encontrarse allí le resultaba muy revelador. Aunque Nihil no había alcanzado a ver el final de la batalla que tuvo lugar la semana anterior, el hecho de no encontrarse en la enfermería de uno de los búnkeres de mando le daba una pista sobre lo que sucedió. Habían sufrido una derrota aplastante frente a la Comandante Aldrich, y probablemente todas las instalaciones principales en varios cientos de kilómetros a la redonda habían sido destruidas por aquella titán. En aquel momento, probablemente la frontera de la provincia de Yersinia Terra habría retrocedido algunas decenas de kilómetros en dirección hacia el territorio de Phobos. Resultaba poco alentador saber que no habían sido capaces de frenar a la Comandante en Jefe de Deimos, ni siquiera disponiendo de un tanque Black y varios millones de tropas. Aunque Phobos era una organización demasiado grande como para desaparecer sin más, e incluso una supersoldado de Clase Titán resultaba insignificante en comparación con aquella alianza de megacorporaciones, la situación resultaba preocupante. Era cuestión de tiempo que aquella mujer decidiese simplemente poner rumbo por su cuenta hacia Phobos Prime, y probablemente no habría forma de detenerla con los medios de que disponían.
Mientras poco a poco se iba aclarando su vista, Nihil sintió un escalofrío al imaginar un escenario tan catastrófico. Su desorientada mente aún desvariaba, y sus recuerdos eran confusos. Cuando su vista comenzó a enfocar con mayor nitidez, el Lich logró ser más consciente de en qué situación se encontraba. Estaba tumbado sobre una enorme camilla para supersoldados, de cinco metros de longitud y tres de ancho. A su alrededor, había una gran cantidad de maquinaria; mayormente instrumental médico de Prometheus Labs. No resultaba tan siniestro como un quirófano de Icarus Rest, pero todas aquellas máquinas de hospital con carcasas oscuras, luces rojas y monitores holográficos tenían un gran número de cables y tubos que terminaban en electrodos o agujas; todos ellos, por supuesto, en contacto con su cuerpo semidesnudo o directamente hundidos en su carne. Al menos una veintena de electrodos conectados a diferentes partes de su cuerpo monitorizaban sus constantes vitales, mientras que varias agujas conectadas a su sistema circulatorio en los brazos y en los costados parecían inyectar un flujo constante de diferentes líquidos. Sin embargo, lo que más estremeció a Nihil no fue todo aquel instrumental. Mientras permanecía allí tumbado, una sábana de hospital gris con el logo de Prometheus Labs le tapaba de cintura para abajo, pero su grisáceo y escuálido torso desnudo permanecía completamente destapado y a la vista. Fue así como el Lich pudo alcanzar a ver una enorme cicatriz con un patrón radial en el centro de su pecho.
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Phobos
Science FictionSatsuki Aldrich es una titán que trabaja para una megacorporación, siendo la Comandante de uno de sus ejércitos. Sin embargo, su tiempo de vida de agota, y para sobrevivir se ve obligada a hacer un trato con un siniestro genetista que le promete sal...