Capítulo 12

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- Hoy estás de buen humor, ¿verdad?- Mencionó Euryale.

El Comandante Black asintió, por simple inercia, pero mantuvo su atención en el rótulo luminoso que indicaba la planta en la que se encontraban, mientras aquel ascensor descendía desde el sector ejecutivo hasta el primer piso de aquella masiva torre. El trayecto era largo y agobiante. A pesar de todo el tiempo que llevaban allí encerrados, aún faltaban varios minutos para alcanzar la superficie. Odiaba aquellos ascensores, especialmente si tenía que subir o bajar muchas plantas en solitario. Le daban demasiado tiempo para pensar, y a menudo no le gustaban los senderos que su propia mente decidía recorrer. Afortunadamente, aunque tuviese que bajar al primer piso desde su despacho en la última planta, en aquella ocasión su segunda al mando le estaba acompañando. Aquello le animaba y le impedía poder dar rienda suelta a sus propios miedos.

- ¿Eres capaz de saberlo a través del casco?- Preguntó Black, girando la cabeza en dirección hacia su acompañante.

- Ya hace muchos años que nos conocemos- Se justificó Euryale, mientras se encogía de hombros- He tenido que aprender a leerte a través de esa cosa.

En aquella ocasión, Black dejó salir una leve risa que fue audible a pesar del casco. Por un momento, estuvo tentado de remarcar que veintidós años no parecían mucho tiempo desde su punto de vista. Sin embargo, el líder de Phobos se abstuvo de mencionar nada al respecto. No quería llevar él mismo aquella conversación de ascensor hacia un tema que le resultase desagradable. Había cosas de las que jamás se libraría, pero aquello no implicaba que tuviese que recordárselas constantemente a sí mismo. Tampoco quería crear un momento incómodo entre ambos durante lo que durase el resto de aquel descenso. En su lugar, Black se limitó a darle a su segunda al mando la respuesta que sabía que quería oír.

- Hoy se avecina un día interesante, Hitch- Respondió Black.

- ¿Es por la reunión del Círculo Interno?- Preguntó la Arpía.

- Bueno, no negaré que estoy contento de que los cinco podamos volver a vernos en Dionysos Station después de tantos meses, pero...

Black no llegó a terminar aquella frase. Mientras hablaba, las alarmas de la Torre del Terror comenzaron a sonar, y una interfaz holográfica con un símbolo de peligro se materializó junto a los controles del ascensor. Aquella alarma emitía tonos cortos de un sonido extremadamente estridente, que retumbaba por toda aquella torre metálica. El ascensor se detuvo durante unos segundos, pero el Comandante en Jefe se apresuró a manipular la interfaz holográfica que mostraba los controles del elevador y obligarlo a reanudar con normalidad su descenso. Tras pulsar aquellos botones, el líder de Phobos permaneció imperturbable, incluso cuando el sistema de megafonía del edificio comenzó a emitir un mensaje de alerta por toda la estructura.

- Atención. Phobos Prime está bajo ataque- Advirtió una voz claramente sintética a través de los altavoces del ascensor- Las estaciones defensivas de Clase Jericho están activas. Se ruega al personal ejecutivo no abandonar el Núcleo.

Euryale dedicó una mirada indiferente a aquella pantalla en la que aparecían los números de planta. En circunstancias normales, estar en un ascensor durante una emergencia sería un momento tenso, pero ella ya se había acostumbrado demasiado a aquella clase de situaciones como para impresionarse por ellas. No le costaba demasiado imaginarse qué estaba sucediendo. Aquella era la consecuencia lógica de todo lo que el Comandante en Jefe había estado preparando. Si tiraba de los hilos, las marionetas se movían; aquello era fácil de comprender. En cambio, los motivos por los que Black había tirado de aquellos hilos en concreto y había provocado lo que estaba a punto de suceder, era información reservada para unos pocos escogidos. Incluso a pesar de llevar ya más de dos décadas junto al Comandante en Jefe, a Euryale aún le costaba acostumbrarse a la frialdad con la que el líder de Phobos tomaba ciertas decisiones, a pesar de sus nefastas consecuencias.

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